Desde el coño estropeado hasta los cuerpos en disputa, 15 artículos feministas para entender 2024

Desde el coño estropeado hasta los cuerpos en disputa, 15 artículos feministas para entender 2024

La hemeroteca de Pikara Magazine es un tesoro. Hemos publicado de casi todo y con una mirada atemporal que invita a leer los artículos en cualquier momento. Si por la vorágine diaria te has perdido algo de este 2024, aquí te ofrecemos una interesante selección.

Imagen: Ornella Munar

Ilustración hecha originalmente para el artículo 'Violencia sexual, fiesta y drogas: por qué no hablamos de “sumisión química”'.

26/12/2024

“Cuando los peques se miran los genitales en el baño saltan muchas más alarmas que cuando se casan en el recreo”. La sexóloga feminista María Rodríguez aboga por enseñar a la juventud conocimientos, habilidades de comunicación, de gestión emocional y valores compartidos para que pueda contrastar y tomar decisiones propias sobre su sexualidad. “El filtro tiene que estar en la cabeza, no en el ordenador o en el móvil”. No te pierdas la entrevista que la hizo Itziar Abad.

Esta entrevista, de octubre de 2024, es uno de esos temas que nutren la hemeroteca de Pikara Magazine y que, más allá de cuando hayan sido publicados, son leídos constantemente. Si no lo viste en su día, te invitamos a releerlo en estas fechas en las que suele haber más tiempo libre. Y si por la vorágine diaria te has perdido algo de este 2024, aquí te ofrecemos una interesante selección. Como este tema de Mer Gómez sobre el cuestionamiento de los cuerpos de algunas mujeres en los Juegos Olímpicos de París 2024. En ‘Cuerpos en disputa, segundo asalto’, la autora escribe desde la tranquilidad y la rabia, y también desde la decepción y la tristeza, como mujer intersex.

“A principios de agosto, todo el mundo, en todos los países y continentes, hombres o mujeres, parecía tener muy claro qué características sexuales debe tener un cuerpo de mujer. El cuerpo de la mujer”, anota Gómez. ¿Qué es Imane Khelif? “¿Cómo alguien con una corporalidad que no encaja en el arquetipo de mujer (o de hombre) construido socio-culturalmente va a sentirse con derecho a hablar de ello o a querer contar su historia? ¿Cómo alguien cis, trans, intersex, que sigue en el armario en cualquier parte del mundo, va a celebrar su corporalidad? Se me parte el alma”, lamenta la autora.

¿Qué es una mujer?, se pregunta también Beatriz Gimeno. “Soy muy crítica con la teoría queer y una de las razones para serlo es que mantengo que no ha sido tan original como se suele pensar y que mucho de lo dicho por Butler ya lo habían dicho antes otras feministas. No hace falta ser queer para dar una definición de mujer que no haga referencia a lo biológico y sí a la posición social”, escribe. Y añade: “Si lo que hace a la mujer es su vagina (o cualquier otra parte de su biología), entonces la relación con los hombres será de diferencia biológica y no de dominación”.

Sobre esto también ha reflexionado la antropóloga y doctora en estudios feministas Miren Guilló Arakistain: “La norma esconde la diversidad y la antropología es una buena herramienta para demostrar que la supuesta objetividad de la biología es construida. Así que he intentado mostrar la complejidad de la realidad a lo largo del libro [Sangre y resistencia]”.

“Para transformar los sistemas de dominación actuales a sistemas más emancipatorios se tiene que hacer mediante conflicto, y eso implica violencia”

Los debates feministas están muy presentes en Pikara Magazine, ya sabéis. Eso de dar vueltas a las cosas nos gusta mucho. Por ejemplo, entrevistamos a Clara Serra para hablar de su ensayo El sentido de consentir y del marco del consentimiento positivo, ese que pide dar un sí. La filósofa entiende que el reto social es asegurar que las mujeres siempre puedan decir que no; advierte sobre el punitivismo y traslada al conjunto de la sociedad, con los feminismos al mando, la pregunta de qué hacer con los violadores.

Este año también Danele Sarriugarte ha conversado con la investigadora y escritoraSara Ahmed. Ha publicado en castellano Manual de la feminista aguafiestas, concepto del que nos ha hablado en la entrevista: “Cuando has pasado por el proceso de convertirte en la causa de la infelicidad de otras personas, ya sea tu institución o tu familia, hay cosas que sabes y ves que de otra manera no sabrías ni verías. Y cuando conoces a otra persona que ha pasado por eso y puedes ver que lo está viendo, es un tipo de visión muy particular entre personas. Así que, definitivamente, la aguafiestas tiene que ver para mí con una manera de hacer comunidad. Pero la aguafiestas no es solo lo que nos une. La aguafiestas también nos recuerda que la comunidad feminista no es cálida ni cariñosa: podemos convertirnos en aguafiestas entre nosotras”, explica la escritora feminista y académica independiente.

