Ane fue a la ginecóloga por un problema en la vagina.
Le dijo que tenía el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Ane quería información sobre el tema
pero la médico le hizo muchas preguntas sobre su vida sexual
y parecía que la estuviera juzgando.
No se creyó la respuesta cuando le preguntó
el número de personas con que había tenido relaciones sexuales.

Ane tuvo que escuchar en esa consulta frases como éstas:
“Seguro que son más personas de las que dices”.
“No puedes hacer nada; estate tranquilita una temporada,
que bastante has hecho ya”.
“Has hecho mal en buscar información por tu cuenta”.

La infección de Ane podía ser grave, así que la operaron.
Pasó 2 años sin tener relaciones sexuales con nadie.
Tenía miedo a contagiar y a contarlo, a dar explicaciones.
Se sentía culpable y avergonzada.
Tener sexo con naturalidad era muy difícil.

A María también le diagnosticaron el VPH.
La ginecóloga la asustó mucho con información
sobre cáncer de cuello uterino, biopsias…
Y le dijo frases como:
“Las chicas hoy en día son muy promiscuas, tienen muchas parejas”.
“Lo mejor para no coger el virus es tener una pareja y ser fiel”.

María también se sintió culpable, con miedo a tener cáncer.
Como te tratan y te explican la enfermedad hace que sientas
que es tu culpa y que has hecho algo malo.

Malas y buenas experiencias

Celina tuvo una experiencia diferente con el médico que la atendió.
Nunca sintió que la estaban juzgando
ni se siente culpable por tener el virus.
Sabe que es algo normal que te puede pasar o no,
si tienes relaciones sexuales.

Ginecólogas expertas en estos temas creen
que en las consultas tendría que haber un protocolo
de cómo informar a las mujeres de la enfermedad:

• con mensajes de tranquilidad, sin hacer un drama
• con empatía, sin hacer sentir culpable a la mujer
• aclarando que la mayor parte de los casos se curan solos

También creen que el VPH se está utilizando:

• para poner en cuestión la libertad sexual de las mujeres
• para crear alarma por intereses de la industria farmacéutica y su vacuna.

Los datos dicen que este virus es muy controlable.
Se detecta con una citología y se recomiendan revisiones cada 6 meses.
El 70% de las mujeres con vida sexual activa lo padece a lo largo de su vida.
El 92% de los casos se supera sin tener que intervenir u operar.
Si no desaparece, se puede desarrollar pero muy lentamente, en unos 10 años.