Relatos de nuevos hombres
Piper Txuriak y el Módulo Psicosocial Deusto-San Ignacio presentamos un proyecto audiovisual en el que ochenta hombres vascos reconocemos el daño histórico que soporta la mujer y asumimos un compromiso personal a favor de la igualdad.
El grupo de hombres Piper Txuriak (premio Zirgariak 2016) y el Módulo Psicosocial de Deusto-San Ignacio (Premio Emakunde 2012) presentamos este proyecto audiovisual conjunto, realizado para inducir a los hombres a adoptar posturas en pro de la igualdad. El objetivo de este corto, dirigido por la cineasta Iratxe Mediavilla, es visibilizar que los hombres también estamos en la lucha por la igualdad. El resultado es una creación artística singular, cargada de emociones y de compromiso, en el que los hombres reconocemos el daño histórico que soporta la mujer por el mero hecho de nacer con ese sexo.
Durante años, las mujeres han sido las únicas que han abanderado iniciativas hacia la igualdad, pero éste es un reto que nos concierne a todas y todos. Vivir en una sociedad más justa e igualitaria, a todas y todos nos conviene, y desde luego, la igualdad no puede prosperar de espaldas al 50% de la población. Ha llegado el momento de que también los hombres nos hagamos visibles en este ámbito, y compartamos con las mujeres esta reivindicación.
Somos pocos los hombres que militamos activamente en el ámbito de la Igualdad, pero afortunadamente, es generalizada la creencia de que la igualdad es deseable. Buena prueba la tenemos en este vídeo, en el que han participado muchos hombres, varios de ellos famosos, y casi ninguno se ha negado, pese a que el guión pueda resultar atrevido, y en el que los hombres nos expresamos tanto hacia otros hombres, como hacia las mujeres, de forma diferente a los cánones habituales.
También es justo manifestar que son muchos los hombres que ya han dado pasos en ese camino, porque la igualdad no es sólo una meta, sino sobre todo, un proceso que está en cada uno de nosotros, y que individualmente tenemos que recorrerlo con aportaciones específicas que están a nuestro alcance, como es la corresponsabilidad en lo doméstico, el reparto de cuidados a nuestros mayores, el ejercicio de una paternidad compartida y responsable, el respeto y la participación de la mujer en el gobierno de nuestra familia y economía, la marginación de la violencia y de quienes la ejercen, o tantas otras cuestiones cotidianas, en las que diariamente tenemos opción de manifestar nuestra vocación igualitaria.
La pretensión de este corto es transmitir una situación de injusticia en la que los hombres tenemos mucho que decir y sobretodo, que reconocer. Las mujeres dedican mucho más esfuerzo a las tareas domésticas, al cuidado de los y las mayores o de la prole, cobran menos dinero por el mismo trabajo, se enfrentan a sus techos de cristal, están marginadas en la política, en la economía o en la dirección de las empresas, y a veces también en lo privado se las margina, se las manda callar, o se las maltrata. El vídeo pretende hacer un reconocimiento histórico de esta situación, y emplaza a los hombres a cambiarla.
El hecho de que la mayoría de producciones en materia de igualdad estén protagonizadas y dirigidas a mujeres supone que muchas personas identifiquen la igualdad como “un problema de mujeres”. Por este motivo nos parece importante que a los hombres se les visibilice también como parte del problema, y parte de la solución. Hemos implicado a sectores hasta ahora desconectados para transmitir que los hombres no podemos decir que la igualdad es un problema ajeno. En este caso, que aparezcan tantos hombres asumiendo un compromiso personal al respecto, es ya un éxito.
En el vídeo sólo se visibilizan los ochenta hombres (muchos rostros conocidos del mundo de la cultura, música, pantalla, deporte, etc.), pero realmente detrás hay muchas más gente: las personas del Módulo Psicosocial y de Piper Txuriak que se han implicado en el desarrollo del guion y a producción, el equipo técnico de la directora Iratxe Mediavilla, y el apoyo de Diputación de Bizkaia y Emakunde.