Jimena Amarillo: “Ahora a las lesbianas indies horteras también se nos acepta”
`La pena no es cómoda´ es el segundo disco de Jimena Amarillo con el que sube la apuesta en la producción y la combinación de estilos manteniendo la temática amorosa en cada una de sus letras.
Jimena Amarillo estrena su segundo elepé en un contexto de convivencia entre las generaciones que vieron amenazada su libertad sexual y las personas que se identifican con esa libertad sexual por el hecho de existir. La pena no es cómoda sobrepasa técnica y estilísticamente a sus anteriores trabajos pero la artista continúa escribiendo sobre amor lésbico y almibarado que es lo que le llena artística y personalmente.
La producción de este segundo álbum de estudio refuerza la estela Do It Yourself (hazlo tú misma) de sus composiciones y deja volar sus fortalezas en los solos de violín, la combinación sutil de géneros y la franqueza de sus letras.
La valenciana se ha convertido en un referente musical en los últimos años y La pena no es cómoda es la prueba de que la sinceridad y la autoproducción son dos factores determinantes en el éxito artístico de los últimos años.
A los cinco años empezaste a tocar el violín. ¿Por qué ese instrumento? ¿Qué te impulsó a aprender música?
Fueron más mis padres porque yo era muy pequeña, mi hermano tocaba el piano, en mi casa la música siempre había estado presente, aunque ellos no tocaran nada.
Cuando empezaste a escribir letras, ¿decidiste concienzudamente escribir canciones de amor? Después de todos estos años, ¿piensas alguna vez (o en secreto) en cambiar de temática?
Pues me enamoré de una chica de Menorca y era rollo así que le gustaban cantautores, entonces para impresionarla hice una canción. La verdad es que si cambio la temática será para escribir sobre lo que pasa en mi cabeza, pero como siempre estoy metida en líos lésbicos, no creo que lo haga.
En tu nuevo y segundo larga duración La pena no es cómoda se evidencia una evolución técnica respecto al primer Cómo decirte, mi amor. Tú compones, produces y diseñas. ¿Qué te ha enseñado este disco técnicamente que no habías apreciado en el anterior?
Pues que la ansiedad existe y que al final, por mucho que cueste, por lo menos para mí, poder hacer tú exactamente las ideas que tienes sin depender de nadie es el mayor regalo.
En varias entrevistas confiesas que no te gustan los estudios de grabación. Después de todo el proceso creativo y de producción de este segundo disco, ¿vas creyendo un poco más en ellos?
Pues la verdad que no, a ver, para grabar baterías sí porque en mi casa es imposible, pero este disco se ha grabado la mayor parte en casa.
Las estructuras melódicas de tu música están formadas por instrumentos tradicionales (guitarra eléctrica, batería, violín…) y elementos electrónicos (samples, loops, autotune…). A la hora de componer, con qué te inspiras antes, ¿con una guitarra o con una base electrónica? ¿Cómo es tu proceso de composición?
Siempre hago un loop de guitarra, si te fijas en ninguna canción, cambio de acordes, siempre son los mismos en la misma estructura. Entonces con ese loop me voy a caminar por ahí y escribo, sobre todo de noche.
Tu anterior disco, Cómo decirte, mi amor, registra millones de reproducciones en plataformas digitales. El tema más reproducido, Cafeliko, supera los nueve millones de escuchas en Spotify. ¿Sientes respeto o miedo por cómo vaya a recibir el público este segundo La pena no es cómoda?
Yo es que estoy tan contenta y me gusta tanto que si tengo que tener miedo es de no tenerlo.
La intro de violín del fado María la Portuguesa muestra tus fortalezas. El tema entero se convierte en un compendio de cualidades que recoges en tu manera de producir y de expresarte. ¿Por qué esta versión de Carlos Cano? ¿Estamos en un revival de músicas del siglo pasado? Miley Cyrus con Jolene de Dolly Parton o Rebel girl de Bikini Kill, Derby Motoreta Burrito Cachimba y su reflejo continuo al flamenco quinqui de Triana y un largo etcétera.
