“Manifiesto contra la homolesbotransfobia hipócrita”

“Manifiesto contra la homolesbotransfobia hipócrita”

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08/10/2016

Sandra Salomé Fernández Vázquez

“Reivindico mi derecho a ser un monstruo

y que otros sean lo normal”.

Susy Shock

Este manifiesto no va dirigido a los homolesbotransfóbicos que consideran que putos, tortas, butchs, machonas, travas, interersex, varones trans y demás monstruos disidentes de la heteronormatividad, deberíamos desaparecer. No va dirigido a los que nos apedrean a las travas mientras nos prostituimos o a los putos y tortas mientras nos besamos en las plazas. Este manifiesto va dirigido a los ciudadanos y ciudadanas de bien que se apropian del discurso de lo políticamente correcto, que hablan de derechos e inclusión, pero lo hacen por esnobismo o por moda. A esos ciudadanos y ciudadanas de bien que dicen querer que las cosas cambien, pero no están dispuestos/as a remover ni a cuestionar sus privilegios de burgueses, hombres y mujeres cis, heterosexuales. A esos ciudadanos y ciudadanas que defienden la familia tradicional y que, aunque no tienen nada contra todes estes monstruos, prefieren que nos mantengamos alejados de sus hijos e hijas, para evitar posibles contagios. Obvio, todos los ciudadanos de bien niegan ser homolesbotransfóbicos, pero no te invitan a ningún evento con tu novia por temer que seas agredida o increpada por su familia que, a diferencia del ciudadano de bien, sí es homolesbotransfóbica. Los ciudadanos de bien siempre protegen al excluido.

El ciudadano de bien “acepta” nuestra homosexualidad, obvio si no es demasiado escandalosa, si no se nota, si no nos besamos en púbico o al menos no delante de sus hijos. El ciudadano de bien siempre tiene una frase de lamento y solidaridad hacia las travestis que sufrimos la prostitución, pero no aceptarían que cuidásemos a sus hijos, que limpiásemos su casa, mucho menos otros empleos que implicasen más visibilidad. ¿Qué haría el ciudadano de bien si “la seño” de su nene fuese una mujer con pene entre las piernas? Probablemente buscar otro colegio pensando en lo mejor para su hijo. ¿Qué dirán los ciudadanos de bien de nuestras propias maternidades/paternidades? ¡Obvio, que son monstruosidades y que siempre hay que pensar en el bien supremo del niño!

A todos los ciudadanos de bien les decimos que no nos interesa disimular que somos tortas, putos, travas, varones trans, intersex y demás sujetos. Que no nos interesa la discreción en nuestra identidad sexual, porque también es una identidad política y porque no hemos conquistado derechos escondidos en ningún armario. No nos interesa entrar en su definición de lo “normal”. A nosotras las travas no nos importa si los ciudadanos de bien consideran que nuestras siliconas y nuestro carmín desentonan con nuestra voz gruesa o con el vello de nuestros rostros. A nosotros los putos no nos interesa si el ciudadano de bien nos considera menos hombres por no reproducir la masculinidad hegemónica. A nosotros los varones trans no nos interesa si consideran una monstruosidad que bajo nuestra barba crezca una panza de embarazados o si les sorprende que haya papás que podamos parir. Nosotres les intersex reclamamos que no mutilen nuestros cuerpos para hacerlos encajar con la genitalidad normal. A nosotras las tortas, las travas, los putos, les intersex, los varones trans, no nos interesa si el ciudadano de bien prefiere mirar hacia otro lado.

Estes monstruos disidentes del régimen político de la heteronormatividad estamos orgullosos de lo que somos, no aspiramos al beneplácito de “los normales”. Eso sí, no nos pidan comprensión ante la homolesbotransfobia hipócrita que se muestra en frases tales como “no soy homofóbico, solo decido proteger a mis niños porque ellos no entienden esas cosas”. Si no estáis dispuestos a ponerle una bomba al sistema cultural que construye vuestros privilegios y nuestra invisibilización, nuestra exclusión e incluso nuestras muertes, seremos nosotres quienes detonemos los explosivos que hagan volar por los aires vuestras burbujas de “normalidad”.

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