La suerte [y el privilegio] de las amigas del alma

La suerte [y el privilegio] de las amigas del alma

Aumenta considerablemente el interés de las feministas por pensar, repensar, construir y reconstruir la amistad. La producción teórica que hemos hecho sobre la amistad sigue siendo insuficiente, pero tenemos ya algunos hilos de los que tirar. 

He tenido muchas amigas del alma. Una por cada vida que me ha tocado vivir y, de momento, son varias. Me acuerdo de A., que me acompañó en los primeros años de mi vida en mi barrio; de S., con la que disfruté de unos días en Mallorca; de J., a la que he perdido completamente la pista. De O., que me dejó de hablar cuando le conté que era lesbiana. De S. sé algo más, pero nos vemos poco. No sé nada de I. y tuvimos, incluso, un diario juntas. Me distancié de A. y de I. cuando llegamos a la universidad. Lo que pasó después no estoy preparada para contarlo todavía. Menuda vorágine de recuerdos y noches confusas.

En el colegio hablábamos mucho de las amigas. Recuerdo que entonces no sabíamos que la amistad era una relación de ida y vuelta, de cuidados mútuo, de comunicación y respeto. La verdad es que a todas nos ha costado aprenderlo. Supongo que, por eso, el amor de las amigas sigue siendo una conversación recurrente y un tema de creciente interés en los feminismos. De momento, la producción teórica que hemos hecho sobre la amistad sigue siendo insuficiente, pero tenemos ya algunos hilos de los que tirar.

Sangre Fucsia publicó en 2018 un podcast sobre Amistad entre mujeres. Explicaban entonces que los feminismos se han construida “a base de alianzas íntimas y políticas, y en ellas, la amistad ha resultado ser el arma más poderosa, porque no hay nada que le dé más miedo al patriarcado que vernos a todas juntas, cuidándonos y empoderándonos”. Es verdad, pero tampoco podemos negar que, también en el marco de los feminismos, es muy habitual que nos tiremos los trastos a la cabeza. Pitu Aparicio llamaba a la responsabilidad afectiva con todos nuestros vínculos en uno de sus vídeos: ¿Cómo nos vinculamos? ¿Qué responsabilidades adquirimos con cada vínculo que establecemos con otras personas? Hablamos de parejas, sí, pero también de nuestras familias y de nuestras amigas. Teresa Villaverde, en el último anuario de Pikara Magazine en papel, publica un artículo que se titulada Podrían ser eternas, en el que aboga por hablar con las amigas del futuro y establecer vínculos que nos impidan caer en dinámicas que pueden ser nocivas. El fanzine A nuestras amigas. Amistad política entre mujeres, de Edda Gaviola y Claudia Korol es uno de los materiales básicos para empezar a pensar en la amistad. Que el tema interesa lo deducimos sin dificultad cuando vimos cómo lo petaba el artículo Después de una amiga ya no hay nada, de Ane Eleizegui, un texto crudo que narra uno de los duelos más inexplorados: el que nos toca atravesar cuando nos deja a una amiga.

Este año, el anuario de Pikara Magazine —y la campaña vinculada al mismo— ha querido ser un alegato a los vínculos. A la familia, pero entendida en el sentido más amplio. Decía Eleizegui que “si rompes la relación con tu familia –o la colocas en un lugar secundario– y decides no depositar en una pareja todas tus necesidades afectivas tienes que saber también que la gente va y viene, que la tranquilidad, el afecto y el apego se construyen solo en ti”. No me parece exagerado intuir que esto nos está pasando a muchas feministas.

Por eso, hoy, queremos homenajear a nuestras amigas del alma. Si eres de esa que conserva a sus amigas de la infancia, mándales un mensajito y diles que las quieres mucho —puedes aprovechar y decirles también que se suscriban—. Si no conservas las amistades de la infancia, pero has tenido el privilegio de construir otras, haz lo mismo. Porque sí, para algunas personas, conversar y construir vínculos sanos y seguros es un priviligio. Para poder hacerlo hace falta tiempo, hace falta no dar mucho la nota, no cambiar de territorio cada dos por tres, hablar el mismo idioma, tener las necesidades básicas cubiertas. Si tuviste una —o decenas— de amigas del alma, aprovecha para acordarte de ellas, de lo que te enseñaron, de lo que pudiste enseñarles tú a ellas. Si nunca has nombrado a nadie así, tampoco te preocupes. En el fondo, puede que sea una tontería. Qué sé yo. No soy, ni mucho menos, experta en amistad.

Por cierto, no te voy a engañar. Te he traído hasta aquí para pedirte que te suscribas. En Pikara Magazine ofrecemos distintos tipos de suscripciones. Cada una, tiene un nombre relacionado con los vínculos y los apegos. Prima, Vecina, Amigas del alma o amigas del alma son las suscripciones en papel. Las amigas virtuales son las sucripciones digitales y las Colegas, las suscriptoras gratuitas. Hoy, a mí —como podrás intuir— me toca hablar de las amigas del alma. Es la cuota más alta aunque, en realidad, son 10€ al mes. Si te suscribes como amigas del alma, por 120€ al año, no te pierdes absolutamente nada. Recibes el último anuario de Pikara Magazine en papel; 4 monográficos en papel (Las #MiniPikaras); 3 monográficos temáticos en formato digital (Los imperdibles); todas las actualizaciones semanas (#PikaraDeGolpe) en tu correo electrónico; participas en sorteos todos los lunes; tienes un descuento permanente del 20% en todos los productos de nuestra tienda online; y además, tienes información puntual de promociones, eventos, cursos o charlas así como de la situación del proyecto. 

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