2014, el mejor año del cine español, ¿también para las mujeres?

2014, el mejor año del cine español, ¿también para las mujeres?

El año pasado se logró la mejor taquilla de la historia, con 123 millones de euros recaudados. Pero persiste tanto la ausencia de películas dirigidas por mujeres en las más taquilleras o en las más nominadas como la predominancia de representaciones patriarcales. En Pikagramas, analizamos con enfoque de género tres de las favoritas para los premios Goya: 'El niño', 'La isla mínima' y 'Magical girl'.

Pedro (Raúl Arévalo) y Juan (Javier Gutiérrez) son los policías que protagonizan 'La isla mínima'

Pedro (Raúl Arévalo) y Juan (Javier Gutiérrez) son los policías que protagonizan ‘La isla mínima’

Llevamos semanas escuchando que el año 2014 ha sido un muy buen año para el cine español. No se trata de la grandilocuencia de pretenciosos titulares sino de una realidad ya que el cine español logró en 2014 la mejor taquilla de su historia con 123 millones de euros recaudados. 20,8 millones de personas fueron a las salas, un 89% más que hace un año y las películas más vistas fueron: Ocho apellidos vascos, que ya analizamos en Pikagramas, El Niño, Torrente 5 y La isla mínima. Estas cifras que da la Fapae suponen una mejora de un 75% las cifras de 2013 y superan el que hasta ahora era el récord histórico del cine español, los casi 120 millones logrados en 2012. Los datos son apabullantes. Al favor del público se une la calidad cinematográfica de muchas de las propuestas, la consolidación de cineastas como Daniel Monzón y Alberto Rodríguez y la buena recepción de la crítica.

En el cine español de éxito, los personajes femeninos todavía asumen roles secundarios y fuertemente estereotipados, relegadas sobre todo al papel de víctimas

Nos proponemos realizar una lectura de género de las películas más exitosas aprovechando la cercanía de la Gala de Los Premios Goya. Como viene siendo habitual, lo primero que nos llama la atención es la ausencia de películas dirigidas por mujeres en las más taquilleras o en las más nominadas. Sabemos que ser mujer directora no garantiza –ni tiene por qué- una ruptura en el régimen de representación patriarcal, pero sigue siendo duro ver la escasa representación de las féminas en los ámbitos cinematográficos.

Una vez dicho esto y pensando en las películas caben diversas preguntas: ¿Qué modelos de mujeres y de hombres representan estas películas? ¿Qué protagonismo y peso tienen las mujeres en las tramas? ¿Son películas que rompen con los estereotipos y roles de género o por el contrario los refuerzan? Analizaremos desde nuestras gafas fucsias ‘El niño’ (Daniel Monzón) con 21 candidaturas a los Goya, ‘La isla mínima’ (Alberto Rodríguez) con 17 candidaturas, que se encuentran entre las más taquilleras y ‘Magical Girl’ (Carlos Vermut), ganadora de la Concha de Oro en el 62 Festival de Cine de San Sebastián.

EL NIÑO. Estereotipos de género en una película de acción

Atravesar el Estrecho de Gibraltar, la frontera sur de Europa en una lancha cargada de hachís es la oportunidad que buscan El Niño (Jesús Castro) y el Compi (Jesús Carroza) para iniciarse en el mundo del narcotráfico. Jesús (Luis Tosar) y Eva (Bárbara Lennie), agentes de Policía, se cruzarán en su camino.

La acción, el trapicheo, las persecuciones en helicóptero siguen siendo cosas de hombres, que se respetan y admiran entre ellos por los cojones que todos tienen

En esta película de acción fronteriza y multicultural que combina el suspense con la trama policíaca y las relaciones entre los personajes, el protagonismo es masculino. El Niño y el Compi quieren ganar dinero de modo ilegal y los policías quieren atraparles. La película apuesta por remarcar esa dimensión heroica y épica de quien vive al filo de la navaja desafiando la autoridad y, como viene siendo habitual en las tramas en los que ni los malos son tan malos ni los buenos tan buenos, existe respeto y admiración entre delincuentes y policías, sobre todo por los cojones que todos tienen.

