¿Es la memoria una herramienta para construir futuros ecofeministas?
La historia y la memoria oficial se encuentran atravesadas por las miradas dominantes y las reproducen.
En los últimos años, han aumentado el número de charlas, entrevistas, artículos y talleres sobre los ecofeminismos tanto en Catalunya como en el Estado español. Espacios que han actuado como lugares de intercambio de experiencias, saberes y cosmovisiones entre el norte y el sur global, poniendo en relieve que “defender la tierra es defender la vida” y que “defender nuestras vidas es defender la tierra” en tanto que formamos parte de una misma red, como dice Lolita Chávez. Este sentipensar compartido a menudo nos cuesta enraizarlo a nuestras vidas urbanas cotidianas y a las luchas que atraviesan nuestra historia, ya que en el proceso hemos olvidado que nosotras también somos tierra. Es desde aquí que nos enfrentamos a la pregunta que encabeza el artículo, y nos atrevimos a formular una respuesta: sí, la memoria es una herramienta para construir futuros ecofeministas.
La historia y la memoria más allá de una vitrina
Hablar de historia y memoria a menudo nos lleva a hablar de momentos y acontecimientos históricos como una fotografía fija sobre el pasado, una fotografía sesgada que recoge las voces y los hitos de aquellos que ostentaban -y ostentan- el poder. Por lo tanto, la historia y la memoria oficial se encuentran atravesadas por las miradas dominantes y las reproducen, excluyendo las miradas de las mujeres e identidades disidentes, de pueblos originarios y comunidades indígenas y de todas aquellas subalternas que sostienen el planeta día a día con sus trabajos de cuidados y subsistencia invisibles para el sistema económico actual. Reconocer la historia y la memoria como saberes situados nos permite comprenderlas con su totalidad e interactuar con ellas.
Si consideramos que la memoria es una herramienta, necesitamos completar la fotografía de la historia y sumar a las fotografías fijas del historicismo los relatos, experiencias y conocimientos de todas aquellas que se han visto excluidas. No podemos entender la historia y las memorias que la acompañan sin comprender las relaciones, los conflictos y las ideas que han dado forma al mundo donde vivimos: evitar caer en idealizaciones y romanizaciones, abrir un diálogo entre los retos pasados y futuros. Cuidar la historia implica revisitarla, cuestionarla y ponerla en relación con las experiencias actuales; y en este proceso, despetrificar la memoria: hacer de esta una herramienta política al servicio del presente, el punto de partida para pensarnos y construir un horizonte ecofeminista.
Avanzar hacia futuros ecofeministas
Defender la tierra es defender la vida, defender nuestras vidas es defender la tierra. Este aprendizaje que hacemos las feministas comunitarias tiene vital importancia para comprender el vínculo último entre cuerpo-territorio-tierra y visibilizar que en las luchas para una vida digna que atraviesan nuestra historia y memoria colectiva también se articulaba la defensa de la tierra.
Desde las luchas para conseguir agua corriente y energía, calles seguras, mercados, escuelas y centros de salud a las luchas para tener espacios verdes, centros cívicos, transporte público digno y viviendas accesibles para todas las vecinas, hablamos de luchas vecinales que ponen en común la necesidad colectiva de garantizar el acceso a servicios públicos y bienes comunes vitales para desarrollar las vidas cuotidianas. Luchas que conectan la salud y los cuidados con los espacios de hormigón y asfalto que habitamos, y que cuestionan el vivir de espaldas – y a expensas – de la naturaleza que nos rodea.
Avanzar hacia futuros ecofeministas es aprender de la experiencia acumulada en cada una de estas luchas, de los saberes y las prácticas cotidianas de aquellas que nos cuidan y cuidan la naturaleza que nos rodea. Reconocer que sí, que somos vulnerables y dependientes de otros cuerpos y seres vivos, y que en los espacios colectivos –redes vecinales y comunitarias- reside una fortaleza desde donde construir futuros posibles.