Alicia Murillo quiere hacernos reír y comentar, pero la cosa está difícil. El patio feminista es ahora un poco como La vida de Bryan, y ya no sabemos dónde quedan los romanos contra los que luchamos o si los tenemos entre nuestras propias filas. Así que en este capítulo, el conejo se entrega al orgasmo, un tema disfrutón en el que hay consenso feminista… ¿o no? Porque las hay orgásmicas, anorgásmicas, multiorgásmicas… En fin, que Roma no paga traidores, pero nosotras a Alicia, sí. Dadle al play y compartid para que le vaya bien a ella a nosotras a ti y a todas.