Juguetes sexuales sostenibles
Ecológicos, veganos o económicos. ¿Cómo conciliamos juguetes eróticos con nuestros criterios de consumo responsable? Damos algunas ideas.
Te encantan los juguetes sexuales, pero puede que a menudo su uso te haya provocado algún dilema. Si practicas el veganismo, por contener ingredientes o materiales de origen animal. Si te preocupas por el medio ambiente, te inquietará el consumo energético o los residuos que generan. Tal vez estés intentando consumir menos, y eso entra en contradicción con arrasar con tu tienda erótica preferida. Y luego está la cuestión económica, porque los productos de calidad se pagan. ¿Buscas alternativas? Aquí van algunas.
El juguete perfecto
¿Existe el juguete perfecto, que sea a la vez eco-friendly-vegano-do-it-yourself (hecho por ti)? ¡Claro! Al pensar en juguetes sexuales se nos pueden olvidar nuestras propias manos. Es un juego de ida y vuelta: tus dedos te estimulan, pero también vas conociendo mejor cada centímetro de tu cuerpo. ¿Ya te conoces demasiado bien? Prueba entonces a cambiar las sensaciones usando lubricantes.
Todo puede ser un juguete erótico
Tu cama, tu sofá, los cojines… todo en tu casa es potencialmente erotizable. Incluido el chorro de la ducha. De lo más limpio.
El vibrador secreto
La opción más casera es usar tu cepillo de dientes eléctrico… ¡Eso sí, no lo uses del lado del cepillo! Y utiliza un condón.
Condones y juguetes veganos
En la fabricación de los condones (como de otros plásticos) se utiliza caseína, derivada de la leche. Por lo que, si has optado por el veganismo, ya sabrás que las opciones más recomendables son las marcas Pasante, Confortex y otras… OhLilith tiene una selección de condones veganos. Esta tienda erótica se ha especializado en que todos sus productos sean veganos.
Ftalatos
Son el equivalente al aceite de palma en los juguetes sexuales. El aceite de palma hace que todo esté más rico, pero a costa de tu salud. Los ftalatos hacen los juguetes, y plásticos en general, más suaves y con mejor olor… a cambio de una amplia variedad de consecuencias médicas, desde alteraciones hormonales a dermatitis, alergias, cáncer y malformaciones en fetos. ¿Hay solución? Sí.
Buenas vibraciones y materiales alternativos
Las marcas recomendadas por usar silicona médica son LELO y Fun Factory. En los dildos, se recomiendan la silicona médica (BS Atelier), vidrio, madera o acero. Se pueden encontrar, por ejemplo, en Los Placeres de Lola o amantis. Pussy Bat se ha especializado en los de madera.
Lubricantes
A la hora de elegir lubricante, cada quien debe valorar a qué le da más prioridad: ¿a las sensaciones?, ¿al tiempo que tarda el cuerpo en eliminarlo?, ¿a que no deje manchas permanentes en las sábanas, como con los lubricantes de silicona? Su mayor problema son los productos químicos que se usan en su elaboración. Por eso, la recomendación más sencilla, en lugar de llevar apuntada una larga lista de productos químicos, es buscarlos con la etiqueta “bio”. De nuevo, se pueden encontrar en Oh Lilith!, amantis y Los Placeres de Lola. Entre las opciones veganas, OhLilith!, Pjur o BioGlide. Recuerda que si quieres mezclar lubricantes y látex, tienes que utilizar lubricantes con base de agua. Si no hay látex de por medio, los lubricantes con base oleosa son una buena opción porque son muy, muy agradables. Recomendamos el aceite de almendra o de coco porque los de silicona, aunque la dan una sensación maravillosa en la piel, es maravillosa, los de silicona destrozarán tus dildos y vibradores de silicona, su composición tiene más químicos tóxicos y al cuerpo le lleva un tiempo eliminarlos.
¿Y el aceite de oliva? Una opción muy ibérica si no te resulta un olor desagradable o porque directamente lo asocies más con las ensaladas que con la cama. Eso sí, recuerda que no es buena compañía cuando hay látex de por medio.
De la huerta a tu mesa o a tu cama.
Parece la imagen típica cuando pensamos en dildos caseros y ecológicos: pepinos, calabacines, zanahorias… Una vez hayas elegido si acabarán en tu ensalada o en tu cama, utiliza un condón con los segundos. En penetraciones anales la opción más segura son los butt-plugs (juguetes diseñados para ser insertados en el ano y estimularlo), porque tienen un tope que impide que se nos vayan de las manos y que, con el susto, nos cueste sacarlos.
Hazte tu propio arnés
Si no has optado por uno de los arneses veganos y de reciclaje de marcas como Klink, Sportsheets o Fetish Fantasy (todos ellos en Oh Lilith!), puedes hacerte un arnés en 3 minutos con un par de fulares y tu dildo. Puedes ir a YouTube y seguir las instrucciones del vídeo ‘DIY Strap-ons with Louise’ (en inglés, pero fácil de seguir).
Energías más o menos limpias.
Si nuestros juguetes tienen algún motor necesitarán energía. Las opciones más habituales son las baterías, las pilas o un enchufe. En los tres casos, el consumo de esa energía tendrá un impacto proveniente de los materiales utilizados en la elaboración de pilas y baterías o, en el caso del enchufe, por la fuente de esa energía que utilizas. En nuestro país, dos tercios de la electricidad que consumimos se derivan del petróleo. La única solución sería usar vibradores solares, que también los hay, como los de la marca Babeland.
Nota: Las frutas, verduras y aceites utilizados en estas fotos provienen de agricultura ecológica y de proximidad, cultivadas en condiciones laborales dignas.
Este texto ha sido publicado en el número 5 de #PikaraEnPapel. Puedes precomprar el número 6 aquí.