“Mi tarea como música es el compromiso y estar al servicio de las luchas sociales”

“Mi tarea como música es el compromiso y estar al servicio de las luchas sociales”

Paola Bernal es una cantautora y bombista referente de la música folklórica de Argentina. Este año ha obtenido el premio Gardel al mejor álbum de folklore por Agua de Flores (2022), tras 25 años en los escenarios. Nos habla de la fuerza de la música en un mundo en crisis.

Paola Bernal con el bombo. / Foto cedida por la entrevistada

Paola Bernal nació en Cosquín, el valle donde desde hace 64 años se celebra el Festival Nacional de Folklore de Argentina. Es cantautora y bombista referente para muchas mujeres que se animan a tocar el bombo legüero, instrumento de percusión típico de Argentina. Bernal toca de pie, suave pero firme, sin golpes de más ni de menos, con el instrumento bien pegado, como si fuera una prolongación de su cuerpo. En su voz suena el monte, el río. Su canto es el de un pueblo que hoy y desde hace años lucha por la tierra, por el agua y por todos los derechos humanos.

Eres una referente para muchas mujeres que tocan el bombo en Argentina ¿tuviste alguna cuando empezaste a tocar? ¿Cómo has ido dibujando ese camino?

En mi caso, primero aparece el ritmo con la danza, siempre me conectó con la cuestión rítmica, que es lo que ha determinado mi modo de ir construyendo mi interpretación, el desarrollo de la música, siempre el ritmo desde la voz. Primero empiezo a tocar el cajón peruano y cuando llegué al bombo para mí ya era algo muy natural. Empecé a tocar con Chango Farías Gómez y con Alejandro Tula, con quien yo compartía una banda, un bombista muy conocido santiagueño. Tomé muchas clases con distintas personas antes de empezar a incorporarlo en mis actuaciones. Me formé con muchos hombres porque claramente no se veían tantas mujeres tocando el bombo, a excepción de Marián Farías Gómez y Mercedes Sosa. También Verónica Condomí. Fue una generación de referentes que empezamos a tocar el bombo con el canto, aunque ancestralmente sí se ha tocado la caja y la voz en el norte de nuestro país. Hoy yo veo muchas pibas que tocan el bombo, ese camino lo abrimos para dar paso con nuestra experiencia. Cuando yo empecé pocas mujeres tocaban el bombo, yo creo que soy una de las que fui incorporando más contemporáneamente el instrumento. Posteriormente mi gran referente es Julio Paz, del Dúo Coplanacu. En las peñas [encuentros populares entorno a la comida, danza y canto típicos del folklore argentino] de ellos, me sorprendía mucho cómo tocaba, cantaba y tocaba de pie. Casi sin darme cuenta se fue dando esto de colgarme el bombo, porque a mí me gusta cantar de pie, fui construyendo algo que ya tiene algo más de veinte años: tocar el bombo y cantar.

También trabajas como formadora de canto. Una de las características de tus clases es la centralidad que le das al placer que sentimos al cantar, por encima de hacerlo bien o mal, disfrutar cantando, animarse a cantar. ¿Qué nos pasa por el cuerpo al cantar?

Con Chango, con Verónica, que son grandes referentes para mí como formadora, compartíamos el sentido que tenía la música siempre por fuera de lo que era el espectáculo. Yo definiría que tanto el canto como la percusión son herramientas muy importantes para el desarrollo espiritual, el canto nos ordena por dentro, como volver a ese inicio de algo que les pertenece a todas las culturas. Alimentar no solamente lo artístico, la parte expresiva, sino el encuentro personal que cada una tiene con ese instrumento, con nuestra voz, nuestra respiración, frecuencia y resonancia.

Sueles también producir tus eventos con otras compañeras, ¿no? Durante muchos años estuviste al frente de la peña Sol del Sur que fue un lugar de encuentro, de experimentación, de abrazo, para artistas de la zona y del interior del país.

En Cosquín las peñas forman parte de una cultura del hacer. A mi alrededor fuimos las mujeres las que creamos esos espacios. Al no haber un espacio para nosotras donde hubiera una diversidad, un diálogo con las distintas expresiones (la danza, el teatro, las artes plásticas…), lo creamos. De la Piel al alma con Natalia Sendra y Mariana Alasino, que es una artista plástica, y después, Sol del Sur, que siempre fue hecha por mujeres. Fue crear un espacio que no estaba, que no existía. No existía una peña que fuera propulsada por alguien local, mujer, con esas características. Fueron momentos muy hermosos. Ojalá que las podamos volver a hacer, cuando empiezo a hablarme empiezo a maquinar con la peña. Ahora una vez al mes hacemos la peña Pez Volcán, con Mery Múrua y Juan Iñaki, en un espacio en Córdoba. Tiene que ver con seguir sosteniendo espacios de construcción en relación a la música, un fueguito. A mí me gusta el trabajo colectivo, para poder bajar a tierra mis conceptos siempre tengo que trabajar con alguien. Me gusta compartir la música. También ver que Lucas, mi hijo, canta; mi sobrino toca la batería; mi sobrina Belén baila; de alguna manera en mi familia sentar el precedente de que el arte es una manera de expresar, de vivir. Les niñes empiezan a ver este camino creativo y de exploración, el camino artista, como modo de vivir.

