Núria Frago en su estudio. / Foto cedida

La historia de Pikara Magazine sería otra sin las ilustraciones de Núria Frago. Sus dibujos, en la revista desde 2013, dieron identidad a este medio feminista en un momento de búsqueda de imagen gráfica. Tratando de evitar los estereotipos sexistas y machistas que perpetúan muchas imágenes de prensa, la apuesta por la ilustración ofreció a Pikara Magazine la calidad que necesitaban los textos. Y Núria Frago estuvo ahí desde el principio; y aquí sigue.

Por sus ilustraciones en Pikara Magazine ganó el premio Junceda 2015, en la categoría de prensa. El jurado destacó “su frescura y el uso de un lenguaje gráfico atípico en prensa que favorece la gestualidad y las texturas emocionales”.

Licenciada en Bellas Artes en 2005, Frago completó los estudios con un postgrado de Ilustración infantil (2007) y un postgrado de Ilustración creativa (2010), ambos en la Escuela Eina. Además de en Pikara Magazine, ha publicado en las revistas y medio Estris, Monitor Educador, Cuadernos de Pedagogía, La Directa, La Maleta de Portbou, Sentit Crític, El Salto y Público. También ha realizado trabajos de diseño gráfico para el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, el Ayuntamiento de Sant Boi, el Ayuntamiento del Prat y el CJB (Consell de Joventut de Barcelona). Actualmente trabaja como diseñadora gráfica en el Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat.

La ilustración de Núria Frago que regalamos en la campaña Cuida a las tuyas sirvió para acompañar el texto ‘Rota conoce a Rota’, publicado en 2018. Este extracto compartió Frago en su Instagram entonces: “Existen dos clases de personas: las que fuimos maltratadas en la infancia y las que no. Y que al primer grupo siempre le cuesta mucho más amar y desamar sin drama. Y que estamos muy rotas. Pero, pese a las complicaciones, prefiero quedarme al lado de una persona con fracturas a estar junto a otra con todas las partes de su piel intactas. Y este lazo puede generar una gran fuerza para oponer resistencia frente a la dominación patriarcal y capitalista”.

Consigue la lámina de Núria Frago.

“Revisando hoy la ilustración y este fragmento del artículo, recuerdo que mi intención era hacer un retrato de esas personas de una forma no victimista y que reflejara esta fuerza que dice el texto que consiguen unidas. Así que pensé en la metáfora persona=casa, y pensé que una casa puede estar: en obras, en ruinas, cayéndose a trocitos o incendiándose. Así que, de estas opciones, opté por una chica que se le cae un poco a trozos la casa que lleva a cuestas en su interior y otra cuya casa está incendiándose, pero pese a eso, se abrazan y se acompañan juntas y siguen palante. De hecho, la imagen ha dado mucho de sí, podríamos decir que va mucho más allá del artículo y es una imagen polisémica que remite sobre todo a la fuerza de la amistad combinada con una ‘agitación interior’”, dice ahora la ilustradora. Y recuerda que una persona le respondió que el dibujo iba sobre violencia de género: “A veces hago testeos sobre qué emite la imagen, sin poner el artículo, por curiosidad, para ver que transmite a la gente, es un ejercicio interesante. En ocasiones, la obsesión de las ilustradoras es que la imagen transmita exactamente lo que dice el texto, pero con el tiempo me doy cuenta que son más como combinaciones de temas, pero hasta que no está hecha, no es fácil ver esta polisemia”.

Núria Frago cree que la ilustración feminista significa responsabilidad y disfrute. Para ella, los textos que ilustra le hacen cuestionarse y aprender maneras de mirar distintas, incluso lE dan ganas de luchar. “Hacer ilustración feminista para mí significa aprender y no dejar nunca de tener curiosidad”, comparte.