Chicaza

Videoclip Stereosexual de Mecano

Nadie dijo que la música tuviera que ser políticamente correcta. Te puedes cagar en la monarquía, en Dios y hasta decir mariconez en una canción porque quizás necesitas decir eso para contar la historia que quieres contar o retratar al personaje que quieres retratar.

“Quédate en Madrid” la canción de la controversia esta escrita desde la forma de sentir y de pensar de un hombre heterosexual al que le han enseñado que mostrar sus emociones no es cosa de hombres, el clásico “los chicos no lloran tienen que pelear” y al que el amor está cambiando. Así, resulta verosímil que el personaje pronuncie la palabra mariconez en lugar de estupidez. Precisamente mariconez enmarca al personaje, nos ayuda a entender de dónde viene, qué lleva en su “mochila” y por qué se siente como se siente. Así, la palabra no está escrita al azar sino que el autor la ha puesto con una intencionalidad, algo que los concursantes no han sabido interpretar.
La canción no es acerca de los intérpretes, María y Miki, si no del personaje. Centrar la atención como han hecho ellos tan solo en la palabra mariconez ofrece una visión sesgada de la historia, que distorsiona el tema hasta el punto de hablar de él como si se tratase de una apología de la homofobia, y hasta el punto también de retratar a Mecano, un grupo que escribió y cantó “Mujer contra Mujer” cuando nadie escribía ni cantaba acerca de la homosexualidad, como un grupo homófobo. Mecano contribuyó a la lucha contra la homofobia creando ese himno que ha sido radiado, cantado y versionado hasta la saciedad, traspasando fronteras, en un contexto en que ser homosexual era tabú. Un contexto mucho más hostil que el de los concursantes de OT.
También hablaron del SIDA en “Amante de Fuego” cuando nadie decía ni mu y volvieron a hablar de la homosexualidad con “Stereosexual”. Esa es la sinopsis de la contribución de esta banda a una sociedad más igualitaria, inclusiva y libre. Hoy la nueva generación tilda a sus componentes de pollasviejas, homófobos y demás incoherencias basadas en la opinión de dos jóvenes que quieren ser intérpretes sin salir de su zona de confort al encontrarse con un personaje que no habla de ellos mismos.

No dudo de la buena intención de los concursantes pero si de la base sobre la que se fundamenta su discurso; la desinformación. Por eso no es de extrañar que los seguidores a favor de los concursantes afirmen que, el público en plató el día de la gala coreando la palabra estupidez al final de la actuación, les representa.