Tres son los personajes femeninos: Eva, Amina (Mariam Bachir) y Marifé (María García). Al igual que los masculinos, están claramente estereotipados. Eva es la policía que descubre en última instancia –ya se sabe que las mujeres somos más listas e intuitivas- los entresijos de la trama del narcotráfico y su presencia en la cinta es irregular. Amina, la joven, hermana de Halil (Said Chatiby) que vive en Ceuta y que comienza una relación amorosa y sentimental con El Niño, representa el rol de mujer oprimida por su religión y su sociedad y cumple el papel de la novia del prota. Aunque también tiene su historia de superar mandatos de género. Y finalmente Marifé, que es la novia del Compi, quien controla su vida y evita que su pareja, de quien espera un hijo, termine como el Niño. La feminidad se representa en su caso como refugio y salvación.

Más aún, los personajes femeninos, salvo el de la policía. se siguen identificando con lo privado. La acción, el trapicheo, las persecuciones en helicóptero siguen siendo cosas de hombres. Cuestión de cojones.

 

LA ISLA MÍNIMA. Un thriller que ¿anima a romper convenciones de género?

‘La isla mínima’, por su guion, su factura técnica, el excepcional trabajo de sus actores protagonistas y su ambición cinematográfica es sin duda una de las mejores películas del año. Pedro (Raúl Arévalo) y Juan (Javier Gutiérrez) son dos policías que por diversos problemas internos en Madrid, son condenados a resolver el caso de dos adolescentes desaparecidas durante las fiestas patronales de un pequeño pueblo en las marismas del Guadalquivir a principios de la década de los 80.
La película tiene todos los ingredientes para ser un thriller misógino de esos en los que se muestra a jóvenes con aspiraciones que, por ser “ligeras de cascos”, son asesinadas de forma brutal por hombres patriarcales que las someten hasta su máxima expresión. Porque si algo remarca la película es que las asesinadas son jóvenes que quieren huir del pueblo y para ello harán todo lo que esté en su mano. La película posee tintes políticos que se materializan en el claro enfrentamiento entre Pedro, un policía con problemas disciplinarios por expresar sus ideas democráticas y Juan, un policía de la Brigada Político Social de los que disparan antes de preguntar son claras.

Las jóvenes asesinadas por aspirar a salir del pueblo y romper los roles de género son condenadas por la sociedad pero no por la película

En este enfrentamiento se visibilizan dos concepciones de la feminidad siempre desde un punto de vista masculino. Pedro rompe una lanza por las chicas desaparecidas: por ejemplo, cuando un Guardia Civil de tricornio justifica la desaparición de las hermanas con un “les gustaba pasarlo bien”, él contesta con un contundente: “¿Y a usted no? Quizá parezca muy pobre defender la cinta por este breve detalle, pero sin duda no lo podemos pasar por alto porque imprime otro tono a la película.

Aunque la película esté construida desde una masculinidad hegemónica, se plantea una crítica individual consciente e importante hacia la visión general de la feminidad de que las chicas se merecían ser asesinadas por no resignarse al destino de las jóvenes del pueblo; a saber, un matrimonio a cualquier precio, incluso a pagar el precio de la madre de las protagonistas, de ser una mujer maltratada. Así que las jóvenes que aspiraban a salir del pueblo con un trabajo que les permitiera trascender el rol de esposas y madres sumisas son condenadas por la sociedad pero no por la película. De la misma manera que en ‘Grupo 7’ (2012), la anterior película de Rodríguez, las consecuencias del universo patriarcal se visibilizan en forma de soledad y de exclusión.