De conflicto y violencia habla la politóloga Jule Goikoetxea, que acaba de publicar Politeismo bastarta. 4 egun Angela Davisekin. “Para transformar los sistemas de dominación actuales a sistemas más emancipatorios se tiene que hacer mediante conflicto, y eso implica violencia”, cuenta en una entrevista. Y apunta: “Angela Davis dice que la esperanza es una disciplina colectiva; añadiría que la venganza, también”.

“Restar a los feminismos el estatus político de movimiento de liberación colectiva contra una opresión histórica no es baladí, supone usurparles la justificación y la legitimidad de la acción confrontativa”

Por cierto, Laia Serra recuerda que “se está propagando la idea de que el punitivismo sería inherente a los feminismos”, y ante eso la abogada sostiene que “colocar el foco del debate en el antipunitivismo está eclipsando la gran problemática de qué hacer con la impunidad generalizada de las violencias y quién debe responsabilizarse de sus consecuencias”. No te pierdas el artículo ‘Antipunitivismo remasterizado’. En otro texto, ‘Los feminismos de “los excesos”’, Laia Serra sostiene que “restar a los feminismos el estatus político de movimiento de liberación colectiva contra una opresión histórica no es baladí, supone usurparles la justificación y la legitimidad de la acción confrontativa”.

Y por supuesto, en el repaso a 2024 hay que hablar de violencia sexual.

“Si has sufrido violencia sexual y lo cuentas, por defecto, mientes. Si lo cuentas demasiado rápido, es porque llegaste a tu casa y te arrepentiste; ya sabemos que a las mujeres el sexo no nos puede gustar, así que es altamente probable que acabemos arrepintiéndonos de tenerlo. Si lo cuentas pasado el tiempo, claramente lo que buscas es atención, casito y sacar cacho, porque si no lo habrías contado antes. Si estás deprimida después, tergiversas los hechos porque eres una loca que necesita atención psiquiátrica, aunque lo que te haya provocado ansiedad haya sido la violencia sexual. Si estás cabreada, eres una incendiaria que solo quiere destrozarle la vida a algún hombre, porque odias a todos, y pobre del tipo al que has señalado con tu testimonio. Y si vuelves a follártelo… ay de ti como vuelvas a follártelo”, escribe Paola Aragón Pérez en ‘Si te vuelves a follar a tu agresor’.

“La ocupación ha llegado a cada rincón de nuestra tierra, a cada calle, a cada parcela de nuestras vidas. Pero es muy importante no dejar que alcance también a nuestra imaginación”

Por cierto, este artículo es un must: ‘Violencia sexual, fiesta y drogas: por qué no hablamos de “sumisión química”’. Ana Burgos García y Laura Castells Ricart cuentan que las violencias sexuales con presencia de drogas han sido objeto de interés (y sobredimensión) mediático en los últimos años. Los relatos mayoritarios sobre estas violencias han puesto el foco en la sustancia, en el comportamiento de las mujeres o en el espacio festivo como lugar paradigmático de ejercicio de la violencia. Estos relatos son problemáticos e improductivos para el análisis, la transformación y la autodefensa feminista.

Sobre todo, en el repaso a 2024 (y siempre) hay que hablar de Palestina. Porque, como dice la activista feminista de Cisjordania Raya Ziada, “necesitamos seguir imaginando la posibilidad de una Palestina libre”. Y remarca: “La ocupación ha llegado a cada rincón de nuestra tierra, a cada calle, a cada parcela de nuestras vidas. Pero es muy importante no dejar que alcance también a nuestra imaginación”.

La diversidad, de cuerpos, de géneros, de orientación sexual, es un asunto habitual en la revista. Por ejemplo, de bisexualidad escribe Graciela Rock en ‘La bisexualidad acabó con mi cuerpo fallido’: “Al abrazar mi bisexualidad, empecé a ver mi cuerpo ya no como algo censurable sino objeto de deseo”. Y habla de ello con sus hijas, y de relaciones no normativas, y de que hay relaciones y afectos más allá de lo hetero, y de lo binario, y de la pareja y de la familia. Y el lesbianismo siempre aparece en Pikara Magazine, también para hacer memoria, como sobre artículo de Empar Pineda, una referente histórica para los feminismos, para la visibilidad lésbica, para las luchas antifranquistas; presente en movilizaciones, jornadas, medios de comunicación… Empar siempre ha estado.

Y bueno, un poco de coñodrama siempre viene bien, porque la tribu del coño estropeado es grande, como nos demuestran Flor M. Yustas y Ana Suárez Fraga. ¡No estás sola! La lectura de Pikara Magazine siempre te acompaña.

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