Esto sí que es un bollodrama

Esto sí que es un bollodrama

La película ‘Sangre en los labios’ se mueve entre el despropósito y la obra de arte y rompe con los armarios del género cinematográfico, sublima lo peor del amor lésbico y te da un puñetazo en el tabú de las mujeres y la violencia.

Fotograma de 'Sangre en los labios'.

17/04/2024

No es una película “de lesbianas” pero es una película que van a disfrutar especialmente las mujeres que fantasean con la contraviolencia como justicia y las que disfruten de la belleza que hay en una mujer fuerte que se defiende de los hombres, que son nuestro verdadero problema.

¿Quieres ver una película con lesbianas que no se suicidan pero sí follan? ¿Quieres ver una película con mujeres justamente violentas que no acaba (a ver cómo te lo digo sin spoiler) ni como Thelma, ni como Louise, ni como Cassandra en Promising Young Woman (Una joven prometedora)? ¿Quieres ver una peli que los heteruzos no van a entender, pero sabiendo que estás viendo una obra maestra sin tener que esperar 30 años para entenderlo, como pasó con Showgirls? Pues no te pierdas Sangre en los labios.

Mira, a Boyero y sus minions cinéfilos de camisa hawaiana y visera que se compran el Cahiers du cinema para saber lo que les tiene que gustar, esta no les va a encantar, ya te lo digo. Ni a los que se creen que una película de lesbianas tiene que incluir escenas de sexo que solo existen en su historial de YouPorn y en las que las actrices acaban el día llorando en el suelo de la ducha, como cuando te violan. Ni a las que creen que una película de lesbianas tiene que incluir una escena de una de ellas mirando al mar, melancólica y reprimida, con un mechón de pelo cruzándose en la cara, agitado por el viento.

Esta película a la que el título traducido al castellano -una vez más- no le hace justicia porque ese juego de palabras que es Love Lies Bleeding (¿el amor miente sangrando?, ¿el amor se acuesta sangrando? Jau du yu transleit it?) da para más que Sangre en los labios. Aunque también te digo que todo es mucho más divertido cuando te dejas engañar y vas al cine pensando que vas a ver una película en la que el bollodrama es la trama y se te sienta este pedazo de película de culto para incultes en la cara.

Rose Glass sabe perfectamente que está dirigiendo una antología del cine para crear una nueva era, la película de lesbianas en la que lo de que sean lesbianas solo es el contexto, no la trama. O la mejor de todas las tramas, no lo sé. Es inevitable la referencia a Bound (tristemente traducida al castellano como Lazos ardientes porque hay que ponerle títulos de thriller erótico a las películas de lesbianas, aunque no lo sean. O sí) de Lana y Lilly Wachowski, con bien de sexo lésbico de verdad -del que ruedan las mujeres que follan con mujeres, no los pajilleros con Palma de Oro- y bien de delinquir y de vengarse de los malos y bien de enterrar en el desierto los vínculos con los hombres.

Pero es que también es evidente la referencia a Showgirls, con autostop a Las Vegas y pesadilla americana incluidas, pero con mucho menos material para paja que la joya de Verhoeven. Lo que sí tiene es esa intensidad, esa inverosimilitud tan brillante del holandés. Es tan inverosímil que estás dentrísimo para cuando ya es tarde. Como en la historia latentemente lésbica de Nomi Malone, el sexo con hombres es una herramienta para conseguir curro y el sexo con mujeres es un sortilegio que te atrapa y te lleva al abismo, y tú te tiras de cabeza. Y las mujeres pueden ser bellas y fuertes y dar hostias como cachapas y los hombres malos se llevan lo suyo (y no se lo da la policía, sino “las chicas”). Me apuesto a que a Paul (Verhoeven) le gusta esta peli. Aunque él le pondría más teta.

También creo que Glass revisa -para bien (cómo si no)- a Tarantino. La violencia cruda (esa mandibulaaa), la concatenación de malas decisiones, la policía performativamente seria pero imbécil, los maleteros con cuerpos, las alfombras manchadas de sangre, los charcos de sangre, los platos de tortitas con café en diners cutrillos, las conversaciones intrascendentes en medio de la tragedia, los coches como arma, huida y refugio. Lo mejor de Quentin, sin la misoginia, los señoros en traje y Weinstein.

Yo tenía miedo de ir a ver una peli de lesbianas normativas haciendo un videoclip en plan Crazy de Aerosmith pero con pistolas y resulta que me he encontrado con una versión menos punki y menos francesa de Baise Moi, la brutal road movie de Virginie Despentes, con el toque infalible de una gran productora indie, si es que ese oxímoron es posible. Me imagino a los de A24 cuando les plantearon el guión. Pensarían, lo petamos o nos la comemos. Qué bien que haya gente osada en el cine en 2024.

Kristen Stewart está estupenda, con esa cara eterna como de susto que tiene, como de mirar de reojo y pensar que algo malo va a pasar. La butch introvertida con daddy issues de la que todas nos prendaríamos. Katie O´Brien está impresionante, porque está en el extremo todo el tiempo, y -no me preguntes cómo, pero- te la crees. Es un poco como un fetiche de Aronofsky: una mezcla de Sara en Requiem por un sueño, Randy “The Ram” en El Luchador y Lily en Cisne Negro. Está maravillosamente tonta y perversa Anna Baryshnikov, esa secundaria imprescindible para que todo encaje. O más bien, para que todo se desbarate. Ed Harris pues siempre bien, como de malo bueno. Qué voz, espero que el doblaje le haga justicia.

La historia de violencia machista (ja! “la”, dice) deja en un sitio un poco victimizante a la ídem, pero no era de esperar que hubiera matices en un universo en el que no se contemplan y tampoco es que tenga la peli una intención pedagógica. Bueno, o sí, ahora que lo pienso, pero no va por ahí.

Por Xena, por Tura Satana, por La mujer de los 50 pies, por todas las gigantas, por todas las brutas, por todas las conflictivas, por todas las que reparten lo que pueden, pero menos de lo que deberían en este mundo hostil que nos ha robado hasta la representación ficticia de la violencia, vete a verla.

Un mensaje para las lesbianas: en la escena de la cancha de tenis -acuérdate de mí, amiga- sabes que tú harías exactamente lo mismo. Que nos gusta una señora que nos meta en líos…

Download PDF

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

Download PDF

Título

Ir a Arriba