MAGICAL GIRL. La propuestas más innovadora, rompedora, creativa… y misógina

Alicia (Lucía Pollán) es una niña enferma que tiene la ilusión de tener el vestido de la protagonista de la serie de dibujos japoneses ‘Magical Girl Yukiko’. Luis (Luis Bermejo), su padre, profesor en paro, hará todo lo posible para conseguir el caro vestido. En este viaje coincidirá con Bárbara (Bárbara Lennie) y Damián (José Sacristán).

‘Magical Girl’ es una película que impacta y perturba. Tiene la capacidad de crear multitud de emociones como la angustia, la sorpresa o el miedo y requiere de una atención e implicación constante de quien decide verla. Estructurada en tres actos, ‘Mundo’, ‘Demonio’ y ‘Carne’, es una película que deja huella, pero también es tremendamente misógina por la construcción que hace de su protagonista femenino principal.

La sexualidad implica dominación y violencia física y el lesbianismo se relaciona con lo marginal. Cuánta ensoñación patriarcal en torno al mito de la depredadora sexual autodestructiva

Bárbara no se dedica a nada, la mantiene su marido, de quien depende económicamente. Desde el inicio de la película se presenta como una mujer desequilibrada, lo que permite por parte de su marido psiquiatra controlarla a través de la medicación. Y es que una mujer como Bárbara, que con un bebé en brazos se ríe mientras dice “no puedo dejar de pensar en la cara que pondríais si lanzara al bebé por la ventana”, es condenada a ser tutelada. Su marido la considera una niña –“tengo que estar siempre detrás de ti como una niña de 7 años”- y se adivina un truculento pasado marcado por relaciones intensas, de forma especial con Damián, su profesor cuando ella era una niña.

Cuando Luis la chantajea con revelar a su marido la relación sexual casual que han tenido, se prostituye para conseguir el dinero necesario con la ayuda de Ada, una antigua novia que se dedica a reclutar prostitutas. Bárbara no se prostituye en la calle, acepta tener una relación con un señor de gustos muy determinados que implican que sufra violencia física. Así descubrimos que la protagonista tiene todo el cuerpo lleno de cicatrices anteriores. Bárbara también es la responsable del pasado oscuro de Damián. No se llegan a descubrir todas las razones de su estancia en la cárcel, pero no es descabellado pensar en que algo ha tenido que ver con Bárbara cuando ésta era una menor.

La protagonista de Magical Girl es dependiente, desequilibrada y autodestructiva

La protagonista es dependiente, desequilibrada y autodestructiva

En definitiva el personaje de Bárbara está construido desde un punto de vista especialmente patriarcal. Representa el modelo de mujer que no transita por los cauces de la feminidad normativa y se la condena. Se condena al personaje a ser una mujer desequilibrada y dependiente de los hombres a la que hay que controlar, a ser una mujer autodestructiva tanto física como emocionalmente. Su pasado truculento se relaciona con relaciones amorosas y quizá sexuales con hombres mayores y con relaciones ¡con mujeres! La sexualidad se da en un marco de dominación y de violencia física y el lesbianismo se relaciona con lo marginal y el mundo del porno. ¡Cuánto estereotipo junto! Cuánta ensoñación patriarcal que se resume en el mito de la femme fatale, la depredadora sexual que todo lo amenaza y que ni siquiera es aniquilada por factores externos, ya que ella misma se autodestruye….

Podemos concluir que en el cine español de éxito, los personajes femeninos todavía asumen roles secundarios y fuertemente estereotipados. En las tres películas analizadas es demasiado habitual que a las mujeres se las presente como víctimas desde diferentes miradas. El cine sigue siendo una cosa de hombres a pesar de los bienvenidos tímidos avances.

PD: Nos hubiera encantado que más actrices de ‘Carmina y amén’ (Paco León) hubiera optado a alguno de los premios y no sólo Yolanda Ramos, y creo que ‘La Isla Mínima’ es la que se va a llevar casi todos….


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