Lesbia Téllez: “Tenemos que ser aliadas y hermanas”
Lesbia Téllez nació en Ciudad de Guatemala el 19 de marzo de 1972. Sobrevivió a la violencia machista cuando fue niña y, nuevamente, siendo adulta. El teatro ha sido, y es, su medio de resiliencia. En 2008, junto con otras seis compañeras conformaron la asociación Las Poderosas Teatro. Desde entonces, ha trabajado junto a ellas en la sensibilización contra las violencias de género, tanto en Guatemala como más allá de sus fronteras, para promover la defensa de los derechos de las mujeres, su empoderamiento y su incidencia política. Después de diez años de trayectoria, Lesbia sigue subida a los escenarios, sumando éxitos y creciendo como profesional. Recientemente ha sido nombrado, junto con otras mujeres, especialista en el Grupo Asesor se la Sociedad Civil de ONU Mujeres Guatemala 2018-2019.
Por Celia Ahijado
Lesbia Téllez tuvo un sueño. En él aparecía, junto a sus cinco compañeras, en el escenario del Teatro Nacional de Guatemala. Todas posicionadas en punta de lanza. La más joven, encabezando al grupo. Iban con un traje azul eléctrico, con unas máscaras color fucsia, una capa y un calzón de luchadora. Se hacían llamar ‘Las Poderosas’.
Lesbia lo compartió con sus amigas. Les entusiasmó la idea. Profundizaron y dieron sentido al nombre: se hicieron muchas preguntas para responder desde lo más profundo de ellas mismas. “Porque hemos tenido la valentía de salir de la violencia, porque somos luchadoras, porque no nos hemos quedado tiradas, porque no hemos vuelto atrás…”.
Son ya 10 años los que distan el sueño de la realidad. Hoy son la asociación Las Poderosas Teatro y, a través de las obras artístico-teatrales, se dedican a sensibilizar a la población, a transformar la realidad y a llevar a cabo procesos de sanación con mujeres que han sufrido cualquier tipo de violencias de género.
“En esta foto yo tenía seis años. Cuando veo mi mirada, la forma en la que estoy parada, me doy cuenta de que no tenía miedo. Después de lo que me pasó, mi mirada ya no fue la misma”, dice Lesbia en ‘Naciendo’, la creación escénica de Las Poderosas Teatro en la que tratan la sexualidad, su origen indígena, que consideran negado, y la guerra civil en Guatemala (1960-1996) con todas sus atrocidades: 250.000 personas asesinadas y 45.000 desaparecidas. Con ‘Naciendo’ buscan hacer memoria y conversan con sus hijas, madres y abuelas para no olvidar. La mirada de Lesbia hoy es especial, profunda y en ella guarda toda una historia de superación.
Sobrevivió a la violencia machista de su padrastro cuando era una niña, y nuevamente a la de su exmarido en su edad adulta. Su medio de resiliencia ha sido y es el teatro. “Me ha ayudado a sanar y a transformarme, a pasar de ser mujer sobreviviente a agente de cambio”, cuenta tranquila después de un día intenso de trabajo tras un encuentro cultural con jóvenes estudiantes con los que ha llevado a cabo, junto con Movimiento por la Paz y la Red de Mujeres Sololatecas con Visión Integral -REDMUSOVI, un proceso de sensibilización a través de la creación teatral.
El teatro apareció en la vida de Lesbia gracias al documental ‘Hoy puedo ser’, mientras que estaba en el Centro de Investigación, Capacitación y Apoyo a la Mujer (CICAM) en procesos de terapias psicológicas y de ayuda legal. Para este primer trabajo, el dramaturgo y director argentino Marco Canale propuso a Lesbia, Telma Ajín, Rina Najarro, Adelma Cifuentes y Telma Sarceño investigar sobre sus experiencias para luego representarlas. “Nos dimos cuenta de que la violencia no es solo un golpe, que hay muchos tipos de violencias y eso fue los que quisimos mostrar”. A partir de esta primera puesta en escena, Lesbia Téllez ha permanecido en los escenarios como actriz, y ha facilitado talleres y dinámicas, como profesora y directora, con una metodología en la que cree firmemente. Se basa en tres objetivos fundamentales: promover la defensa de los derechos de las mujeres, su empoderamiento y la incidencia política en sus comunidades. “Nadie te puede empoderar, te empoderas tú misma a través del conocimiento, sabiendo cuáles son tus derechos y haciéndolos valer”, sostiene. En estos diez años de trayectoria profesional esta actriz guatemalteca, especialmente sensibilizada en fines sociales, reconoce que Las Poderosas Teatro continúan en el proceso de sanación, “porque vamos sanando cada vez más profundo y cada persona tiene su proceso”.
