Una escuelita para la libertad y la autonomía de las mujeres
“La escuelita me dio la seguridad que carecía,
rompió con las cadenas del miedo y de los estereotipos,
me siento libre de decidir y me encanta esta versión mía”
(Gude, 4ta gen.)
México es un país duro para las mujeres. Nos matan porque se puede, porque el odio tiene […]
“La escuelita me dio la seguridad que carecía,
rompió con las cadenas del miedo y de los estereotipos,
me siento libre de decidir y me encanta esta versión mía”
(Gude, 4ta gen.)
México es un país duro para las mujeres. Nos matan porque se puede, porque el odio tiene impunidad. Oficialmente, cada día son asesinadas ocho mujeres y 35, violadas; muchas de éstas, como violaciones correctivas. Hay registradas medio millón de víctimas de trata de personas hasta 2016: el 93% son mujeres, el 45% niñas indígenas y 26% menores de edad, hay 8.489 mujeres desaparecidas.
En el Estado de Oaxaca, como en otros estados de la República, se asesina brutalmente a mujeres y lesbianas en cantidades alarmantes e indignante impunidad. A las mujeres no nos matan simplemente por ser mujeres, al matar a una mujer o lesbiana se envía un mensaje de terror a todas nosotras como colectivo. La violencia patriarcal es por lo tanto un medio de producción de pasividad y dependencia. Y Siendo más de la mitad de estos crímenes patriarcales, cometidos por hombres cercanos, familiares y/o sus parejas; reafirmamos que la dictadura patriarcal de propiedad sobre el cuerpo y la vida de las mujeres sigue vigente en la actualidad.
En este contexto, un grupo de mujeres, de lugares distantes pero con un sueño común, puso en marcha La Escuela para la Libertad de las Mujeres. Surgió como respuesta a la necesidad de autonomía que necesitamos las mujeres. Una escuela que aporte herramientas inmediatas, de autodefensa, manuales, teóricas, de autoconciencia, de acción/arte/política/colectiva. Dicha Escuela es el resultado de una historia propia y ancestral de resistencia y rebeldía; y como la historia misma, la estamos haciendo a cada momento, a cada pasito, aprendiendo en el camino, juntas, con mucho esfuerzo compartido del CDAHL,[1] Solidaridad Internacional, 7menos20 y otras compañeras.
La violencia histórica acumulada en el cuerpo de las mujeres da cuenta que los procesos de colonización fueron posibles con la violencia del cuerpo y sexualidad de las mujeres, así como con la apropiación de su trabajo gratuito.
Hay indiferencia ante el clamor de justicia de nuestras hermanas por los golpes, violaciones, asesinatos, desprecio, abusos, porque son los poderes del estado parte en dicho crimen. Cada gesto violento dirigido contra las mujeres, en el marco del patriarcado que vivimos, es un crimen político que sostiene la persistente brecha de poder entre hombres y mujeres.
Entender las razones escondidas detrás de la violencia hacia un grupo social específico, en el caso de las mujeres y lesbianas, nos permite reconfigurar la lucha y afirmar que: la violencia se combate por medio de la construcción de autonomía concreta en todos los niveles de la existencia de las mujeres. Y es a partir de ese entendimiento que surge la Escuela para la Libertad de las mujeres en Oaxaca de Juárez, México.
En 2014 pudimos concretar el sueño gracias al apoyo del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. A él se han sumado los ayuntamientos de Irun y Ordizia, y la Diputación Foral de Gipuzkoa. La Escuelita, como la llamamos, es un proyecto feminista de formación teórica, de autoconciencia, autodefensa, técnica y artística y de fortalecimiento para las mujeres, en el Municipio de Oaxaca en México, con la que se pretende brindar a las mujeres de agencia para la construcción de su propia autonomía y con ello, abonar a la erradicación de las condiciones de exclusión social, económica, laboral, educativa, política, a los índices de lesbo-homofobia y violencia feminicida que viven las mujeres. Es una propuesta escolarizada gratuita, que se lleva a cabo en trece semanas y aporta a la educación popular feminista con una innovadora propuesta metodológica de cinco módulos, articulados entre sí a fin de resignificar el deber ser desde lo personal, lo teórico y lo práctico:
1) Formación Lésbica Feminista, donde historizamos la violencia hetero patriarcal senti-pensada desde la cuerpa-territorio[2] para sanarla, y hacer acción
«La escuela me ayudó mucho para resignificar muchas construcciones sociales que por muchos años me parecían normales… y sobre todo logré la formación política feminista y anti-capitalista, teóricamente me sembró las ganas de conocer más a acerca de la ideología feminista, que es lo que actualmente hago, leer a feministas. En la práctica he cambiado mi forma de actuar y en gran medida el lenguaje que utilizo para nombrar las cosas.” (Galindo, 4ta gen.)»
Además de la reflexión teórica sobre la opresión hetero-colonial-patriarcal, los talleres vivenciales de Sexualidad y geopolítica del placer y de Sanación de la violencia, aportan a la reapropiación de nuestras cuerpas y placeres y pensarnos en colectivo para resignificar nuestras potencialidades.