Recuerdo la primera vez que te vi. Fue en noviembre de 2017 en el anfiteatro de Saldán, en el acto final de las Cruzadas de las Sierras Chicas por la soberanía del agua y la tierra. Siempre estás ahí, poniendo el cuerpo en las luchas por el derecho al agua, en contra del desmonte, para parar la autopista de Punilla, la lucha feminista…

Son luchas en las que yo comulgo. En todos los lugares del mundo hay una devastación de la naturaleza donde entran en juego los poderes políticos, los poderes económicos. Esa devastación tiene consecuencias terribles que se pueden observar en un montón de aspectos. Como la falta de agua, por ejemplo. Como parte de una comunidad artística, siento que mi tarea como música es el compromiso y estar al servicio de las luchas sociales a través de la música. Estas marchas para visibilizar y concientizar sobre estas problemáticas siempre se construyen en diálogo con lo artístico y nosotras somos un grupo de artistas que estamos ahí. Participo hace 25 años con distintas luchas, desde los derechos humanos hasta las luchas ambientalistas. Por esa razón me has visto ahí y de alguna manera sigo siempre involucrada porque esa es mi concepción, cualquiera que tenga una sensibilidad artística profunda no puede estar al margen.

“Ojalá que no tengamos que salir nuevamente a luchar por cosas que ya veníamos luchando y habíamos logrado”

¿Qué consecuencias ha tenido en tu carrera artística el hecho de estar involucrada en estas luchas?

En algunos festivales, en algunos lugares o municipalidades, no hemos estado de acuerdo en relación a algunas luchas y ha sido la razón por la que no me han contratado. Pero ha sido mucho más la respuesta favorable para mi camino, mucha gente apoya mi trabajo por ese compromiso. Yo voy decidiendo y me sumo, sé cuáles son las consecuencias. Por suerte nunca viví una consecuencia grave, como otras personas en otros momentos de la vida, de la historia de mi país, así que veremos que es lo que viene. Ojalá que no tengamos que salir nuevamente a luchar por cosas que ya veníamos luchando y habíamos logrado. Eso me genera mucha tristeza, porque hace mucho tiempo que venimos luchando y que el pueblo esté dudando a quién elegir es triste.

En dos semanas van a celebrarse las elecciones presidenciales en Argentina. El candidato de la ultraderecha Javier Milei ha anunciado públicamente que quiere destruir algunos ministerios, como el de Educación, Cultura o el de la Mujer. ¿Cómo crees que este candidato ha conseguido tanto poder en este momento?

Creo que son varias las causas, los medios, pero sobretodo por el poder político y económico que tiene los colmillos bien afuera por este territorio donde hay muchas riquezas. Los poderes políticos y económicos están ansiosos por clavar sus dientes y trabajan desde las comunicaciones, desde las distintas redes, creando una opinión, en relación también a los errores de nuestro gobierno, a muchas cosas que han ido sucediendo. Debilitan la opinión de la gente desde muchas corrientes.

¿Y cómo crees que afectará al ámbito de la cultura si Milei llega a ser presidente?

Gracias a la lucha y a la militancia, durante los Gobiernos kirchneristas se han desarrollado una serie de programas que le han dado un protagonismo a la cultura, un valor necesario para la formación de cualquier comunidad y eso a todo el ámbito cultural, no solo al artístico, le ha dado la posibilidad de un desarrollo. Durante los años del Gobierno de Mauricio Macri muchas de esas cuestiones se cayeron, como por ejemplo un programa de orquestas infantiles. Entonces ese antecedente del Gobierno macrista nos pone alerta, porque en un país donde nuestra economía no tiene estabilidad, esos apoyos son fundamentales para poder desarrollar nuestra tarea. Gracias a estos programas hay una comunidad de jóvenes y niñes que tienen una contención, lo contrario sería que estuvieran en la calle. Y eso es lo que de alguna manera nos tiene preocupadas, nos pone alerta, nos da una gran tristeza, si eso sucede las consecuencias las vamos a ir viendo. Ese vaciamiento ideológico que hubo acá por las prohibiciones de las dictaduras tiene una consecuencia. Nosotras ya no tenemos tanto por hacer, pero las generaciones nuevas quedarían sin esa protección que da el proyecto cultural y social.

