Hearstopper es la historia de dos chicos que se enamoran en el instituto, pero no es otra serie más de amor entre adolescentes LGTBIQA+. No pasa nada especial, lo especial es todo, el universo que les rodea. Y que no pasa nada dramático. Lo hablábamos en Bolleras peliculeras, precisamente, que siempre hay drama en las historias LGTBIQA+.

Es un relato de cómo te empiezas a relacionar con el mundo cuando entiendes que eres parte del espectro LGTBIQA+. La historia de Charlie y Nick y sus amigos, enseña a los adolescentes que es posible ser feliz, que es posible que se enamoren de ti, que ser tú misma merece la pena y que siempre habrá quien te quiera. Sí, también habrá quien intente joderte la vida, el mundo no es perfecto.

Esto conecta con un proceso para adolescentes que no son blancos cishetero, porque ser adolescente siempre es difícil, pero en unos casos más que en otros. Para la gente LGTBIQA+, ver este tipo de relatos donde no se edulcora la realidad pero hay esperanza, es imprescindible.

Es importante saber que tienes derecho a elegir con quién te relacionas, porque muchas veces te dejas tratar muy mal por las inseguridades. En Las ventajas de ser un marginado, lo dice Emma Watson: “Cada uno aceptamos el amor que creemos merecer”.

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