Basura y ‘pornoperfeccionismo’: dos cortometrajes
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“Creo en la igualdad de derechos. En el derecho que tiene todo el mundo a ser escuchado, y ello me lleva a ver esa parte ambigua que se mueve dentro de todo el mundo. La parte que nos lleva a cometer acciones en las que el bien y el mal aparecen según el punto de vista. Esas acciones en las que nuestra moral depende de las circunstancias que nos rodean y no de nosotros mismos, o eso creemos.
En esa franja desarrollo mis historias. Donde los puntos de vista dan su verdad y uno, escribiendo, no quiere ser juez y jurado de sus personajes, solo dejarlos actuando sobre sus creencias para ver a dónde llegan. Es como una terapia, ayuda a asomarse a la vida con cierta perspectiva.”
#Perfeccionista
La idea fue de mi novia Virginia. Llevábamos ya tiempo viviendo en Londres y fue una oportunidad para poner en imágenes la forma como describíamos las ansias de aparentar en una ciudad, el “pornoperfeccionismo”, con sede en Instagram.
Basura
Pretende dar un enfoque al amplio significado que puede tener “basura” en términos más personales. A veces son recuerdos que no necesitamos más, quitar de nuestra vista aquello que significó nuestra vulnerabilidad, o como en el final del propio corto: aquellas elecciones que significaban caminos que no podíamos recorrer. Todo son cosas que acaban en un cubo para no verlas más.