Un videojuego para salvaguardar el museo de género en Ucrania

Un videojuego para salvaguardar el museo de género en Ucrania

La artista María Sánchez une fuerzas con el estudio Gammera Nesta para lanzar el juego electrónico gratuito Vona/She .

13/03/2023

Fotograma del videojuego Vona/She.

Pocos meses después del llamado Euromaidán, un estallido social ligado al europeísmo y al nacionalismo que derrocó a la formación prorrusa en el poder y que también desembocó en la guerra del Donbás, la consultora de arte María Sánchez se mudó a Ucrania. La entonces estudiante aspiraba a desarrollar una tesis doctoral que aunaba arte y comunicación en contextos difíciles, emergentes y políticos. “Es fácil hablar del interés por los museos y galerías en capitales como Madrid o París, pero cómo difundimos el arte y tomamos conciencia en zonas donde los derechos o la situación económica y social son precarios”, contrasta la artista multidisciplinar.

Su investigación académica la animó a instalarse en Járkiv, una ciudad situada a tan solo 30 kilómetros de la frontera con Rusia. El hervidero de manifestaciones y protestas de 2014 había desembocado en una convivencia tensa. El primer día, la coordinadora de la oenegé en la que trabajaba le enseñó a derribar una papelera de una patada para usarla como escudo en caso de bombardeo. Durante su estancia, rememora haber convivido con militares, visto pasar tanques y divisar al Ejército ruso a escasa distancia de su casa.

Su trabajo tampoco resultó halagüeño. La habían destinado al único museo de género de todo el Este de Europa, Gender Museum, y, en su debut, le pidieron empaquetar unos fondos: lo iban a cerrar. Al instante, la activista pidió vacaciones para pensar. Volvió cuatro días después, con la propuesta de una campaña para solicitar ayuda fuera del país a fin de mantener el museo abierto. Había diseñado un logotipo y pensado un hashtag, #SaveGenderMuseum. Por entonces, no estaban muy extendidas las plataformas de crowdfunding, así que ella misma se hizo cargo de los 100 euros de la primera mensualidad. Mes a mes la fueron sucediendo miembros de su familia: abuelas, padre, madre, primas…

“En Ucrania, lamentablemente, no hay familiaridad con la lucha por la igualdad de la mujer y no se comprende bien la reivindicación de derechos y oportunidades. Es importante salvaguardar el museo porque, más allá de la colección, que consta de más de 3.000 objetos que narran la historia del país con perspectiva de género, hacen una gran labor pedagógica y educativa, con visitas de los colegios, talleres de comunicación para dar confianza en sí mismas a mujeres que trabajaban en empresas…”, detalla.

La voluntariosa doctoranda redactaba notas de prensa, pedía ayuda a otros museos, desarrollaba una página web… La prensa española se hizo eco de la iniciativa y tras leer la noticia en El País, el director de Gammera Nest, Daniel Sánchez, se brindó a colaborar con el diseño de un videojuego para dar visibilidad a la campaña. El estudio madrileño ha desarrollado proyectos para las pinacotecas Thyssen-Bornemisza y El Prado, así que estaba familiarizado con la comunicación de museos.

A lo largo de estos ocho años, en la protección del Gender Museum se ha volcado desinteresadamente un equipo de 30 personas y también se hizo un equipo para hacer todo el contenido, en el participaba la directora del museo, Tatiana Isaieva, entre otras. Ahora, la mayoría está refugiada en otros países.

“Las tabletas y las aplicaciones están en nuestro día a día. El videojuego es un lenguaje actual e intergeneracional, que requiere menos atención que un libro. Es un proyecto muy amplio, un juego amable y bonito, destinado a público de todas las edades, cada generación va a entender mensajes diferentes”, avanza María Sánchez.

Una rara avis en una industria misógina

El mundo del videojuego está marcado por una misoginia que afecta tanto a los personajes de las propuestas como a las empleadas de la industria. La iniciativa busca dinamitar esa dinámica no solo a través de su contenido, que busca acercar la iniciativa a un público que no tiene la oportunidad de visitar el museo, sino también con el número de mujeres involucradas. Entre las implicadas, destacan la ilustradora y diseñadora Mariya Chorna, responsable de toda la imagen del juego, con el dibujo minucioso de cada objeto, pantalla y acción; y la politóloga Kateryna Palanska, que se ha hecho cargo de la traducción y la mediación entre las españolas y las ucranianas.