Lesbia ha trabajado en distintos departamentos del país adaptando sus técnicas a la realidad y la diversidad de cada territorio. Y es que, en Guatemala hay 22 departamentos en los que conviven cinco pueblos -maya, garífuna, xinca, mestizo y ladino-, y se hablan 25 lenguas -23 indígenas, más el español y el garífuna-. Para asumir y adaptar a la realidad sus técnicas teatrales de sanación se ha preparado a través de diferentes estudios, de los que destaca ‘Mujeres indígenas en las artes escénicas comunitarias. Análisis en tres comunidades del lago Atitlán’, tesina final de un diplomado. En 2011 la organización Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) buscaba metodologías innovadoras que pudieran ser aplicadas a la realidad guatemalteca para profundizar en las causas y circunstancias de la violencia de género. Por ello, “nos pidieron trabajar conjuntamente y que nosotras creásemos grupos de mujeres que pudieran replicar la experiencia en el departamento de Sololá a través de una obra autobiográfica como la nuestra”.
Es así es como nacen Las Poderosas Sololá en 2012 colectivo teatral de mujeres que se crea con la formación de Las Poderosas Teatro, en el departamento homónimo de Guatemala. Lesbia cuenta que trabajar con temas de violencias de género en las comunidades no es siempre sencillo y que en ocasiones hay reticencias por ser un tema tabú, pero añade que, después de los años de experiencia, la acogida por parte de las mujeres es bastante postiva, más aún cuando van conociendo el proyecto y la metodología. “Hay una recepción muy grande porque son temáticas que no escuchan y al hacer todo el análisis con ellas se dan cuenta de que tienen esa fuerza para no ser violentadas, para no permitir ni que se les humille ni que se les grite”, comenta. Añade que, a partir de estos procesos, muchas de las mujeres que no sabían ni leer ni escribir comenzaron a sentir interés por el estudio y algunas ocupan hoy cargos importantes en sus comunidades donde toman decisiones.
Teatro feminista que sana y empodera
Mochila a la espalda, Lesbia camina entre milpas, atravesando los caminos de una plantación de maíz muy extensa de una comunidad cercana al municipio de Sololá. Se dirige al Centro Cultural Sotz’il Jay, lugar en el que se celebrará al día siguiente el Encuentro Cultural de Teatro con jóvenes estudiantes. Quiere revisar el espacio y tener toda la logística controlada. Este evento se enmarca en el proyecto Municipios Libres de Violencia, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en el que Las Poderosas Teatro han trabajado con MPDL y REDMUSOVI durante los últimos dos años con jóvenes de cinco centros escolares del departamento. “Ha sido un reto fuerte pero también todo un aprendizaje”, cuenta Lesbia. “La voz de cada participante para nosotras es muy valiosa”, añadió. Lesbia ha liderado la dirección teatral de los cinco grupos que han participado en este proyecto durante dos años. “Que propongan, que den directrices, que opinen, cosa que al principio no hacían”, cuenta, son cambios que Lesbia ha experimentado con ellas y ellos durante todo este tiempo.
