Itziar Ziga: “Las putas formamos una sociedad clandestina”
Itziar Ziga, escritora y periodista, habla de su nuevo libro "Sexual Herria", pero también de la polémica que ha generado la retirada de la portada de su obra en Facebook. Los responsables de la red social censuraron la imagen porque en ella se veía parte del pecho desnudo de una mujer.
Itziar Ziga (Errenteria, 1974), escritora y periodista, regresa al mercado editorial con “Sexual Herria”. La obra define una sociedad vasca muy mojigata y poco proclive al sexo. Ziga pretende recuperar un pasado de ‘sorginak’ más libres y dejar de lado la frialdad de los ‘gudaris’.
¿A quién le importa si en Euskal Herria se folla o no se folla?
La sociedad se interesa por los coches innovadores y la moda. Follar o no follar no debería ser una cuestión secundaria porque es más importante que la religión o cómo va la bolsa.
En sus obras se reclama como puta.
Sí, porque sólo escuchamos los discursos basados en la moral hegemónica, esa doble moral falsa que oculta la sexualidad. Las putas formamos parte de una sociedad clandestina. Nos quieren follar, pero no escuchar. Cuanto más me dicen que no tiene interés escuchar lo que dice una puta, más me interesa hacerlo. Si no importa lo que dice una puta, ¿qué importa lo que diga Soraya Sáenz de Santamaría, Ratzinger, Rouco Varela y Patxi López?
¿Por qué aparece semidesnuda en la portada de su libro?
Sólo sale la teta de mi novia. La foto sólo refleja dos chicas que recuerdan el folclore vasco, son ropas que no marcan, muy funcionales. La foto es muy comedida para mi forma de ser. Me encanta enseñar las tetas, las redes y las minifaldas. Ha montado tanto revuelo porque somos dos mujeres cuestionando la heterosexualidad obligatoria. La foto es muy especial para mí porque está tomada en Montjuic (Barcelona), ciudad a la que fui de ‘sexilio’ como muchas otras vascas.
“La foto ha montado tanto revuelo porque somos dos mujeres cuestionando la heterosexualidad obligatoria”
La censura de la portada de su libro en Facebook, ¿ha sido una campaña de márquetin?
Es absurdo. No formo parte de ninguna red social. Me siento bastante ‘hipercomunicada’ y no quiero que cualquier idiota pueda acceder a mí a través de las redes sociales. La portada había sido publicada en el muro de la editorial, Txalaparta. Aparecemos mi novia y yo en actitud erótica, nada más. Todo el revuelo que se ha montado confirma mi tesis. No pretendía ser censurada ni gustar. No busco, ni me gusta, agradar al enemigo.
¿Cómo se ‘reputifica’ Euskal Herria?
Recordando quiénes fuimos antes de que nos dominaran con la cristiandad española. Existen testimonios de antes de 1512, cuando conquistaron Navarra, en los que se entrevé que éramos más libres, más abiertas. No nos escondíamos y éramos mucho menos discretas. Yo he intentando trazar la recuperación de esa identidad más puta, más bastarda. ¿Qué interés tiene ser discreta?
¿En qué se basa para vincular la falta de sexo en Euskal Herria con el problema político vasco?
Hemos vivido muchos años de ‘okupación’, resistencia, lucha armada y represión policial. Hemos adoptado la posición de gudari, siempre alerta, como parte de nuestra identidad. Nuestro modelo de sexualidad por eso no es deshinibido. Algo está cambiando. España se ha quedado sin enemigo y mirad qué crisis de identidad tiene ahora. Mi misión es cambiar esa imagen dura y estimagmatizada. Es mi misión. Soy como una monja, pero con el discurso al revés.
Hablando de estigmas, ¿qué es peor: ser puta o ser vasca?
Existen muchos lugares de feminidades abyectas que se encuentran entre sí: putas, vascas, malas, bolleras, gitanas o yonquis. No está bien visto ser ninguna de esas cosas. ¿Las mujeres que encarnan lo correcto no se aburren? Esas mujeres blancas, heterosexuales, burguesas, casadas, que simulan el catolicismo y preocupadas por el qué dirán. ¡Qué aburrido! ¿Tan genial les parecen sus vidas para que crean que la mía es indeseable?
Ziga, Itziar. “Sexual Herria”. Editorial Txalaparta, 2012