“Hay que perseguir a las falsas mujeres maltratadas”, afirmaba unos de los jueces que condenaba a Juana Rivas por sustracción de menores.

Chicaza

Parte de la Sentencia de Juana Rivas.

Francesco Alcuri, padre de los hijos de Juana Rivas, fue CONDENADO por MALOS TRATOS en 2009. Según la SENTENCIA Juana Rivas fue golpeada repetidamente hasta necesitar asistencia médica.

En 2016 Juana Rivas vuelve a interponer OTRA DENUNCIA por malos tratos contra Francesco Alcuri que se queda archivada en un cajón. No avanza, ni se toman medidas cautelares.

En agosto Juana comunica a Alcuri que se va a ir para no volver, huye con sus hijos de Italia a España, esperando llamar la atención de la justicia de su país con respecto a su DENUNCIA CONGELADA en Italia.

Alcuri presenta una denuncia contra Juana por sustracción de menores.

La denuncia por maltrato de Juana permanece congelada mientras que la de sustracción de menores de Alcuri avanza a pasos agigantados.

Así, la justicia no tiene en cuenta la CONDENA por malos tratos en 2009 contra el ahora denunciante, ni la querella “en curso” interpuesta contra él en 2016. No se toman medidas cautelares, si no que se resuelve a favor de Alcuri que se le otorgue la guardia y custodia de los hijos. Quedando el ya condenado por maltrato con una denuncia pendiente de resolución, a cargo de los menores

Hoy el El Juzgado de lo Penal 1 de Granada condena a Juana Rivas a cinco años de cárcel, la priva durante seis años de ejercer la patria potestad con sus hijos, la obliga a indemnizar a Francesco Alcuri con 30 000 euros y también a pagar las costas del proceso.

También la señala como “falsa mujer maltratada”, secuestradora y alimenta la idea de mala madre.

La Fiscalía admite que las denuncias falsas son insignificantes, un 0,0079%, es decir 164 de las 913118 causas interpuestas entre 2009 y 2015. Hay que tener en cuenta que ni siquiera se denuncian todas las agresiones machistas, y que cientos de mujeres mueren cada año víctimas de la violencia de género.

Me remito a los hechos de los que hay datos para concluir que la mujer maltratada esta desprotegida ante una justicia que no le presta auxilio cuando denuncia, e inmovilizada ya que si huye y lo hace con sus hijos es condenada por sustracción de menores.

El alcohol y las drogas son atenuantes en violaciones y agresiones machistas. Pero una condena por maltrato y una denuncia en curso no son ni atenuantes ni razón de alarma en el caso de una mujer que declara haberse llevado a sus hijos sin el consentimiento del agresor “porque estaba huyendo del maltrato”.