Estar con Itxi Guerra es precioso. La forma en la que habla hace que se te abran posibilidades por dentro, que veas que esto también va contigo. Ella viene a sacudir nuestra mirada hacia lo disca. A decirnos que ser disca no es algo malo, a decirnos “oye, chavalas”, que todas podemos llegar a ser discas y ser disca, además, es una identidad política que señala violencias y transforma.

Nos habla de lo que hemos aprendido como incómodo, desconocido y tabú: cómo contarles sobre discapacidad a les peques, cómo solemos colocamos de una forma jerárquica cuando nos relacionamos con una persona con discapacidad o que el placer y el deseo también les pertenecen a las lisiadas. Describe el sistema que nos enferma a todas con una mirada lúcida y nos da la mano para estar juntas en la vulnerabilidad porque ella, también se cuida y nos cuida. Nosotras también te damos la mano. Amiga, que te llenes de su ternura radical aprendiendo y escuchándola y que te la lleves bien contigo. Para la vida.

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