Manuel Martínez Ibáñez

Peppermint ha sido una concursante del programa de drags Rupaul’s Dragcon 2017. Una de las pocas mujeres trans del concurso.

 

En respuesta al artículo “Vómito marica“.

 

Querido vomitador marica. Maricas somos todos.

Me encanta que hables de conceptos de “espacios seguros” y “espacios feminizados”.  No sé qué habríamos hecho sin las mujeres hasta ahora, sin ellas no estaríamos donde estamos, las cosas como son.

También me encanta que saques a relucir nuestras situaciones de la vida diaria, donde cada vez que nos damos un beso con nuestro novio todo el vagón del metro se gire y se produzca un silencio. Sí, eso sigue pasando. Seguimos siendo especímenes raros que a la gente le encanta ver. A otros no tanto y por eso nos siguen agrediendo.

Sin embargo, no estoy de acuerdo contigo en esta división de maricas que haces. Parece que estás jugando en una competición de “a ver quién es más marica”. Deberías aprender de la lucha feminista: luchan por muchas cosas, pero sobre todo por la diversidad de la mujer, porque son inclusivas en su lucha. Las mujeres, sean como sean, son mujeres, y desde un punto trasversal le afectara en cada área de su vida.

A los maricas nos pasa lo mismo. A mí me parece genial que veas Rupaul, me da igual si tienes pluma o no, me da igual si quieres ser drag o no, y me da igual tu estilo de vida. Cuando lucho por los derechos del colectivo, también lucho por los tuyos.

El capitalismo y la moral me afectan día a día, y si mezclas temas, hazlo de una forma transversal, porque somos muchos los que no cumplimos los estereotipos gay-normativos y ya por eso nos sacáis fuera del colectivo. Y mira, eso no.

Luchemos juntos, de la mano, tu con tu pluma y tacones al más estilo Rupaul, y yo con mis zapatillas deportivas y gafas de chico de periferia.

Porque maricas, somos todos.