Déjame que te eche las cartas, Maru
La revolución feminista no ha llegado todavía al esoterismo. La buena noticia es que en este microcosmos también proliferamos unas cuantas extrañas, torcidas y desubicadas que acompañamos a las diosas de cada persona sin guiarnos por estereotipos casposos ni hacer preguntas capciosas sobre género, sexualidad o amoríos múltiples.
Txus Garcia. Taróloga, rapsoda y queer.
“Para conocer el amor, te espera un viaje corto. Puede ser en metro“. (Sandro Rey)
Queridísima amiga Piscis,
Si no puedes esperar al próximo vídeo de Alicia Murillo y necesitas solucionar en este momento algo que te inquieta, te perturba o te atormenta, puedes confiar en mis dones y poderes, adquiridos por linaje materno de mis ancestras, que consiguieron legitimarse como hechiceras oficiales apartando las brumas de Avalon a tetazos y encamándose con el linaje masculino artúrico al completo. Soy tu consejero y aliado Charo del Alar, vidente sensitivo, tarotista y astrólogo del amor.
Marte retrógrado te está debilitando y Venus y la Luna están en clara oposición a tu ascendente, por lo que, además de salirte más vello facial, retienes líquidos. No te enfades con tu ex: al ser Leo, necesita tener más de una relación, es su naturaleza. Si, como dices, quieres conquistar a un chico Aries, debes respetar su espacio y alentarle con sus logros. Debes caerle bien a sus amigos y permitirle una escapada de vez en cuando, que ya sabemos que los signos de fuego son muy propensos a la infidelidad. Rézale entonces tres novenas a San Antonio repitiendo: “Santo Santito que me salga maridito, Santo Santón, que me quiera un montón, Santo Santete que me eche un polvete”.
El texto que habéis leído es una dramatización literaria de situaciones, ideas, conversaciones y frases reales extraídas de videntes, brujos, astrólogos, tarotistas mediáticos y virtuales. Y también la mejor forma que he encontrado de haceros partícipes de una reflexión que me ronda desde hace tiempo: la revolución feminista no ha llegado todavía al lado darks. Hace bastantes años que nado de manera mercenaria y autodidacta en las lodosas aguas del esoterismo y de la nueva era y me considero una taróloga genderqueer contra el patriarcado astrológicopitecus de rappeles, aramises y raticulines varios.
Desde pequeña, me atrae poderosamente esta manera de provocar catarsis y acompañar a las personas: el Tarot. Para mí, siempre ha sido una herramienta para trabajar mediante símbolos temas tan cotidianos y a la vez espinosos como las relaciones interpersonales o la búsqueda de caminos. Aquí es donde empieza el problema fundamental. La norma ISO patriarcal estándar internacional ataca de nuevo, así que todos los contenidos, libros, materiales gráficos y modos de encarar el tema de las mancias y nuevas espiritualidades, son machistas y referentes a sexualidades/erotismos heteronormativos que relacionan géneros hegemónicos.
Los consejos de videntes, médiums y astrólogos siempre están formulados en clave paternalista y dirigidos, fundamentalmente, a ese público femenino tan ávido de tips parecidos a estos: “Claves para seducir a un chico Cáncer”, “qué regalar a un hombre Tauro”, “satisface en la cama a un Leo”. También existe el tema de la cisastrología, donde las características y definiciones siempre son para un rancio binario: el hombre Capricornio no parará hasta conseguirte, mientras que la mujer Capricornio deberá estar segura de que la amas antes de dar el primer paso. También los astros rigen a la maravillosa familia tradicional donde un papá Aries será imparable organizando actividades y una mamá Escorpio se comportará de forma atípica y no querrá sacrificar su trabajo por la prole. Al ecosistema esotérico no ha llegado el género fluido ni las familias diversas, y aún se somete a las personas consultantes y practicantes a la división Dios/Diosa y a arrebatos y conjuros wiccanos o brujiles de seducción heteropatriarcal. Si el marido de tu mejor amiga no te hace caso, polvo de doblegado a mis pies y chimpúm. Que veo en las cartas que tu vecina es una envidiosa, ya sabemos que todas las mujeres son complicadas y maliciosas y no como ellos, pobrecitos, que son noblotes e inocentes.
Los discursos poliamorosos y las relaciones abiertas, frescas o entre cuerpos disidentes no son contemplados por los adivinos. Somos un nicho del negocio esotérico inexistente. No nos contemplan en esta tonta cotidianidad de lo nigromántico, y es que a veces la igualdad, la tolerancia y la ignorancia son la peor lgbtransfobia de la cotidianidad. Coño, que también nos encantan estas cosas rarunas, y queremos que nos hablen en primera persona, entiendan de primera mano nuestros códigos y nos hablen con nuestro lenguaje.