Vienen de los municipios de Panajachel, de Sololá, de Santa Catarina Ixtahuacán, de Nahualá y de Cerro de Oro, una comunidad de Santiago Atitlán, y cada grupo ha elaborado una representación en la que se aborda la violencia que sufren en su entorno tras un periodo de investigación y de consenso. El evento es especial ya que se encuentran todas y todos por primera vez tras llevar meses de preparación para intercambiar sus propias vivencias. Una representación trata el alcoholismo y la violencia de género que provoca en la familia, otra aborda el acoso escolar, la discriminación, el racismo y las diversas situaciones de violencia que se generan a partir de todo ello en un aula de instituto. “Encontraron un espacio para poder platicar, analizar, para hacer una crítica, para proponer”, recuerda Lesbia quien se siente agradecida por el resultado final.
En Guatemala, 62 mujeres son asesinadas al mes, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses. Estas cifras tan elevadas no se pueden desligar de la historia del país, del reciente conflicto interno y de un estado debilitado en el que la violencia patriarcal goza de una enorme impunidad: más de un 90 por ciento de los casos. Además, es el segundo país de Latinoamérica con mayor desigualdad de género, después de Haití, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. En 2008, se aprobó la Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia Contra la Mujer y, a partir de entonces, las mujeres cuentan con más herramientas para denunciar; sin embargo, las cifras muestran que la solución tiene que ser más integral.
Lesbia Téllez cree en el poder sanador del teatro, por eso va más allá de las actividades que realiza con Las Poderosas Teatro. Actualmente está participando en un proyecto personal en la comunidad donde vive, en Boca Canales, del departamento de Guatemala: “Es la fundación de una escuela de artes escénicas para adolescentes y jóvenes en riesgo, que son vulnerables a los grupos delictivos”. A través del arte y el teatro, la juventud puede crear su proyecto de vida, visualizarlo y poder dar los primeros pasos para hacerlos realidad. “Brindar un espacio de socialización en el que se profesionalicen en lo que les gusta hacer”, explica emocionada ante la posibilidad de poder iniciarlo en los próximos meses cuando encuentre el apoyo económico necesario. Toda la implicación durante estos diez años también le ha llevado a ser reconocida nacional e internacionalmente. Tanto es así que ONU Mujeres, entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, le ha nombrado participante del Grupo Asesor para la Sociedad Civil en Guatemala 2018-2019. Lesbia quiere enriquecer el desarrollo de la estrategia y los programas de ONU Mujeres a través de su experiencia, para lograr una prevención eficaz y la eliminación de toda violencia machista.
Las mujeres con las que ha crecido han sido fundamentales en la inspiración, el trabajo y la sanación de Lesbia Téllez. Menciona a Lidia Falcón, escritora, política y presidenta del Partido Feminista Español, quien le ha ayudado mucho en su formación teatral; también a Magdalena Morales, dramaturga guatemalteca de renombre, de quien ha tomado prestado el enfoque; y “otra persona que no es teatrera pero sí crítica del arte y nos ha formado en toda la preparación política como mujeres feministas que es Silvia Trujillo, socia fundadora de nuestra organización y que nos ha ayudado mucho en todo el análisis de todo el contexto”. Ellas han estado presentes de una u otra manera en el proceso de sanación de Lesbia.
“Son importantes las alianzas, buscar los apoyos, porque una sola piensa muchas veces que el mundo se acaba y no va a salir, esa es la percepción cuando estamos metidas en círculos violentos”, reflexiona acerca de la importancia de la sororidad. “Es fundamental que haya sororidad entre las mujeres porque, desde pequeñas, nos han enseñado a competir y no lo podemos permitir… Tenemos que ser aliadas y hermanas.” Y el apoyo tiene que darse entre las mujeres para poder sobrevivir a las violencias. “Primero tenemos que identificar y reconocer que estamos siendo violentadas, que lo que nos pasa es violencia y luego buscar apoyos, tanto en nuestro entorno más cercano, como en los canales institucionales de protección. Y se puede, nosotras somos prueba de ello”, dice haciendo referencia a Las Poderosas Teatro. “Hemos salido de contextos de violencia y estamos acá. Además, a través del teatro, que es lo que sabemos hacer, estamos convencidas de que se puede salir de la violencia machista”, dice Lesbia mostrando su apoyo a mujeres, niñas y niños que estén viviéndola; mostrándose así como mujer sobreviviente y agente de cambio en Guatemala.
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