La energética que visibiliza el fútbol
Iberdrola, investigada por alterar el precio de la luz, que corta el suministro a personas precarias y que genera importantes conflictos y problemas medioambientales en América Latina, patrocina desde hace meses el fútbol femenino. ¿Este patrocinio es el que explica el auge del fútbol femenino o su actual visibilidad se corresponde con una transformación de mayor calado deportivo y social?
Una transnacional investigada por alterar el precio de la luz, que corta el suministro a personas precarias y que genera importantes conflictos y problemas medioambientales en América Latina patrocina desde hace meses el fútbol femenino, hasta ahora ninguneado. Las preguntas son necesarias: ¿la energía de Iberdrola es la que explica el auge del fútbol femenino o su actual visibilidad se corresponde con una transformación de mayor calado deportivo y social? Y más allá del corto plazo, ¿el fútbol femenino sacará réditos de este mecenazgo o el gesto se quedará en un apoyo puntual por parte de la compañía? Por cierto, ¿qué hace una energética en el fútbol femenino?
La transnacional afirma en su página web que “desarrolla diversas actividades de acción social y concienciación” a raíz de su patrocinio futbolístico, que “con la iniciativa Mujer, Salud y Deporte, Iberdrola se sitúa a la vanguardia del apoyo al deporte femenino y contribuye a impulsar una fuente de valores positivos para una sociedad más saludable, igualitaria y justa”.
¿Saludable? No todos tienen claro que las motivaciones e intenciones de Iberdrola sean tan loables. Como apunta Greenpeace, se trata de la principal empresa que ataca el desarrollo de las renovables en España. Y que —añade la ONG— “con todo su poder, influye en la legislación para que favorezca la energía sucia (gas, carbón, uranio), el verdadero negocio”.
¿Igualitaria? Por lo pronto, solo hay cinco mujeres en su consejo de administración, conformado por diecisiete personas. Paritaria, poco. Y en 2010, menos de un tercio de la plantilla eran mujeres, según el informe ‘Las multinacionales en el siglo XXI: impactos múltiples. El caso de Iberdrola en México y Brasil’, del profesor de la UPV/EHU Luis Miguel Uharte Pozas.
¿Justa? ¿Acaso es justo cortar la luz a las personas más vulnerables o pagar comisiones para conseguir contratos para su negocio de ingeniería, según se ha denunciado? ¿Es justo desplazar a personas campesinas para construir una megarrepresa e inundar una vasta zona de la Amazonia? Tal vez también habría que tener en cuenta el detalle de que la Audiencia Nacional, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, le haya abierto una vía penal por un presunto delito de manipulación del precio de la luz, justo cuando hace más frío y hay que tirar de radiadores, calentadores y demás electrodomésticos. Entre enero y junio ganaron 1.518 millones de euros. Su presidente, Ignacio Sánchez Galán, se embolsó 4,6.
Pero, volviendo al fútbol femenino, lo cierto es que sí que ha ganado visibilidad en el último año y que la presencia de Iberdrola es una de las claves (¿la más importante?) para explicar este auge: además de la emisión de partidos en Gol TV, las radios informan de los resultados, los periódicos deportivos han sacado esta información de los breves y los medios de tirada general dedican con relativa frecuencia crónicas amplias al fútbol femenino. ¿El precio merece la pena? Las preguntas a partir de aquí darían para otro reportaje: por ejemplo, ¿ha servido el dinero de Iberdrola para mejorar las condiciones laborales de las deportistas?
Este texto ha sido publicado en el número 5 de #PikaraEnPapel. Se puede conseguir en la tienda online.