Dejé de ser lesbiana, estoy con un hombre-trans
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Diva sin sombra
Ser lesbiana no es una esencia. ¿Eres o estás lesbiana? ¿Qué contestarías tú? Eres como condición “natural”, como algo intrínseco a unx mismx, como una situación permanente.
Vamos a suponer que se puede “nacer” lesbiana. Algunxs van a nacer, crecer y morir como lesbiana. En lo personal, me encanta.
Ahora vamos a suponer que naciste lesbiana y que en algún momento de tu vida no lo eres más. ¿Cómo te quedarías frente al presupuesto que se nace y muere lesbiana? Aquí de entrada, esta misma suposición no hablaría de esta experiencia particular de que en algún momento podemos dejar de ser lesbiana.
También vamos a suponer que se puede “nacer” heterosexual. Algunxs van a nacer, crecer y morir como heterosexual. En lo personal, todxs sabemos también que existe una heteronorma.
Ahora vamos a suponer que naciste heterosexual y que en algún momento de tu vida no lo eres más. ¿Cómo te quedarías frente al presupuesto que se nace y muere heterosexual? Aquí de entrada, esta misma suposición no hablaría de por lo menos dos experiencias. La primera es cambiar de la identidad de hetero a la identidad de lesbiana. La segunda es cambiar de la identidad de hetero a la identidad de bisexual. Como queremos destruir la heteronorma, normalmente se habla de que en algún momento podemos dejar de ser heterosexual. Como también queremos destruir la heteronorma, cueste lo que cueste, se habla menos de lesbianas que dejaron de serlo o de bisexuales que dejaron de serlo.
Ahora bien, aquí viene mi punto. Ser lesbiana no es una esencia. La mayoría incluso podría quizás estar de acuerdo con ello. Pero, ¿y en la práctica? No estoy hablando de que no se pueda decidir ‘ser lesbiana’. Ello también me encanta. Estoy hablando que esta misma elección se volvió una esencia.
Vamos a terminar con un caso en concreto. Mi novio trans (hombre trans) me sigue afirmando que es lesbiana. Él así lo decide, así se nombra y estamos de acuerdo. Ahora bien. ¿Y yo, cómo me siento? Yo, mujer cis y lesbiana, con un hombre trans, pues digo que estoy teniendo una relación heterosexual. Resulta que mi novio salta de la silla y me dice que no estamos teniendo una relación hetero y así pretender acabar con mis conflictos de lesbiana relacionándose con un novio trans. La ironía es que actualmente decir “hombre trans” nos parece lo más cotidiano y común del mundo, por supuesto exagero, pero hablo dentro del microcosmo feminista. Pero que resulta que en su caso su identidad política de lesbiana es menos fluida que su identidad política de hombre trans. Sin embargo, para mí mi identidad de lesbiana es más fluida que mi identidad de mujer cis. Observen la paradoja. Algunxs van a decir rápidamente. Hablemos entonces de relaciones “hetero-trans”. Por supuesto estaré de acuerdo. Ahora, si esta identidad se vuelve una esencia, vamos a caer más adelante en la misma eterna esencialización de identidades. ¿Me explico? Pues qué cansado. ¿Hasta cuándo las identidades políticas nos van a autorizar y a prohibir follar y tener afecto por quienes nos de la gana?