Fotograma del videoclip Esta marea.

No es difícil recordar -o suponer-, dónde estábamos el martes 24 de marzo de 2020. En nuestras casas. Encerradas. Llevábamos casi diez días de confinamiento, todavía con ganas de hacer planes caseros, de aplaudir y cantar en los balcones, de hacer comidas elaboradas y extendernos en la sobremesa, de hacer yoga, repostería, videollamadas, videoquedadas, videofiestas. No había mascarillas y teníamos que ir solas al supermercado. Algunas tenían que poner el cuerpo como cajeras, cuidando en casas, limpiando, repartiendo comida, etcétera. Otras se quedaban sin trabajo y sin cobrar. Otras trabajábamos más horas para informar, para hacer nuestros relatos. Compartíamos más tiempo con nuestras familias -elegidas, aleatorias, biológicas, las que fueran- o aquello que se empezó a llamar convivientes -tanta gente compartiendo piso sin otro motivo que la necesidad económico forzó a hablar en estos términos, unidad convivencial, convivientes, y otros términos del estilo-. Algunas se vieron encerradas en una casa que era su infierno, otros, hacinados por no tener casa.

El 24 de marzo de 2020 todavía no sabíamos de verdad lo que era la incertidumbre. No la incertidumbre puntual, sino vivir con ella continuamente como hacemos ahora. Lo que sí intuíamos era que, fuera hacia donde fuera aquello que estaba pasando, teníamos que seguir reforzando lo que siempre hemos querido reforzar desde los feminismos: las redes, las comunidades, los apoyos. Y ese 24 de marzo lanzamos el canal Cantar las 40, nuestra sección musical llevada por Mar Maiques (@mar_maiques) -alias DJ Maracas-, para conectarnos juntas a través de la música y de artistas olvidadas o conocidas, a las que siempre hay que disfrutar.

Comenzamos con envíos diarios pues la situación así lo requería. Algunos meses después -y hasta hoy-, tenemos envíos semanales. Las canciones van acompañadas de un pequeño texto que nos cuenta de ellas -de la artista, la canción, el contexto, lo que significó…- y, gracias a la música, hemos visitado ya lugares tan dispares como Pakistán, Polonia, Zambia, Sudáfrica, Australia, República Dominicana, Trinidad y Tobago o Chile. En estas cien primeras canciones, hemos escuchado cumbia, folk, reggae, jazz, samba, electrónica, rumba, funky, rock, soul, fado, milonga, canción de autora, flamenco, salsa, blues, son jarocho, rap, habanera, ranchera, bolero, reggaeton, calypso, kuduro, mapalé, bossa nova, cabaret, piano instrumental… y sí, también algo de pop.

Con esta sección, además de seguir acompañándonos y creando comunidad a través de la música, pretendemos “cantar las 40” al mainstream musical de las radio fórmulas que favorece mayoritariamente a LOS artistas o, como alternativa, el perfil “chica-blanca-joven-y-delgada-cantando-en-inglés”. Como sabemos, no hay arte que no sea político y hacer el esfuerzo de salirnos de la monocromía y monotonía musical que nos rodea, para buscar y conocer otras voces, otras vidas, otras luchas y otras texturas musicales es urgente y necesario.

Como un guiño a las que ponían el cuerpo para que el resto estuviéramos seguras en casa se publicó la primera canción, Las curanderas, de Laura Murcia. Un año y 9 meses después llegamos a la canción cien. Un tema combativo para seguir luchando por ganar espacios y liberarnos. Esta Marea es un tema de las raperas chilenas Dania Neko y La Deyabu junto a sus colegas mexicanas Masta Quba y MarieV. Según ellas mismas cuentan, la canción “visibiliza la lucha antipatriarcal y la realidad de los pueblos originarios y las minorías”. Que la disfrutéis. Y si todavía no formáis parte de Cantar las 40, podéis pasar por aquí si tenéis Telegram o por aquí si preferís Spotify.

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