El título de este artículo es medio verdad, porque no he escrito ni una línea del monográfico de Sexo que acabamos de sacar. Este monográfico me tocaba coordinarlo a mí. Pensaba escribir un reportaje sobre OnlyFans y vi que, como me suele pasar, iba a hablar de todo menos de sexo: de clase social, de poder, de dinero, de roles de género, de economías de plataforma y precariedad… Así me va. Empiezo con un hormigueo y acabo soltando tostones.

Podría decir que es porque el sexo se hace, no se habla, pero es mentira. No me lo creo ni yo. Primero, porque no lo hago tanto. Segundo, porque de sexo tenemos que hablar. Y mucho. Por ejemplo, ¿sabiáis que no está tan claro que el clítoris sea solo un órgano de placer y que su estimulación podría favorecer el embarazo? Esto nos cuenta Diana J. Torres en su artículo sobre los talleres de eyaculación en México.

Sí, sobre sexo nos queda mucho por hablar, recuperar y aprender. Por eso escogimos este tema para publicar artículos, entrevistas y análisis sobre distintas perspectivas de la sexualidad. Periodistas, sexólogas y psicólogas escriben artículos variados: una visión del BDSM como espacio de respeto máximo, contada en primera persona y con algunos recursos para quienes quieran empezar a realizar estas prácticas; una crónica histórica de Andrea Momoitio sobre lesbianas de los años 70 y sus batallas con la penetración; también un artículo de Mónica Quesada sobre el deseo como conexión y otro sobre la formación en sexualidad para luchar contra las violencias machistas que firma Izaskun Zarrandikoetxea. Mª Ángeles Fernández escribe sobre identidades sexuales que no están recogidas en las letras L G T B I Q, sino en el +. Entrevistamos a la historiadora Isabel Mellén para entender la iconografía sexual de las esculturas del románico desde una visión no patriarcal. Desmontamos clichés sobre cumplir con la norma, y también sobre la gente joven, esa a la que todo el mundo critica pero nadie conoce como Isa Duque (Psicowoman). Se habla de follar con el niño al lado, de sexualidad y maternidad, hay un cómic sobre cómo usar juguetes sexuales…

En este monográfico, además, estrenamos diseño. Señora Milton ha trabajado en una maqueta nueva que nos gusta mucho. Como siempre, no está todo lo que querríamos porque abarcar todas las perspectivas y temas es imposible. Pero hay que leerlo. La educación sexual es esencial para no reproducir patrones patriarcales, para no erotizar la falta de consentimiento. Para aprender a disfrutar, a escuchar nuestro cuerpo, a pedir y a dar. Para corrernos siempre o, por lo menos, a menudo; para no tener sexo si no queremos ahora, o si no sentimos deseo nunca. Para librarnos de las culpas y las normas y pasarlo bien en compañía o solas. Así que a leer. Y a disfrutar.

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