Estas son nuestras lecturas recomendadas del mes. El primero es un ejemplo de cómo transversalizar la perspectiva de género en un tema que afecta a hombres y mujeres. El segundo introduce un interesante debate sobre discriminación indirecta. Los otros tres visibilizan a mujeres alejadas de la feminidad tradicional: deportistas, presas y mujeres árabes.

El último tabú. Sexo a partir de los 60

Luz Sánchez-Mellado. El País. 9 de enero de 2011

No se limitan a cogerse de la mano. Los mayores también lo hacen. Con quien quieren y pueden. Como quieren y como pueden. el sexo en la vejez aún es tabú. Es hora de derribarlo.

Por qué nos gusta: Porque nos habla de gente como Fina y Joan, que a sus 79 y 85 años respectivamente siguen haciendo el amor todos los sábados; Encarna, que perdió la virginidad con 66 años, o Cristina, que se masturbó por primera vez a los 40. Una gozada de reportaje, con presencia igualitaria de mujeres y hombres. Además, habla de los problemas específicos de cada género: la lubricación después de la menopausia en ellas, la pérdida de la erección en ellos… Propone otro modelo de sexualidad en el que esas cuestiones no sean un obstáculo, pero a la vez es realista, y nos hablan de octogenarios que no están por la labor de ponerse a experimentar a su edad.

Bombera o bombero, que sepa tirar la puerta

Elena G. Sevillano. El País. 16 de febrero de 2011.

La exigencia a las aspirantes de Madrid de las mismas pruebas físicas que a los hombres desata el debate. ¿Qué ocurre cuando la igualdad es garantía de que habrá discriminación?

Por qué nos gusta: Plantea un debate muy interesante en torno a las pruebas de acceso a bomberos, pero nos lleva a reflexionar en términos globales sobre la discriminación indirecta: cuando se establecen las mismas condiciones a todas las personas pero, debido a desigualdades estructurales, llevan a excluir a algunas. Recurre a fuentes adecuadas, que plantean cuestiones como que las pruebas físicas se ciñan al mínimo necesario que requiere la profesión y que así sean más asequibles tanto para mujeres como hombres; si acaso un cuerpo de bomberos no requiere de personas con capacidades distintas y no sólo con fuerza y potencia; y si se excluye a las mujeres con pruebas tan exigentes, qué ocurre con los bomberos de edad avanzada que ya no las podrían cumplir.

El Beti Jai de las chicas

El Frontón Madrid, el único en el que jugaban mujeres, será un hotel (…) En su cancha debutó el día de su inauguración (5 de junio de 1929) “la formidable y bellísima raquetista” Carmencita La Bolche, con falda plisada por las rodillas y ondas al agua en el pelo.

Por qué nos gusta: Pues porque la descripción de esas “poderosas mujeres que atizaban la pelota” es genial. Rompían moldes: “Éramos mujeres deportistas, no nos mantenía nadie, enseñábamos las piernas, salíamos por las noches…”, dice una de ellas. Y el reportaje cuenta también cómo estas “aguerridas pelotaris de falda plisada” se unieron para demandar a Frontón a fin de tener una pensión digna.

Un documental rescata del olvido el papel de las mujeres de preso en el Franquismo

Alba Aguión. Diario del Alto Aragón. 10 de enero de 2011

“Fuimos mujeres de preso” es un documental de realizadores oscenses que explora la situación que vivieron miles de mujeres en España desde 1936 y hasta 1977 con el fin de definir y visibilizar su papel real en las puertas de las prisiones franquistas. Se trata de un largometraje que no sólo muestra a las mujeres como víctimas de la represión, sino también como protagonistas activas contra la dictadura, un papel que ha sido relegado a un segundo plano por la historiografía.

Por qué  nos gusta: Porque revisar la historia con perspectiva de género es más que necesario. Habla de las redes que tejieron estas mujeres, de su creciente implicación política cuando perdieron a sus maridos… Y les pone nombres y apellidos.

Las mujeres en las revueltas árabes

Emad Mekay. Periodismo Humano. 14 de febrero de 2011

En Egipto, en Túnez, en Yemen… las mujeres han compartido protagonismo en las revueltas con los hombres, no sólo en las calles sino también en las vías para su organización y difusión. Le ponemos rostro a algunas de ellas.

Por qué nos gusta: Salvo excepciones, en la cobertura que han dado los medios a las revueltas árabes, las mujeres han brillado por su ausencia. Pero existen y están siendo muy influyentes. Además, ayudan a romper el estereotipo de las mujeres árabes como sumisas y oprimidas. Está muy bien que Periodismo Humano les ponga cara. Eso sí: el gran reto es visibilizarlas en todas las informaciones, y no sólo cuando nos da por acordarnos de las mujeres.