«El hecho de detenernos a mirarnos a los ojos, reconocernos como mujeres en una misma situación de opresión y a la vez tratando día a día de salir de ella, darnos cariño como si fuéramos bebés significó mucho para mí, porque no hay muchos espacios donde se de este tipo de contacto cariñoso y sororario» (Susana R. 3ra gen.)
2) Autoconciencia, es una herramienta de reflexión y análisis en pequeños grupos, sobre la experiencia cotidiana, para desmontar las cargas emocionales que el machismo ha impuesto a las mujeres, y rescatar los conocimientos no reconocidos.
«Me ayudaron a quitar culpa de algunas cosas que me pasaron, entendí que como mujer no soy culpable de los acosos, abusos y violaciones a mi persona» (Ana Martina R.1ra gen.)
3) Autodefensa, técnicas físicas, psicológicas y de actitud para la autoprotección, útiles para prevenir y defendernos de los patrones de agresiones más frecuentes contra las mujeres (acoso sexual, violación, etc). La autodefensa no es sólo la dimensión física. Nos permite deconstruir mitos que nos convierten en inútiles y recuperar el poder personal, la seguridad interior, la confianza en nosotras mismas, la autoestima; condiciones para la construcción de la autonomía y la libertad.
«El estar siempre alerta, el que nosotras nunca tendremos la culpa de ser violentadas, el no dudar en defendernos, el que lo importante no es la fuerza sino la técnica, que es necesario estar en constante práctica» (Areli G., 1ra gen.)
4) Con Reparaciones básicas para el hogar traspasamos a las mujeres la capacidad de apropiarse de los conocimientos técnico-manuales, el manejo y uso de las herramientas, y de resignificar el ‘no puedo’, a través de localizar, entender y reparar averías básicas pero cotidianas propias del hogar en torno a la electricidad, plomería y el gas.
«Sobre todo en relación a plomería, me sentí capaz de desarmar y armar el material, limpiarlo y dejarlo solucionado. Jamás lo había hecho antes. » (Ita J., 3ra gen.)
5) Con Arte de la desobediencia, mediante distintas disciplinas artísticas (hip-hop, teatro, poesía, producción radiofónica, producción de fanzines, fotografía, etc.), se genera la creatividad subversiva y disidente que invita a desmontar la carga cultural patriarcal, sexista y discriminatoria instaurada en los discursos y disciplinas artísticas, así como aportar herramientas creativas artísticas como medios de expresión para la sanación, sensibilización, denuncia y la acción política en general.
«Replicaré la experiencia con las mujeres de mi comunidad Santiago Tenango, de hecho, ya lo estoy aplicando, pero también motivando y ayudando a todas las mujeres que conozco” (Vanessa 4ta)»
Después de cuatro años de camino andado, cinco generaciones y 166 egresadas, la Escuelita se ha consolidado. Las mujeres manifiestan que la Escuelita les cambia la vida. Principalmente en su perspectiva colectiva y despatriarcal. Ser parte de una comunidad de mujeres que puede trabajar armoniosa y afectivamente. Varias de ellas han generado iniciativas propias, han creado grupos de lecturas, de deporte, han dado continuidad a la autoconciencia y autodefensa, se han generado grupos de amigas, de manada, de espacios para el autosustento, recreación y creatividad, han dinamizado el movimiento feminista oaxaqueño, y también el vasco.
Ahora contamos con ‘un espacio rentado’ donde empezaremos a proyectar de manera más amplia la construcción de autonomía con, por y para las mujeres, de consolidación de redes, de intercambio de saberes, de transformación y transgresión, de crecimiento y fortalecimiento individual y colectivo!! La alegría se nos desborda junto al agradecimiento a todas las colaboradoras, aliadas, colectivos y voluntades que han hecho posible hacer realidad este sueño.
La Escuelita es un espacio abierto que fomenta el intercambio y la retroalimentación con otras mujeres del mundo que quieran conocernos e intercambiar conocimientos y habilidades. Su metodología innovadora, integral y de alto impacto es reproducible en cualquier lugar del planeta (con sus adaptaciones locales), así es que las invitamos a buscarnos y encontrarnos:
Correo electrónico: escuela.libertad.mujeres@gmail.com
Celular & WhatsApp: + 00 52 1 951 292 35 67
Facebook, Youtube y Archive: escuela para la libertad de las mujeres
Web: escuelalibertadmujeres.org
Campaña de radio “Voces Revulvacionarias”:
archive.org/details/@escuela_para_la_libertad_de_las_mujeres
[1] Centro de Documentación y Archivo Histórico Lésbico “Nancy Cárdenas”
[2] Espacio corpo-geopolítico que refiere la cuerpa biológica de cada mujer, la cuerpa política del colectivo mujeres y al Abya Yala, todas como territorio de interés geopolítico para la explotación económica y/o sexual.