La industria de la moda rápida
Adaptación del reportaje de Keren Manzano “Los rotos de la industria fashion” a los criterios de lectura fácil (LF) por Lectura Fácil Euskadi Irakurketa Erraza. Recomendamos su lectura en un ordenador por su mejor adaptabilidad.
Todas las personas compramos ropa
y cada vez lo hacemos con mayor frecuencia.
Antes había 2 grandes temporadas de moda al año:
ahora podemos comprar ropa nueva cada semana.
Esto se llama “fast fashion” o moda rápida.
La publicidad y los medios de comunicación
animan a comprar ropa aunque no se necesite.
Esta ropa muchas veces está confeccionada
por trabajadoras de países asiáticos o africanos.
Son mujeres que trabajan mucho y cobran poco.
El sueldo no les llega para comprar comida y ropa,
pagar la vivienda, la educación y la atención médica.
En cambio, la ropa después de hecha, la distribuyen empresas
que ganan mucho dinero cuando la venden.
Hay personas que niegan que haya explotación laboral.
Aseguran que las trabajadoras de esas fábricas eligen trabajar
en estas empresas porque es la mejor opción que tienen.
La realidad es que muchas veces no tienen más remedio
que aceptar estos sueldos bajos y estas malas condiciones.
Las grandes marcas de ropa son empresas que cambian de lugar cuando lo desean,
dejando sin trabajo a centenares de personas.
Inditex es la compañía de ropa más grande del mundo.
Es una empresa española.
Algunas trabajadoras aseguran que las condiciones laborales
de Inditex fuera y dentro de España tampoco son buenas.
La industria de la moda es contaminante y poco segura
La moda es la segunda industria que más contamina del mundo.
La primera es el petróleo.
Para fabricar más ropa se necesita mucho algodón
y para que haya más cosechas se usan fertilizantes y pesticidas
que pueden provocar enfermedades como el cáncer.
En el año 2013 murieron 1.130 personas en Bangladesh
al derrumbarse la fábrica textil Rana Plaza.
Ahora hay más normas sobre medidas de seguridad en estas fábricas,
pero muchas veces no se cumplen.
Las marcas de ropa dicen que no son responsables de la seguridad
porque no son propietarias directas de las fábricas.
Las personas consumidoras podemos cambiar esta situación
cambiando nuestra manera de comprar y usar la ropa.
Cuidando más la ropa que ya tenemos
y llevándola durante más tiempo.
Dando nuestra ropa usada a organizaciones que la reciclarán y darán otros usos.
Comprando y usando ropa de segunda mano.
Comprando ropa sostenible,
que es la que fabrican empresas
que no explotan a trabajadoras
y que respetan el medio ambiente.
No comprando ropa si no es necesario.