“Es una pena que el debate de las penas eclipse todo el resto”, dice Laia Serra al hablar de la ley del solo sí es sí. La jurista se posicionó desde el principio diciendo que las interpretaciones a la norma no eran las más arraigadas de acuerdo a derecho ni las más lógicas. Entiende que, en otros países, nos admiran por haber puesto el consentimiento en el centro y que el texto legal tiene varias joyas. Algunas de ellas: que se admita que la violencia sexual necesita una respuesta inmediata pero también un acompañamiento a largo plazo; que alguien que no haya denunciado violencias antiguas y necesite este apoyo, lo tenga, algo que considera de “justicia histórica”; que se haga referencia a la infancia, “la otra olvidada”. 

También a nivel práctico. Por ejemplo, se modifica la ley de enjuiciamiento criminal, previendo que la justicia pueda exigir a las plataformas de internet retirar contenidos de forma cautelar desde que se denuncia; cuando una mujer recibe violencia sexual, aunque no manifieste voluntad de denunciar permite a las profesionales médicas tomar pruebas para que ella pueda decidir si denunciar más adelante.

Esta mujer contribuye a que vivamos con más posibilidades y, qué importante cada vez que sabemos que otras lo están haciendo y que somos muchas, muchísimas, empujando hacia un mundo mejor. Serra es abogada penalista, formadora y activista y defiende los derechos humanos, la libertad de expresión, del derecho a la protesta y de las interseccionalidades. Es, te lo decimos desde ya, una superheroína con toga que contribuye a leyes e investigaciones transformadoras. Es, también, una de las abogadas que defiende a las activistas feministas que ponen el cuerpo por nosotras, a las que el machismo organizado busca violentar de forma ejemplarizante para todas.

Nos trae una mirada clara sobre las violencias para estar más despiertas y protegidas, se coloca de forma radical frente al fascismo y, al tiempo, nos trae solidez y esperanza a través de la justicia feminista, con mensajes tan importantes como que las violencias tienen que ser reparadas, que la comunidad tiene un papel fundamental en que no se repitan o que las mujeres buscan ser escuchadas y reconocidas tanto en los daños vividos, como en sus estrategias de supervivencia. Ven con nosotras, amiga a escuchar y amplificar el sonido de la verdad de las mujeres.

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