Para nutrir la propuesta se llevaron a cabo dos talleres, uno en Matadero Madrid y otro en el Gender Museum. A partir de dinámicas y ejercicios se iba desarrollando la técnica y la narrativa en España, y el contenido, en Járkiv. El testimonio garabateado por una mujer en Ucrania les dio la clave para plasmar la desigualdad en la región. En un papel detalló todas sus tareas a lo largo del día, desde el amanecer hasta la madrugada. Aquella escaleta ha terminado siendo el guion de la aventura digital.

Cabecera del videojuego Vona/She.

La puesta de largo de Vona/She, así se llama el videojuego, ha coincidido con el 8 de marzo de este año. La jugadora se convierte en un ama de casa atribulada por las tareas del hogar. La acción se desarrolla en un piso y la cocina resulta ser una estancia crucial. “No hemos querido articular un instrumento apoyado en el academicismo feminista, sino servirnos de un lenguaje básico. La igualdad empieza en casa. Es más fácil llegar a acuerdos en cosas más pequeñas, como el hecho de que la mujer no tenga que asumir las tareas del hogar”, justifica la impulsora de la campaña.

Vona/She está planteada como una aventura gráfica de la modalidad click and collect. Esto es, con el cursor vas recogiendo objetos. Hay un reloj y, marcadas, una serie de tareas pendientes. El día arranca y los mensajes de presión al pie de la pantalla se suceden: “Los niños van a despertar, deberías preparar el desayuno”, “si no se visten ya, llegarán tarde al colegio”. La apariencia del juego también te va increpando. Si, por ejemplo, no limpias, la cocina empieza a deteriorarse y llenarse de moscas. El juego cuenta el día a día de una ama de casa, pero se puede elegir hacer otras cosas, como leer o mirar por la ventana; además, hay minijuegos dentro, referencias a mujeres artistas, libros… ¡y un salvoconducto a una habitación que recrea el museo! Es gratuito, aunque se da la opción de hacer un donativo.

Amas de casa y artistas

Puedes seguir la rutina o rebelarte. Cuanto más simplificas las tareas, de más tiempo dispones para descubrir nuevos caminos en el juego. Conforme buscas tu realización personal, abres armarios, buscas otros objetos, un mundo paralelo se va revelando y puedes adentrarte en él como Alicia en el país de las maravillas, que inició sus aventuras al colarse en la madriguera del conejo.

“Ojalá todo el mundo haya leído Una habitación propia, ojalá no tengamos que explicar que para que una mujer se desarrolle en plenitud ha de salir de su ambiente, ganar su propio sueldo y tener una habitación separada”, anhela María Sánchez.

Imagen del videojuego Vona/She.

En este universo paralelo te aventuras en otra habitación, donde hay ejemplos de la colección del museo y de la historia de liberación de las mujeres. Hay un vestido típico, la primera máquina de escribir con alfabeto ucraniano, carteles feministas… Como también puedes leer a y junto a Virginia Woolf, encontrarte con las pintoras y escultoras Judy Chicago y Miriam Shapiro, impulsoras de un Programa de Arte Feminista en los años 70 en la Universidad de Fresno (Estados Unidos), ver asomar a tu ventana una araña de Louis Bourgeois o hacerte con uno de los vestidos cuajaditos de lunares de Yayoi Kusama.

“Como especialista en arte contemporáneo, quería reivindicar la práctica de mujeres artistas, ofrecer referentes, porque siempre tienen poca visibilidad. Al fin y al cabo, el arte político y el arte como refugio son los ejes de mi vida”, argumenta la consultora.

En los últimos tiempos, el museo, una iniciativa pública inaugurada en 2008, ha cambiado de ubicación. En origen estaba en el centro, pero como la ciudad se halla en pleno frente de combate con Rusia, se ha trasladado a las afueras de Járkiv. El edificio original está totalmente derruido. La artista madrileña cree que la colección, compuesta por más de 4.000 piezas sobre la historia de las mujeres en Ucrania está a salvo, pero los ataques y bombardeos son continuos, así que desconoce cuál será el futuro de este epicentro del feminismo en un país donde el término ‘género’ ni siquiera existe, y el concepto importado del inglés no está extendido ni aprehendido.

 


Lee más sobre videojuegos y museos:

Download PDF

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

Download PDF

Título

Ir a Arriba