Fátima y Faiza
En este reportaje en vídeo de Lucía Mbomío, conocemos a dos refugiadas sirias en Líbano, una profesora y una niña que estudia con ella. Con su testimonio y su actitud vital, ambas transmiten que son mucho más que víctimas de una guerra.
Líbano es uno de los lugares del mundo que mayor cantidad de personas refugiadas acoge. Alrededor de un millón y medio de personas sirias viven ahora ahí, lo cual representa un cuarto del total de la población del país. Muchas de ellas residen en asentamientos que, tras ocho años de conflicto, hace mucho que dejaron de ser provisionales.
Visité Ash Shamal, en Trípoli y ahí, conocí a Fátima, una profesora que tuvo que salir de Homs, su ciudad, con lo puesto. Ha retomado su profesión en una escuelita construida por URDA, la ONG que gestiona el campo y forma a niñes, como Faiza que, de esta forma, pueden continuar con el tipo de sistema educativo que conocieron. A Fátima, trabajar le recuerda que es mucho más que la víctima de una guerra, es alguien capaz de transmitir conocimientos en una situación de precariedad máxima y, además, es quien lleva el dinero a su hogar.
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