Rosa Pulido: “Tenía 38 años cuando dije por primera vez, ‘creo que quiero ser madre'”
El mensaje que recibían las mujeres de la generación de Rosa Pulido era que si querías ser una mujer independiente y libre, no podías ser madre. Y ella estuvo convencida de no querer serlo durante toda su vida adulta... hasta que no.
Aquí se habla un poco de todo. De que los relojes Casio son algo de bolleras, por ejemplo. Pero más allá de las anécdotas del programa, hablamos con Rosa Pulido. Ella se formó en psicología y es doctora y docente, lo que le ha llevado a trabajar en varias universidades españolas, y en países como China o territorios ocupados de Palestina. Ha trabajado con adolescentes en riesgo de exclusión social y lo ha hecho, por ejemplo, mediando entre menores infractores y personas denunciantes, lo cual es muy necesario. También desde siempre, identifica en su vida un patrón reconocible para muchas de nosotras: el de “niña buena”, “estudiante perfecta”, el de la chica responsable que intenta agradar y hacerlo todo bien. Pero cuando en 2016 llegó su maternidad, lo cambió todo.
Escribió PARTiR, un libro que es un viaje. Por eso viene a difundir la palabra al compartirte ese viaje en el que pasó de dudar de sí misma, a comprometerse a seguir las señales que le envía su cuerpo; de tomar los cuestionamientos del entorno para cuestionarse y culparse, a tomar decisiones, poner límites y crear una red afectiva amorosa que apoya, reconoce y celebra; de no tener palabras para nombrar las violencias, a escribir para contarlo, crear espacios para compartirnos y multiplicar su voz y la de otras. Hay una herida, una deuda colectiva de género en los cuerpos de las mujeres y en lo que tiene que ver con ellos, en nuestra sexualidad, en nuestros embarazos y partos, en las experiencias desvalorizadas, violentadas, silenciadas… En las mujeres de nuestro linaje, por las que estamos aquí.
Este episodio es un abrazo, un decirte que no estás sola, un ritual compartido para reconocer y honrar tanto las violencias vividas, como nuestras estrategias frente a ellas. Y es también una verdad que guardarnos bien dentro: que el parto puede ser de otra manera y que en la sabiduría de nuestro cuerpo, hay un poder que nos pertenece a todas. Que lo disfrutes y que lo disfruten las tuyas contigo.
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