Los cuidados, más allá de mantras buenrollistas

Los cuidados, más allá de mantras buenrollistas

El nuevo monográfico de Pikara Magazine viene cargado de periodismo para profundizar en los cuidados como derecho, como negocio y como potencia colectiva. Escuchamos a voces plurales de cuerpos que cuidan y que requieren de cuidados. Nos preguntamos qué estamos dispuestas a hacer para fortalecer esa cultura comunitaria de cuidados que tanto conjuramos.

Ilustración de portada del monográfico Cuidados./ Shu Otero

Compra el monográfico de CUIDADOS

¿Quién te cuida? ¿A quién cuidas? ¿Cuidar te parece un derecho, un deber, una opresión, un compromiso, un placer, un privilegio? ¿Qué te hace sentir la infancia, la vejez, la enfermedad, la discapacidad, la muerte?

Los cuidados se han convertido en los últimos años en un eje prioritario de los movimientos feministas de base, hasta el punto de dedicarles una huelga general feminista en el caso de Euskal Herria. La defensa de un sistema público-comunitario frente al modelo neoliberal que mercantiliza los cuidados, permitiendo incluso la irrupción de fondos buitre a recursos como las residencias, es uno de los puntos clave en una agenda que presta también especial atención a las trabajadoras de residencias, a las de ayuda a domicilio y a las trabajadoras del hogar migradas en régimen de internas.

Es imprescindible no perder de vista las necesidades, violencias y demandas específicas que afectan a personas atravesadas por distintos ejes de opresión: personas con discapacidad o diversidad funcional que reclaman el desarrollo de la figura de asistencia personal prevista por la ley de dependencia; personas migradas que, además de sostener el sistema de cuidados en el Reino de España, tienen que cuidar en diferido a sus familiares en los países de origen; personas gordas afectadas por el discurso salutista que alimenta el odio hacia sus cuerpos, etcétera.

En este monográfico intentamos poner rostro o, mejor dicho, cuerpos (en plural) a los cuidados, con cuidado de no caer en una tendencia que identifica sukar en su artículo: “Convertir la palabra ‘cuidado’, especialmente cuando se referencia de una forma amplia y abstracta, en un comodín de esos que se utilizan en la militancia, los espacios de reflexión y en las instituciones. Bastante vaciado, como ha pasado con las palabras ‘vida’, ‘centro’ o ‘salud mental'”. Dice sukar, en su artículo escrito en euskera, que “repetimos las idealizaciones buenrrollistas, con la esperanza de que así seamos capaces de conjurar realidades más amables, o sin atisbar la atención, esfuerzos y riesgos que requiere poner materialmente en marcha prácticas radicales”.

Tratamos en estas páginas de llenar de contenido el mantra manoseado de los cuidados en el centro: radiografiar las carencias de la ley de dependencia, mapear la privatización de las residencias, escuchar a las trabajadoras del hogar migradas que se acercan a la jubilación sin derechos…

Nos hacemos preguntas, como las que plantea Gotzone Olarra, de Oxfam Intermón, entidad colaboradora de esta publicación: “(…) hasta dónde abarca el término, quién debe llevar a cabo esa tarea, qué valor se le otorga, qué categoría social y económica acoge a las profesiones de cuidados, si es un asunto público o privado, si debe o no ser un derecho subjetivo universal. Cada supuesto es un debate que cuestiona el modelo sociopolítico y económico, y que también se da muchas veces en el seno de la familia y en círculos cercanos de confianza. Son conversaciones privadas sobre asuntos personales con gran carga emocional que implican repartir el esfuerzo de cuidado, conciliar, descansar, hacer renuncias, negarse; también incluyen quejas y reclamaciones dirigidas a las instituciones públicas y privadas”.

Si bien la maternidad es un tema presente en la agenda cotidiana de Pikara Magazine (en este mismo golpe encontraréis un artículo de Julia R. Cañero sobre los grupos de apoyo mutuo en lactancia), esta vez hemos priorizado las perspectivas de las hijas; de nuevo, atendiendo a realidades plurales que tenemos entre nosotras.

Sandra Carmona, gitana mestiza: “Lo único en lo que pensaba cuando a mi padre le diagnosticaron cáncer de colon era en cómo iba a protegerlo del trato discriminatorio. Sabía que iba a tener que cuidarlo también contra el racismo”.

