La editora que lucha desde la trinchera hecha libro
Sol Salama, la cabeza y el cuerpo detrás de Tránsito, tiene claro que publicar a mujeres no es una filosofía editorial, es más bien un principio político.
Sol Salama hizo del duelo una editorial. Ante la muerte de su referente, un padre guía y lucero, Sol podía seguir amontonando la angustia y el dolor o transformar toda esa energía en algo precioso y meritorio como una editorial. Puede que fuera el sueño de un padre y una hija, pero el destino es un cuchillo afilado, y cortó la vida del padre en seco. Sol juntó su parte de herencia y piscina sin agua se tiró de bomba. Lo de piscina sin agua, lo de editorial suicida, se lo advirtieron en el máster de edición que hizo después de aparcar las cámaras y su carrera como fotógrafa: “Una editorial que publicase solo a mujeres les parecía suicida”. Podemos afirmar que Tránsito, con logo doble cara del perfil del padre de Sol, es la editorial suicida con más luz y vida de la órbita (también en el logo).
“Tránsito es mi manera de entender los libros. Un viaje, un despegue de un lugar a otro. Me decían que incluso sonaba a muerte, pero a mí me evoca desplazamiento, y qué es sino los libros”. Salama tiene claro que publicar a mujeres no es una filosofía editorial, es más bien un principio político. Las mesas de novedades siguen estando repletas de nombres en masculino, y tengan coño o pene, las mujeres tienen que ir echando codazos para hacerse los huecos en la literatura. “Mi feminismo es el más radical, esa es mi ideología política. He estado años gritando en las calles, y ahora, mi frente se llama libros”. A pocos meses de la muerte de su padre, decidió, manta a la cabeza, buscar historias que al leerlas el corazón le contrajera: “No rehúyo de la polémica, me gustan los debates, lo subversivo. En los libros que edito hay memoria, hay reflexiones, hay literatura del yo y hay infinitos abismos y temas incómodos”. Puede que la fórmula de la primera persona (aunque no solo publica libros con esta voz) sea la manera más directa de entrar en las emociones y activar la empatía de los lectores. ¿Puede una editorial publicar libros que corten y hagan sangrar? Pues sí, se llama Tránsito.
Sol viene de una familia de artistas, la madre pintora y el padre profesor de literatura. “Tuvimos que pedir que nos hicieran una escalera para llegar a los libros de la pared, en la biblioteca teníamos los libros en doble fila. Tuvimos que crear un sistema para poder encontrarlos. Los libros han sido mi mayor herencia. Viene de ahí mi obsesión y mi amor por ellos”. Recuerda que de lo primero que leyó fue El diario de Ana Frank y que su padre le puso en camino de Judith Butler en la adolescencia: “Yo no entendí nada y se lo dije, su respuesta me marcó: sigue leyendo. En el instituto me pasaba unos libros que me explotaban la cabeza. Me pasó a Agustín García Calvo y de él lo he leído todo, y también me pasaba a Gil de Biedma. Él fue el primero que me habló del feminismo”.
“Estudié traducción y ahora me paso la vida leyendo en francés y en inglés. Así que, dentro de un desorden, todo tiene sentido. Aunque puede que traducir sea lo único que no hago en mi editorial”. Esta mujer orquesta lleva los contratos, el boli rojo y las correcciones de estilo, la maquetación, la prensa y las redes sociales. Un trabajo apasionante que ocupa horas y horas del día y de la noche. Ahora mismo ella es la editorial, aunque, si sigue creciendo tanto como estos dos años y medio, pronto tendrá que ir ampliando manos colaboradoras. Fue la hermana de Sol, Donna Salama, quien se encarga del diseño, ella también viene de la fotografía y ambas idearon un concepto minimal con un juego fotográfico en cubierta. La estética hace que en una librería los libros brillen.
“No estaba preparada ni hecha a la idea para tanto éxito tan pronto, pensaba que en un sector tan competitivo y con tanta competencia hacerse un hueco sería misión casi imposible. Yo no tenía las manos tan firmes para manejar un barco tan deprisa y con tanta carga. Así que estoy muy agradecida que las cosas vayan bien, que cada día se sumen lectoras y que los textos que publico abran ventanas para respirar”. El curro y los éxitos le salen por las orejas, y ella rema para seguir aprendiendo y navegando con su Titanic en época de esplendor. Aunque Sol está de jefa de cocina y con restaurante propio, ya había manejado fogones en Random House aprendiendo del editor David Trías, del que se muestra muy agradecida y afortunada por haber sido discípula.
Cuando empezó con la editorial, casi tres años atrás, y ahora 14 libros publicados, no tenía amigos en el sector. “Siempre me he juntado con gente de la música. Ahora he hecho muy buenas migas, y son mis consejeras y amigas Marta Sanz y Edurne Portela. Las escucho y me gusta intercambiar”. Sol sigue extrañándose de la poca cooperación que hay entre editoras e editores, incluso le parece que cuando era pequeña y se iniciaba le miraban con paternalismo pero le miraban, ahora puede que éxitos como Las madres no o La azotea susciten más envidia que halagos y compadreo. “Mi feminismo empieza por ayudar a todas mis compañeras. Y cada día, desde que me levanto, lo recuerdo. Hay que hacer todo lo que se pueda por las demás”.
Sobre Madres no se ha escrito y hablado mucho (sobre todo en redes), incluso la escritora Aixa de la Cruz dijo: “Podría parecer que ya se ha dicho todo sobre la experiencia de la maternidad y sus reversos más oscuros, pero Las madres no demuestra que quedan muchos rincones por alumbrar, y lo hace con rigor e inteligencia”. La historia de una mujer que va a ser madre y que se obsesiona con otra madre que asesina a sus dos mellizas. Este libro de Katixa Agirre es una bomba de relojería como La azotea, de Fernanda Trías, una mujer que no sale de casa y que, con demencia de por medio, tiene un hijo de su padre. Otro Tránsito desgarrador es el de Maria Campbell, Mestiza, una ardua vida plagada de alcoholismo, clasismo, violencia y prostitución. Estas semanas está la novedad Esta herida llena de peces, de Lorena Salazar, que viene recomendada por la escritora Fernanda Melchor: “Lorena nos lleva al corazón de la selva colombiana y nos muestra, con una prosa envolvente y adictiva, la sororidad en su estado más puro y los brutales contrastes de la naturaleza humana”. Sol nos adelanta que en abril publica La loca de la puerta de al lado de la italiana Alda Merini, y que lo que queda de año va a llenar las redes sociales, las críticas literarias y las reseñas de Goodreads de alta literatura escrita por mujeres.
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