a. c.

Este texto tiene como objetivo enseñar parte de la guerra de poder existente en los feminismos. El feminismo, al igual que partidos, sindicatos, organizaciones, etc. posee muy claramente luchas de poder. En particular, me acercaré más a la parte de los feminismos llamados “alternativos” en el estado español (de izquierda, autónomos, anarkistas).

Después del interesante texto “Guerra en el Olimpo Feminista” (SrChinaski Nuncalohizo, 15/10/15) en el que hablaba de la disputa entre Beatriz Gimeno y Iztigar Ziga: “Ciertos coños-tótem gobiernan el mundo del feminismo, desde unas esferas olímpicas inimaginables para nosotrxs”.

Pensé que iban a surgir un montón de reflexiones sobre dicho análisis. Resulta que no. Me pregunto, ¿por qué no? Creo que hay varias respuestas, todas tienen su debida importancia en el conjunto. Se podría decir que son “vacas sagradas” del (trans)feminismo. Se podría decir que son “amigxs” de quienes las publican. Se podría decir de la poca eficiencia de lxs que no participan del Olimpo de criticar estas luchas de poder. Sin embargo, me enfocaré aquí, en la propia incapacidad de los feminismos, de pensarse, de reflexionar sobre su propia dinámica como movimiento político, sobre su debilidad de plantar cara frente al poder.

Creo que quienes seguimos más o menos los feminismos en estado español sabemos que tanto Gimeno como Zigar poseen posturas feministas muy distintas. Estas mismas posturas, desde luego, forman por lo menos dos grupos de poder. Hay que señalar que en el cosmos feminista hay muchos otros. Invito a que hagan su propia cartografía del poder. Podríamos agregar allí varios nombres, hagan sus propias listas. Para que no pareciera que es ataque personal, no nombro a muchxs otrxs, pero que todxs sabemos más o menos quienes están en dicho “olimpo”. También hay lxs que quieren hacer parte, lxs que quieren colarse a los grupos. El poder es atractivo a muchas personas, así que hay un montón de gente “alternativa” (de partido o anarkista) con ansia para hacer parte de la peña seleccionada. Como todo poder, sabemos también que es para pocxs, dibuja jerarquías, trata de alimentarse todo el tiempo y de eliminar posibles amenazas y rivales para su continuidad.

Unx se podría preguntar: ¿los grupos de poder en el feminismo son algo típicamente del estado español? Por desgracia, creo que podemos generalizar. Vengo desde el sur y ya desde allí pude ver las luchas de poder entre lxs de los encuentros feminista latino-americano y caribeño con lxs del movimiento feminista autónomo y dentro de cada grupos, sub-grupos de disputas de poder. Lo mismo, aunque unxs planteándose más “alternativas” que otrxs, si observas bien, lo que queda claro es que están buscando parte de su “pastel” dentro de las mismas lógicas del capitalismo heteropatriarcal. Así no están haciendo simplemente “mal rollo”, no están improvisando, están organizadas y están reproduciendo dentro del feminismo claras disputas de fuerza. Finalmente, se podría llegar a por lo menos una conclusión. Los feminismos no son sagrados. El feminismo como movimiento político está ejerciendo poderes muy parecidos a los que tantos criticamos en el patriarcado como sistema.