Tatiana Romero, migrada: “Soy la hija única de una mujer sin red afectiva, nacida en un país en el que mandar a las mayores a residencias no es una opción (…). Por eso no hay nada que ocupe más mi espacio mental que la idea de que en algún momento tendré que volverme a México para cuidarla, o traerla a Madrid”.

Verbata Cicuta, hija de una mujer superviviente de violencia machista (y de un maltratador): “Ella, eclipsada por él durante un cuarto de siglo, inicia un camino en soledad junto a todo el impacto, el sufrimiento psíquico derivado del maltrato.  Y necesita algo, necesita mucho. Soporte emocional, gestiones con la administración, un abogado, un currículum, reuniones con el banco, reuniones con agencias negociadoras, llamadas y consultas con la abogada del ayuntamiento, visitas al Juzgado, reuniones con la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca . Y ella no sabe desenvolverse y a veces solo añade más problemas a los problemas, así que recurre a ti, a su hija, porque ya tienes más de 20 años y llevas varios buscándote la vida, parece que sabes hacerlo todo, sostenerlo todo. Y no solo sabes. Es que debes hacerlo si quieres ser una buena hija. Porque tu madre es lo primero”.

La plataforma Denon Bizitzak Erdigunean, organizadora de la huelga general feminista de 2023, reconoce que la dimensión comunitaria de los cuidados es algo que “todavía tenemos por construir y reflexionar”. ¿Cómo hacerlo sin quedarnos en el buen propósito vacío que criticaba sukar? Por lo pronto, Diana Oliver nos acerca a experiencias de colectivización de cuidados en Madrid, que abarcan realidades como el acceso a la vivienda, los cuidados de la infancia, el apoyo mutuo entre personas psiquiatrizadas, entre mujeres migradas o de familias afectadas por el duelo perinatal. Y, hablando de duelo, hablamos con Carmen Koetsenruijter, doula de maternidad y de fin de vida, sobre iniciativas de acompañamiento en la muerte.

Simplificando y generalizando, es cierto que los cuidados son un tema mucho más presente en las mentes, en los cuerpos, en las conversaciones y los desvelos de las mujeres que de los hombres. Pero, como reconoce Irantzu Varela, muchas de esas feministas blancas que hemos leído a Amaia Pérez Orozco no tenemos el cuidado tan integrado en nuestra vida cotidiana como en nuestro discurso: “He tenido la suerte y la capacidad de decisión para no tener que cuidar de verdad a nadie, hasta la fecha. Y me han educado en la fuerza y la invulnerabilidad, y en una feminidad que puede con todo, que no necesita ayuda y que siempre está bien. Soy vasca, ¿qué quieres? Así que no cuido mucho, ni me cuido mucho”.

Y así, en definitiva, estos textos nos invitan a abrazar el cansancio, los dolores, las negligencias; a celebrar las resistencias y las alternativas, pero también a cuestionarnos para ser parte de ese cambio cultural que ansiamos: ¿qué estamos dispuestas a hacer para colectivizar los cuidados y de quién podemos aprender?

 

Índice

¿Qué estamos entendiendo por cuidados? GOTZONE OLARRA – OXFAM INTERMÓN

La “perversa” gestión de los cuidados.

Denon Bizitzak Erdigunean: “Los cuidados deben ser revalorizados
y sacados del ámbito privado familiar”. GARAZI BASTERRETXEA BAREA

Post-. SUKAR

Cuidar, tener cuidado, cuidarse, los cuidados. IRANTZU VARELA

Asistencia personal. Un cambio de paradigma más allá de los cuidados. MARTA PLAZA

Alba Artigas Leiras: “La ley de dependencia no está garantizando
el derecho al cuidado universal”. EMILIA LAURA ARIAS Y JUNE FERNÁNDEZ

Carmen Koetsenruijter “El acompañamiento en la muerte está de moda
y hay que coger la ola”. JUNE FERNÁNDEZ

Me quitaron la paz. SANDRA CARMONA

Constanza Cisneros “Queremos una vida y una vejez que compense
todo lo que hemos dado”. TATIANA ROMERO

Madre de tu propia madre. VERBATA CICUTA

Cuidados: miedo, migración y comunidad. TATIANA ROMERO

Un recorrido por algunos de los cuidados colectivos de Madrid. DIANA OLIVER

 

Download PDF

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

Download PDF

Título

Ir a Arriba