“La primera forma de despolitizar tu causa es ponerte una multa”
FEMEN España lleva diez años poniendo el cuerpo, literalmente, por los derechos fundamentales, expuestas al enfrentamiento policial, pero también a la ley de seguridad ciudadana: "No puedes ir a un juicio y dar tus argumentos, tienes que pagar directamente esto y no les importa nada más", explica Lara Alcázar, fundadora del colectivo.
Lara Alcázar es asturiana, activista, fundadora de FEMEN España, directora del primer documental del colectivo en el Estado, historiadora del arte, fotógrafa, escritora y trabaja también en la industria musical. No le falta de nada, vamos.
Cuando FEMEN España empezó en 2013, aquellas mujeres que protestaban con el pecho desnudo fueron vistas como niñatas que solo sabían enseñar las tetas, o algo así. Mujeres sin verdaderas preocupaciones que se quejan: “No sé cuándo [me llamaron loca] pero recuerdo que fue uno de los primeros adjetivos que nos dedicaron cuando empezamos a hacer acciones en España. Estas son unas locas enseñando las tetas para llamar la atención. Y ya se supone que eres una mujer que no tiene juicio sobre absolutamente nada”.
FEMEN lleva diez años poniendo el cuerpo, literalmente, y la cara por los derechos fundamentales y teniendo en eco incluso en medios generalistas. Las acciones directas tienen consecuencias directas: las físicas frente a la represión de la policía, la violencia judicial -es decir, dinero-, el acoso del Estado. Protegerse y cuidarse como grupo es esencial para seguir.
Ella es a c t i v i s t a con todas las letras y tiene muy claros los pilares que sostienen el sistema y que, para hacerlos tambalear, las acciones feministas deben interpelar y señalar directamente a los responsables de la violencia. Te habla de cómo las dictaduras, las religiones o la industria del sexo oprimen a las mujeres, de la experiencia y los aprendizajes de organizarse con otras y de cómo se vive colocarse firme en primera línea, con sus consecuencias. Ven a escuchar a esta mujer que, junto a sus compañeras, le da la patada a la puerta para que puedas encontrártela abierta. Que pone su cuerpo frente a la violencia para que la violencia no llegue al tuyo. Y que se proclama como mujer libre, para que tú también lo seas.
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