La mayor parte de los hogares que cuentan con un solo progenitor en el Estado español están encabezados por madres. En concreto, y según las cifras del Instituto Nacional de Estadística, de los casi dos millones de estos hogares registrados en España, el 81,1 por ciento corresponderían a madres solas. De estos, el 52 por ciento se encuentran en riesgo de pobreza, con una diferencia de más del doble respecto a los encabezados por hombres, con 25 por ciento. Así lo señala el informe ‘Las familias monoparentales en España, una retrospectiva’, presentado por el Instituto de las Mujeres.

La directora del Instituto, Beatriz Gimeno, señala que las causas de esta pobreza se encuentran en peor situación de las mujeres y sus dificultades para acceder al mercado laboral, la temporalidad o la precariedad de su trabajo, así como la situación de desempleo, haciendo referencia al informe ‘Madre no hay más que una: monoparentalidad, género y pobreza infantil’, realizado por el Alto Comisionado Contra la Pobreza Infantil en España.

Según el informe presentado por el Instituto, los hogares que cuentan con un solo progenitor registran una tasa de riesgo de pobreza del 46,8 por ciento frente a la media 25,3 por ciento del total de familias. Además, la carencia material severa afecta en mayor medida a este tipo de hogares, con un 9,5 por ciento de incidencia respecto a la media total del 4,6 por ciento.

La investigación concluye que la feminización de la pobreza se materializa en este modelo familiar, donde las madres solas tienen un riesgo de pobreza monetaria del 45 por ciento, frente al 29 por ciento de los hogares encabezados por hombres.

A pesar de las cifras, la realidad familiar de este tipo de hogares sigue siendo invisible en las políticas y en los marcos normativos que protegen derechos y dan respuesta a las familias en general. Tan solo cinco comunidades autónomas han reconocido legalmente la monoparentalidad como una realidad familiar específica. Esto sitúa a este modelo familiar entre uno de los más vulnerables en la actualidad.

Conciliar los cuidados con el trabajo durante la pandemia

Esta situación de precariedad se ha visto agravada por la pandemia, al no existir en estos hogares la posibilidad de repartir las tareas domésticas, lo que dificulta que puedan acogerse a las medidas de conciliación empresarial como el resto de familias. En este punto, el estudio recoge y analiza los datos ofrecidos por diversos informes como el noveno informe de ‘Monoparentalidad y Empleo’ de la Fundación Adecco (2020) que señala que el 80 por ciento de las mujeres que encabezan familias monoparentales ha visto empeorar su situación económica y laboral durante la pandemia, y que el 24 por ciento afirma que la crisis económica de la Covid-19 ha afectado a la cobertura de sus necesidades básicas: alquiler, alimentación o ropa.

Las mujeres han tenido un 20 por ciento más de fatiga mental y un 16 por ciento más de estrés que los hombres durante las jornadas de teletrabajo, debido a la mayor dedicación a las tareas de cuidados. En el caso de las madres solteras, estos datos ascienden hasta el 33 por ciento y el 18 por ciento respectivamente.

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