Confiesa. Lo primero que lees es el horóscopo, y siempre has querido ir a que te echen las cartas, maricón.
Te noto la energía densa, el aura oscura y creo que alguna envidiosa te ha hecho un trabajo de magia negra. Si me dejas podemos arreglarte el chakra base, que lo tienes más atascado que el último tanga que se calzó Rappel. Déjame que te eche las cartas y así miramos porqué estás tan sola. Mira, te sale la carta de la Papisa, que me marca que eres moza vieja, pero lista, por eso has venido a mí para que te ayude a superar este momento de tu vida. ¡Uy! La Torre y la Luna, que hacen que te veas gorda, fea y vieja y que no haya modo de encontrar a tu media naranja. Como das más pena que el Ermitaño del Tarot, que desde el siglo XV busca la lentilla con un farolillo de gas, voy a darte unos consejos para que despiertes de nuevo la pasión en el sexo opuesto y encuentres al hombre perfecto para que te cuide y te quiera. Mira, tú coges una noche de luna negra y te arrancas dos pelos del pubis. Deberás conseguir jugo seminal de tu hombre y juntarlo todo en un pañito que esconderás debajo de la almohada. También en este momento de tu vida deberías llevar tu atención a tu útero, yo lo decreto sano para que te puedas sentir y ser más femenina y así consigas el amor de un hombre que tanta falta te hace.
No quiero faltar a la verdad, y lo más estupendo que tiene el mundo paranormal es la tendencia a que los consejeros más valorados por las féminas usuarias de Tarot telefónico, revistero o de consulta, sean los M.I., o Mariquitas Ilustrados: señores amanerados y cultos con estrambóticos ropajes, gafas imposibles o dejes al hablar que indican que tienen la patita rota y son inofensivos, empáticos y deseosos de rodearse de mariliendres. Tanto aman a las señoras que les consultan, que acaban casándose con alguna clienta asidua y así el discurso hegemónico y cis se perpetúa, un poco al Raphael style. La cosa es que, o eres una bruja rubicunda de pelos crepados, o un señor extrañísimo que tuerce la muñeca, o una señora entrada en años que aconseja recetas un tanto asquerositas porque hay que usar fluidos corporales inhóspitos.
La buena noticia es que en este microcosmos, -como en todos, reinamora-, también proliferamos unxs cuantas extrañas, torcidas y desubicadas que practicamos ceremonias chamánicas, leemos símbolos en cartones que no entienden de fobias y estereotipos casposos, y acompañamos a las diosas de cada persona desde un punto de vista totalmente aperturista, de escucha absoluta y sin hacer preguntas capciosas sobre género, sexualidad o amoríos múltiples.
Cuando un sensitivo cuir te acompañe en tu proceso o te haga una tirada de Tarot, no será necesario que te sientas como en el ginecólogo, cuando confiesas que “no, es que sí tengo relaciones sexuales… sí, con penetración… y no, no es con un hombre”. Y tampoco te tolerará o ignorará tu diversidad, porque no nos gusta que nos digan, con una ceja arqueada: “A mí plim que seas tortillera”, como me espetó una vez una cartomante de pelos encrespados, cuando en una tirada de cartas confesé que me había enamorado de mi jefa. “No pasa nada, eh, ya me salía a mi aquí algo raro…”.
A mi sí me importa cómo sientes y padeces, precisamente porque quiero ayudarte a descubrir caminos y soluciones para esos amoríos que te complican la vida, ya sean bollodramas, maricaffaires o tránsitos diversos. La cosa es que los arquetipos que tanto trabajó Jung y que Jodorowsky nos desentraña con tanta gracia, siguen vigentes en la cartomancia cañí, así que se trata de ir un paso más allá y no quedarse en decirle a tu compay: “Follas menos que La Papisa y la frígida de La Justicia juntas” y ver a la persona que te confía amores, desdichas y cambios futuribles como un ente global, merecedor de ternura, movimiento, creatividad, libertad y eros.
Hago un llamamiento a todos los seres intuitivos, gusiluces, cartomantes o sacerdotisos para que vivan y trabajen desde lo cuir y lo imbinario, para que este espacio amarujado, cerril, oscuro y manejado por mariquitas fake sea pangénero, explícito, profundo y, sobretodo, divertido. O te pongo dos velas negras, bollotrón.