Hotel Lanchesmer. Portadoras de sueños
Hay mujeres que sueñan con perderse entre las sábanas de la 222, porque en su cama de terciopelo líquido el punto G se ilumina como un neón hambriento
Marta Navarro nos descubre cada mes los versos de sus poetas preferidas. Esta vez recomendamos sus propios versos. Bienvenidas a su Hotel Lanchesmer.
Hotel Lanchesmer
El hotel Lanchesmer siempre decide
quién puede dormitar en sus habitaciones
y quién no debe acceder más allá del hall.Hay mujeres que sueñan con perderse
entre las sábanas de la 222,
porque en su cama de terciopelo líquido
el punto G se ilumina como un neón hambriento
devorando de placer a los amantes,
Dicen que sus gemidos estallan en un agudo capaz de dejar
ronca a la mejor soprano.Pero no todo es placer en el Hotel Lanchesmer.
Cuenta la leyenda que cien hombres maduros
con aroma de seis cifras entraron una noche
clandestinamente y desaparecieron.En noches de luna llena
se les oye golpear las puertas
y gritar desesperados que nunca más
volverán a lamer el sexo albino y primerizo
de ninguna Lolita,
que no regarán whisky helado
ni esnifarán comida blanca,
sobre sus pubis rizados, arrogantes y náufragos.Me han contratado
como contrabandista de contratos
en el hotel Lanchesmer.A punto estoy de probar la habitación 222.
O de liberar a los maduros inmaduros
que entraron clandestinamente.
To be or not to be. Lanchesmer, 2010.PD: No se da más información del hotel en esta revista
Poema de Marta Navarro, contrabandista de hoteles