Eddi Circa: “Por las amigas nos partimos la cara”

Eddi Circa: “Por las amigas nos partimos la cara”

La banda sonora de nuestras vidas bi-bollo feministas ha salido de YouTube para hablar de la industria musical, de amor entre mujeres y de autodefensa con catana. Con todes ustedes, Eddi Circa.

Eddi Circa. / Foto: Isabel Permuy

“Al machirulo malo un guantazo, me estoy poniendo fuerte en el gimnasio, con palabras que no entienden voy a hacer que se rían y restregar el culo en su existencia vacía”. Este es un fragmento de lo primero que escuché de Eddi Circa: Are you Venus?, una canción que reúne reguetón, amor sáfico y autodefensa feminista, tres temas recurrentes en su música y en su vida. Después vino fanática heterosexual una versión bi-bollera de Fanática de lo sensual del grupo Plan B —“se me acerca en la rave bailando caliente, en el Facebook mañana petición pendiente”— y luego Reggaeton comercial y su “Querría mooOooOntar un comandooOoOo SCUUUM ooOorganizadoOoo”.

Circa tiene 26, es de Madrid, y debutó en su carrera artística un poco después de que su hermana Albahacassette/Raxet1 se lanzase a componer a los 16 años. Comparten ese empezar y, desde que lo hicieron, ambas militantes en el movimiento político feminista y marxista, empezaron a tocar en todos los espacios okupados de Madrid. Con una producción totalmente independiente —“grabado, mezclado y masterizado en miputacasa estudios”, puede leerse en algunos de los vídeos que tiene colgados en YouTube— no considera firmar con un sello porque le gustaría mantener “su mierda pura”, aunque sí quiere poner el foco en seguir trabajando en colectivo.

Del reguetón, pasando por el trap, al más puro flow de cantautora, en su canción El bankete dice que si hubiese nacido en otra época sería Las Vulpess, pero que como ha nacido en esta es Eddi Circa. Le conmueve la finura y lo épico —que para ella se encuentra en lo cotidiano—, se parece a Olivia Thirbly, y ha venido a traernos euforia de amigas, amores (de fresa) y desamores entre mujeres y a hacer “carpaccio con carne del hombre malo”.

El comienzo de tu carrera coincidió con dos grandes explosiones: la del feminismo, y la de una escena musical joven y fresca que trajo una nueva ola de rap, trap, dancehall, reguetón, drill, entre otros estilos. Tú encarnas muy bien ambas. ¿Qué sentiste al ser de las primeras tías que hacía trap o versiones de reguetón?

Yo escuchaba a Gatta Catana y sentía que estábamos en el mismo barco, que íbamos en la misma dirección. Empezábamos a ver a Badgyal, La Zowi, Tomasa del Real, Miss Nina: de repente había muchas tías hablando de guarradas, de la calle, pavas diciendo barbaridades y en géneros muy distintos. Fue maravilloso. Yo creo que en aquellos años a cualquier espíritu sensible el trap le llegó al tuétano. Y con las versiones pasa algo muy curioso: hay gente que solo valora la letra de un trap o de un reguetón si se hace una versión acústica. Para mí Tomasa del Real, La Zowi, Scarface Johansson o Dellafuente están diciendo barras como puños, llenas de belleza. Tienen un estilo muy heavy para bailar y para disfrutar, pero es que las letras… se llora con el trap.

 

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