Bárbara Boyero
Más de 3.000 personas se manifestaron el pasado 8 de marzo en Barcelona
Por el derecho a una sexualidad libre y diversa. Una educación afectiva sexual no determinista, no biologicista e igualitaria que garantice el libre desarrollo de las identidades mujeres, lesbianas, bisexuales y transexuales.
La manifestación se dividía en 2 bloques, uno de mujeres, lesbianas y trans en la cabecera y otro mixto, donde se encontraban también los partidos políticos, situado tras una gigantesca batucada de más de 100 mujeres
Uno de los ejes de protesta fue el retroceso en la legislación sobre la salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo planteada por el ministerio de justicia.
Hubo un rechazo unánime al modelo heteropatriarcal de mujer única, privada y doméstica, así como a la invisibilidad y explotación del trabajo reproductivo y de cuidados.
Mujeres de la campaña Prostitutas Indignadas, se manifestaron contra la represión policial que sufren a diario y contra el estigma que las criminaliza.
Fomento señalado porque las reformas laborales y recortes sociales acaban de golpe con los avances producidos en los últimos años dentro de las políticas de igualdad de oportunidades en el trabajo.
La manifestación, fuertemente reivindicativa no se olvidó de disfrutar de el hecho de estar en la calle luchando juntas, porque ya sabemos que "si no puedo bailar, esta no es mi revolución".
Mientras vivamos en un patriarcado capitalista, la deuda con las mujeres no será reconocida ni, evidentemente, restituida.