La verdad que no soy culta a la hora de referencias en ese aspecto, no me puedo hacer la chula. Fue a raíz de la versión que tienen las Migas en mi disco favorito que es Reinas del Matute, pero como sí que me puedo hacer la chula tocando el violín, lo hice.
El single Porque tu lo sabrías existe en una burbuja rockera con instrumentación clásica (aunque sin prescindir de herramientas actuales como el autotune). Líneas de guitarra eléctrica y batería despuntan del estilo general del disco y de Jimena Amarillo. ¿Cómo surge esta idea? ¿Qué quieres transmitir con esta canción?
Pues la gente yo creo que se pensaba que me iba a pasar al rock como todos, entonces jugué con el factor predecible e hice lo que se pensaba para ya sacar este disco y rallar.
Se acerca la temporada de festivales y ya tienes programados varios durante los próximos meses. ¿Crees que en el line up de los festivales de 2023 existe un sesgo heteronormativo de representación de la sociedad? Es decir, ¿echas de menos más representatividad del colectivo LGTBIQA+, queer, marica, bollo, etcétera?
Obviamente, aún queda muchísimo, aparte que yo estoy en la onda indie y, como sabéis, los grupos indies que más lo han petado y han sido cabezas de cartel han sido de hombres. Eso aún sigue ahí, veo una ligera mejora porque ahora a las lesbianas indies horteras también se nos acepta, creo que he llegado en el momento exacto, menos mal.
Según las convenciones sociales, perteneces a la Generación Cristal, sois personas sensibles y creativas pero la desazón es un estado que supuestamente os acompaña. ¿Qué opinas de estos varemos que se han asignado socialmente a tu generación?
Pues mira sí, qué te voy a decir, nos encanta un buen horterismo, un llorar por lo simple. Pero también te digo, gente de 40 para arriba no se salva tampoco.
En una entrevista reciente a La Vanguardia puntualizas que escribes sobre ultra-amor y sobre lesbianas. Actualmente, personas pertenecientes al colectivo LGTBIQA+ salen del armario con mucha más naturalidad que hace unos años, se sienten libres de expresar lo que sienten y creen que lo que sienten les puede servir a otras personas. Podemos nombrar a Ainoa Buitrago, PtaZeta, María Peláe, Alba Reig o incluso María del Monte ¿Estás de acuerdo en esto?
Totalmente, nunca diré que hago la música para ello, porque simplemente hago música, no música para lesbianas, pero si eso ayuda, me reconforta un montón. Yo he tenido la suerte de nunca haber tenido ningún problema con una “salida del armario”, pero ahora me doy cuenta de que mucha gente me escucha porque sí lo ha tenido.
Muchas voces especializadas ven en la figura de Jimena Amarillo un referente de la actual escena pop. ¿Qué opinas sobre esto? ¿Por qué crees que te has convertido en un referente?
Yo me estoy agobiando, creo. Es broma, pero no sé si es que vivo delirando que me cuesta ser consciente de las cosas. Ahora mismo mi objetivo es que mi cabeza se mantenga en la tierra, y ver que cada vez más gente y más ojos estén puestos en mí me alegra muchísimo a la vez que me inquieta un poco, sigo siendo la niñata de 17 años que empezó a escribir en su casa.
El amor es un arma efectiva para neutralizar los discursos de odio que se repiten actualmente en diferentes esferas de la sociedad. ¿Crees que tu mensaje puede ser un tranquilizante ante la LGTBIQAfobia y el patriarcado que a diario vemos en medios de comunicación, instituciones, sociedad, etcétera?
Como he dicho antes yo solo hago música, pero sé por lo que recibo al cantar en directo, por mensajes de mi público, que sí que es así. Me alegra crear esa masa de gente que ve mi trabajo como un método para escapar de la normalidad de que todas las canciones hablen de cosas generales, drogas o amor heterosexual.
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