Ez dugu barkatuko
Intervención artística-política contra las expresiones cotidianas de lesbofobia
Lorena Conde / Itoitz R. Josué / xara sacchi / Andrea Momoitio
Nuestra piel es el lazo tangible entre las palabras y los sentidos. Los estigmas, la discriminación o las experiencias traumáticas marcan nuestros cuerpos. Inevitablemente.
Esas marcas forman parte de nuestras pieles.Pero no somos observadoras pasivas del dolor que se inflige contra nuestros cuerpos y respondemos desde cada poro. Todas y cada una de nuestras cicatrices forman el mapa de nuestra rebeldía, de nuestra insumisión. Nuestras pieles responden, también con su propia inscripción: Yo no perdono. No perdonamos el daño que nos habéis hecho porque vuestras acciones no son involuntarias ni inocentes. Nuestros poros no os perdonan.
Estamos hartas de discursos disculpatorios: es la Iglesia, es el Estado, es la Sociedad. Es fácil olvidar que las instituciones las forman ciudadanos y son estos, y no el sistema al que representan, los que nos agreden. También son nuestras familias: incluso las que dicen ser “ progres”, las que no aceptan, las que dicen que prefieren no enterarse. Son muchos de nuestros amigos y amigas: los que no se involucran en nuestra lucha, los que creen que exageramos y lo sacamos todo de contexto. Son también nuestros compañeros gais que disfrutan de sus privilegios patriarcales y binaristas. Son también algunas feministas que siguen aún creyendo que la sexualidad forma parte del ámbito privado .Son también nuestros conocidos y conciudadanos heteronormados que consideran que la heterosexualidad no es una identidad con privilegios que se vuelve opresiva en su obligatoriedad para todos y cada uno de nuestro cuerpos bolleros, marimachas, camioneros, mariconas, lesbianos, nuestras identidades como más profundamente las sentimos. Son los periodistas que nos niegan un espacio en sus textos. Son ellos y ellas, en las pequeña acciones de la vida cotidiana, los/as responsables de producir un cambio que permita una sociedad comprometida con el cuidado de la fragilidad de la vida.
“Yo no perdono” que hagas de nuestra piel un campo de batalla con tus ideologías opresivas. Nuestra piel común y lesbiana no os perdona, porque nuestra piel es un lugar de placer y rebeldía.
Intervención artística-política “Ez dut barkatzen/ Yo no perdono”
Bilbao 28 J 2012