En el debate electoral Milei dijo hace unos días que en la última dictadura cívico-militar argentina hubo 8.000 desaparecidos, cuando hay datos que avalan que fueron más de 30.000. ¿Cómo ves que se ponga en duda una parte de la historia que tanto dolor a causado y que se le dé cabida a ese discurso negacionista?

Siento una impotencia tremenda. Que alguien diga eso y no se lo sancione, que pueda ser tan fácil para alguien decir algo tan tremendo. No solo tenemos las muertes, sino las vidas muertas a través de eso. Mi amigo nació en la cárcel porque su padre y su madre estuvieron presos. La consecuencia psicológica que ha tenido toda esa familia nadie lo contempla. Es una injusticia que alguien después de tanta lucha diga algo así, que no es cierto, y que las nuevas generaciones escuchen eso y crean que está bien. Matar, desaparecer, robo de niñes, violaciones, torturas de parte del Estado nunca se pueden comparar. Eso es algo que debemos trabajar, porque es un modo de acallar las luchas. Esa persona no debería poder ser un candidato, no tiene que ver con las cuestiones partidarias, sino con las cuestiones humanas. Y está ahí por todos estos poderes y sistemas. ¿Cómo se le permite a una persona que diga algo así y ser candidato a la presidencia de un país? Hay mucho dolor detrás. Tengo mucho temor por lo que viene, por consecuencias que puede haber, son muy fuertes los poderes políticos y económicos que están acechando por nuestro territorio. Este territorio se lo quieren comer todos y estos son los resultados. Siempre vamos a estar ahí, pero ¿qué va a pasar con la democracia? Es un momento complejo, triste e impotente.

“Hemos visto lo valioso que es el arte cuando los poderes políticos y económicos tergiversan y manosean esto. Nos queda la resistencia y la protección”

¿Cuál crees que es el rol del canto, del arte, de la música, de la cultura, en esta coyuntura? ¿Puede dar batalla el arte?

Nosotras llevamos muchos años en una lucha y hemos visto lo valioso que es el arte cuando los poderes políticos y económicos tergiversan y manosean esto. Nos queda la resistencia y la protección, esos lugares de encuentro a través de la frecuencia de la música. Claramente a nivel humanidad lo que está sucediendo es perturbador. Lo que está pasando en Gaza, no se ve esa desigualdad que existe entre Israel y Palestina, hay mucha gente que no lo ve y no lo quiere ver. Veo amigues y gente que conozco que dice “todos somos Israel” y yo veo que a Palestina los están invadiendo hace años y nadie dice nada. Lo mismo con la lucha de los pueblos originarios. Para mí es lógico ver esas desigualdades, pero para gente de mi alrededor no. Y mientras tú estás peleando con tu amigo por eso, los poderes están haciendo algo terriblemente injusto. Yo veo muy lógico el lugar donde debo estar, pero para otra gente no es tan lógico, entonces, ¿cómo va a ser lógico si hay gente de mi alrededor y de mi familia y de mi sangre que piensan en votar a Miley? Cuando queramos abrir la canilla y no haya agua, veremos. Todas esas cuestionas que nos parecen tan simples y por las que peleamos, pequeñas cosas para poder disfrutar esta 3D que es la vida. Hemos adquirido derechos como la despenalización del aborto, que sea legal seguro y gratuito, y ahora hablan de tráfico de órganos. Hemos llegado a un nivel de derechos y ahora volvemos a la misma discusión, no entiendo nada. Hay un manejo mediático tan fuerte que la gente se cree lo que le están diciendo, no entiendo como el pueblo, gente que una quiere, piensa eso. En internet hay videos de la educación pública y en los comentarios la gente dice: “Bueno, ahora van a tener que pagar”. A un sector grande de Argentina le parece bien que haya que pagar, que perdamos ese derecho que es la educación pública y eso es debido al manejo mediático de los poderes.

Volviendo a tu carrera musical, el año pasado te dieron el Gardel al mejor álbum de folklore de Argentina, por Agua de flores, después de 25 años cantando y luchando en los escenarios ¿Cómo te sientes tras recibir ese reconocimiento?

Todo es muy efímero, un premio pone de manifiesto algo que hago de toda mi vida. Es como un aval. Ese premio se lo dan a alguien que vive en el monte, que es mujer, una madre soltera. Es un premio que está buenísimo, hay un montón de cosas que cambian, pero para mí el camino continúa. Tengo una vocación y un compromiso con la música que es mi faro, podía haber ganado este premio hace mucho tiempo acomodándome a las leyes de la industria, que las conozco, pero no. Siempre me ha llevado hacia otro camino. Esta es mi forma de vivir, es mi vocación, trasciende los premios. Ganas cosas y pierdes otras.

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