Orgullos y prejuicios

Orgullos y prejuicios

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17/09/2016

David

Los tabúes y la moral de la sociedad nos han llevado a que nos llame más la atención un pene en una película que un revólver. Que haya bombas por todos los lados de la pantalla simulando una guerra está bien pero que dos hombres aparezcan teniendo sexo entre ellos sigue generando tensión y no está muy bien visto. Me parece triste que sigamos en el punto en el que incomode ver una escena de dos personas disfrutando de su momento y que simular miles de muertos sea algo normal. Nos sorprende más una simulación de algo biológico, natural que una simulación quitando la vida a cientos y miles de personas.

Reconozco que antes era un poco escéptico con esta celebración. Era de las personas que respetaban el día del Orgullo LGBTQI+ porque respeto la libertad de expresión pero que no comprendía del todo la celebración. Por aclarar, nunca he dicho que no se celebre pero no quería compartir la celebración. Pues bien, a día de hoy la entiendo, la apoyo y pretendo defenderla a través de este espacio. No con un orden claro pero con algunas ideas que pongo sobre la mesa o en la pantalla.

Hasta la fecha no sé de ningún país que te mate por el hecho de ser hetero pero, por ser gay a los hechos me remito. En nuestros países sigue habiendo mucha tapadera. Muchos hombres casados con hijos que cuando van con sus mujeres de compras al centro comercial, dicen que van al servicio a orinar pero aprovechan para ver si pueden ver algún miembro y masturbarse o, mejor aún, que se lo hagan. Quizá sean felices llevando esa doble vida pero no dejemos de engañarnos e intentar ocultar esa bisexrealidad. Muchos machorros demuestran homofobia con sus palabras para reforzar que están ocultando algo, ya que son conscientes de que no son esos macho alfa pero tienen que demostrarlo de alguna manera. A lo que vamos con estereotipos y prejuicios de nuevo. Generalmente, un hombre con voz aguda y gesticulando es marica y uno de blusa a rayas, jersey al cuello, vaqueros y mocasines es todo un machote, hetero, viril, reproductor. Es posible pero, a veces, las apariencias engañan. Lo mismo con términos como mujer camionera y otro listado que seguramente ya conocerás.

Para que esta celebración tenga frutos, también se necesita el apoyo de personas hetero.  Consideradas por la sociedad normales. Con lo que me cuestiono, ¿dónde está el límite entre lo que es normal y lo que no? ¿Es normal que un hombre viole a una mujer pero no lo es que dos mujeres se acuesten juntas? ¿No es normal que una mujer que ha nacido sexualmente como tal se sienta hombre y quiera transformarse del todo? Lo normal siempre ha sido la reproducción. El sexo es para reproducirse. Claro pero, ¿solamente? Siempre he opinado que si dos personas se atraen y las dos quieren hacerlo, a quien le tiene que importar lo que hagan es a ellas. Dos personas no follan si una no quiere, si no, es violación.

A mediados del año 2016 se sigue hablando de enfermedades, que los gays son enfermos, que las personas bisexuales son viciosas (a mí me huele más a envidia). Que hay que tener cuidado no vaya a ser que lo vean los niños. Dicen que quien prueba no vuelve. Es más, el otro día publicaron una columna atroz de la que incluso la propia plantilla del periódico se avergüenza. Que se peguen palizas porque vayan dos hombres de la mano. Que haya familiares que dejen de hablar o que lleguen a suicidarse porque su hijo ha dicho que es gay y no quieren que el resto se entere o que sea la hija quien se suicide siendo adolescente por no sentirse respetada. Son palabras duras pero es una triste realidad. Lo que se pretende con esta celebración es reivindicar espacios, recordar que hay un camino aún por recorrer. No se celebra solo el hecho de ser gay, lesbiana, bisexual, transexual, pansexual, intersexual, etc.

Y sigo con más prejuicios vigentes en la actualidad. Tranquilo, que si estás en el vestuario y se te cae el jabón no te van a encular, a no ser que tú quieras. Plantéate si tú lo harías, si quien tuvieses a tu lado fuese una mujer. ¿Acaso tendrías una erección con cualquiera que fuera? ¿La penetrarías en ese momento? Quizá estemos hablando de violación. Quizá tenemos que dejar de culpar al resto de las personas y empatizar un poco más. Quizá quien tienes al lado puede que tenga una erección, o no porque no le excitas. Y si la tiene, ¿cuál es el problema si defendemos que es un proceso natural? Somos tan egoístas que pensamos primero en eso, en vez de ponernos en situación de que para esa persona pueda ser un momento embarazoso. Pero, si seguimos estirando las reglas de tres y contamos los casos de violaciones y seguimos generalizando… TODOS los tíos somos unos violadores.

En Perú, en un espectáculo de humor escuché la frase Cállate, hijo de alguna violación y el público rompió en carcajadas. Evitemos generalidades, pues que las diferencias sociales influyen está claro. En el mismo show también hacían el comentario es malo que dos hombres se besen. Hasta qué punto ha llegado el ser humano… Probablemente en España hace unos años también habría sido igual de gracioso. No digo que no se haya avanzado pero digo que queda todavía mucho camino por recorrer, no nos relajemos. ¿Por qué no se celebra la fiesta del hetero? La respuesta es sencilla, porque lo es todos los días. De entrada, se da por hecho que lo natural es ser hetero y en cuanto alguien dice que no lo es, a la gente le cuesta admitirlo. La mujer por ser lesbiana o bisexual es una enferma o una salida o más términos despectivos. Un ejemplo en el caso de los hombres, como explica Élisabeth Badinter en su ensayo titulado XY: La identidad masculina, construimos nuestra identidad en base a la triple negación no mujer, no homosexual, no niño.

Con el tiempo, he llegado a entender que con generaciones anteriores es más complicado trabajar. Ya hay una serie de ideas enraizadas que quizá no merece la pena dedicar todo el esfuerzo en erradicarlas pero, podemos aprender de ello y trabajar con las que vienen. Pues da la sensación de que hay muchos signos xenófobos, homófobos, etc. que se están reproduciendo de nuevo por generaciones con una realidad social en ocasiones post-moderna. Sigo repitiendo el término utopía realista y quiero seguir luchando en conseguir esa balanza, ese equilibro social y esta me parece una herramienta más para lograrlo.

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