Las Imprescindibles
La Plataforma Las Roldanas lucha por una revisión de la historia del arte con perspectiva de género, por una inclusión adecuada de las mujeres artistas en el currículo educativo de segundo de Bachillerato.
¿Alguna vez en la escuela, en el instituto o en la universidad te han habado del trabajo de Artemisia Gentileschi? ¿De Louise Bourgeois? ¿Clara Peeters? ¿María Blanchard? ¿Esther Ferrer? ¿Luisa Roldán?
Probablemente no. Probablemente sus nombres resuenen en tu cabeza sin ningún efecto o, si las conoces, es por tu propia voluntad de saber de sus obras y su labor. Y puede que aunque te explicase que son varias de las artistas, pintoras, o escultoras más importantes de la historia, no tuviese ninguna repercusión en tus conocimientos o en tu vida diaria.
En la que probablemente sí que pudiese influir es en la niña de 11 años que, en clase de educación plástica y visual, se da cuenta de la paz que le proporciona pintar, y de que probablemente es a lo que quiere dedicarse en la vida, pero, a medida que avanza su etapa escolar, se siente amedrentada viendo que los únicos que han tenido éxito en el mundo del arte, incluyendo la reciente etapa contemporánea del siglo XX y XXI, son todos hombres. ¿Qué puede hacer una niña pequeña contra Caravaggio, Gauguin o de Kooning?
Es posible que la ausencia de esta información también pudiese influir en el niño de 12 años que, fascinado por la historia, ve cómo varones valerosos y con talento trazan lo que serían los vestigios de la humanidad plasmado en sus creaciones, y que le da la suficiente confianza para creer que podrá lograr lo que se proponga, podrá cambiar la historia.
Pero en este contexto educativo, ¿dónde están las mujeres?
El conocimiento popular nos ha recordado una y otra vez que antes de la modernidad, las mujeres eran poco más que un jarrón decorativo que merodeaba por el hogar familiar, ocupándose de los hijos e hijas y relegada al oscurantismo de una vida doméstica sin más pretensión que la de mantener un entorno adecuado para su marido y criaturas. Ante esta reflexión, apoyada por la representación en la literatura, el arte, el cine y la historia, aceptamos que las mujeres no hicimos nada hasta el siglo pasado. No producimos nada, no creamos. No existimos.
A medida que mi educación avanzaba, seguían sin aparecer. En mi libro de Historia del Arte de segundo de bachillerato, de 519 páginas, no aparecía ninguna mujer artista, y nada era cuestionado. En la posterior etapa universitaria, en una carrera de artes puras, las artistas no corrieron mejor suerte. Incluso en asignaturas impartidas exclusivamente para arte contemporáneo, no se mencionaba a ninguna. En ese segundo año de carrera, en mi cabeza comenzaron a formularse cuestiones sobre si lo que necesitaba como profesional y como persona interesada en conocer una historia plural y transversal era lo que las instituciones educativas me estaban proporcionando. La respuesta fue claramente negativa.
En la actualidad, siete años después de que cursase Bachillerato, las mujeres artistas no han corrido una mejor suerte. En las asignaturas actualmente impartidas en Bachillerato de Historia del Arte no hay ninguna artista mencionada. Y aunque en las asignaturas de Fundamentos del Arte I y II sí que aparecen, el modo de hacerlo pone en evidencia la idea que el sistema, la educación y aquellos que han forjado sus bases tienen sobre el trabajo artístico con nombre de mujer. En el tercer bloque de Fundamentos II, invitan a la alumna a “comparar la obra pictórica de las pintoras Berthe Morisot y Mary Cassatt con los pintores coetáneos”. No es una puesta en valor estilística o formal. No se compara técnica, color, temática o concepto. Piden que compares mujer con hombre, lo secundario con lo principal, la aprendiza con los grandes maestros, para justificar su existencia y su presencia en el temario. Para que expliques por qué han tenido el honor de ocupar un lugar que podría ser el de un gran genio.
Por ello, cada integrante de la Plataforma la Roldana que se encuentra en un punto distinto del territorio español nos unimos con pasión a esta iniciativa que promovieron desde sus cuentas de Instagram Miriam Valera y Montse Amorós para que ninguna alumna se encuentre perdida y sin representación, como nos ocurrió a nosotras.
Porque creemos que además es de justicia honrar a esas artistas con su recuerdo y la puesta en valor de su trabajo, pues fueron las que nos abrieron el camino para conseguir lo que a día de hoy tenemos.
Porque contrariamente a lo que nos han enseñado, las mujeres pintamos nuestras manos en las cuevas paleolíticas, iluminamos y miniamos manuscritos medievales, y desafiamos los convencionalismos de una época hostil para ser artistas y pintoras de pleno derecho, hasta llegar a trabajar para grandes benefactores y casas reales.
Porque aunque no dispusimos de modelos del natural de desnudo en las academias hasta el siglo XX, eso no nos frenó en nuestra calidad y producción artística.
Y porque aunque a lo largo del tiempo muchos hombres firmaron con su nombre nuestro trabajo, es hora de que se haga justicia en su memoria, en su calidad artística y en su valor.
Por todo ello, las Roldanas luchamos por una revisión de la historia del arte con perspectiva de género, por una inclusión adecuada de las mujeres artistas en el currículo educativo de segundo de Bachillerato, mediante la elaboración de catálogos descargables en los que incluimos a Las Imprescindibles una lista que, aunque algo ajustada, nos ha permitido incluir a algunas de las artistas más relevantes de la historia del arte, y que se encuentra a disposición de cualquier docente que lo precise. Para que ojalá ninguna chica vuelva a pensar que las artistas nunca existieron.
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