Esther González

Achilia y Amazon. Relieve de Halicarnassus. British Museum, Londres

En el Museo Británico de Londres, hay un pequeño relieve de mármol procedente de la antigua Halicarnaso (hoy Bodrum, Turquía).

Representa a dos mujeres, gladiadoras, armadas con espadas, y dos nombres grabados: Amazon y Achillia.

Y en la parte superior: Apeluthesan (“fueron liberadas”).

La especialista Kathleen Coleman añadió más detalles en su momento sobre la escena representada: “Visten un subligaculum [taparrabos], grebas y un protector” en un brazo. También portan un escudo “oblongo curvo”. Sus pechos y cabezas están descubiertos.

No son frecuentes las representaciones o menciones de gladiadoras, aunque sí suficientes las fuentes literarias, arqueológicas y textos legales que confirman su existencia.

Suetonio las menciona, al igual que Dion Casio.

Mujeres y pigmeos luchando, en poemas dedicados a emperadores.

Como venatores, dando muerte a grullas y elefantes en las celebraciones del año 80 d.C. en el Coliseo.

Con Nerón: hombres, mujeres y niños etíopes en una exhibición de gladiadores en el anfiteatro de Puteoli (actual Puozzoli, Italia).

Mujeres luchando de noche, a la luz de las antorchas, en tiempos de Domiciano.

Y Marcial: mujer “venciendo” a un león.

Amazon y Achillia, los nombres grabados en este mármol del s. II d.C., son sus “nombres de batalla”, de guerreras. “Aquiles” (muchos gladiadores usaban este nombre), héroe griego, es conocido por enfrentarse con la cabeza de las “amazonas”, Pentesilea.

Los gladiadores solían ser esclavos o libertos, raramente hombres libres. Las mujeres, igual; había también extranjeras, o procedentes de las capas sociales más bajas, que podían recurrir a venderse para pagar una deuda.

Hay un par de interpretaciones acerca de lo que representa este relieve; prefiero la que aboga porque conmemora la liberación de las dos mujeres. Es decir, que pudieron obtener el dinero suficiente para pagar el precio de su libertad.

Los espectáculos de gladiadores provenían de la cultura etrusca, e inicialmente formaron parte de los funerales romanos. Finalmente se convirtieron en violentos espectáculos públicos, seguidos masivamente por todas las clases sociales.

Todavía se registraron combates de gladiadores en el siglo V de nuestra era.

En 1996, se hallaron en Londres, en la Great Dover Street (Southwark), los restos de una mujer incinerada, que habría muerto con unos 20 años. Se ha especulado, por los objetos hallados y su enterramiento, elaborado e incluso suntuoso, que podría tratarse de una gladiadora de cierta fama.

Tiempos en que una mujer nacida “libre” dependía siempre de un varón (padre, tutor o marido), en los que florecían la filosofía, las artes, la conquista y la guerra; y la propiedad de hombres y mujeres como si fueran muebles. La sima de la esclavitud legal.

Pude ver el relieve de Achillia y Amazon en el Museo Británico, hace ya muchos años.

No sabemos quiénes eran, ni qué fue de ellas.

Sólo que, esclavas, lucharon en espectáculos multitudinarios y probablemente en representaciones mitológicas; que sobrevivieron, y lograron pagar el precio en que se estimaba su libertad, encargando un relieve para celebrar su condición de libertas y dejar constancia.

En este año de noticias indignas, iniciado con el asesinato en cascada de más mujeres, ese relieve ha vuelto a la memoria, y espero volver a verlas.

Para recordar cosas.

Por este momento, ahora.