Enfermedad mental, ¿cómo ayudan los feminismos?
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Yolanda Martínez Blanco
Adquirir conciencia de la doble discriminación que sufrimos las mujeres con enfermedad mental es un proceso, como todo proceso de despertar, duro y doloroso.
Antes de profundizar en este asunto dos cuestiones previas :
- Los enfermos mentales son considerados débiles e incapaces de tener una vida propia, por lo que son tratados como bebés.
- Si eres mujer se añade toda la carga impuesta por el patriarcado: Sumisión, modestia y saber estar.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que en las mujeres con enfermedad mental los roles de genero se exacerban desde un punto de vista interno y otro externo.
A nivel interno, tenemos que luchar con enfermedades estigmatizadas que nos sacan fuera de los cánones sociales aceptados y nos prefiguran como antisociales.
Si, como hemos dicho el patriarcado dice que la actitud de una mujer debe ser de sumisión y modestia, se inicia una lucha contra molinos de viento. Tienes que batallar contra el miedo a que todo se mediatice a través de tu enfermedad y contra los miedos de cualquier mujer a ser malinterpretada
Desde el punto de vista externo, el de los demás, tenemos dos problemas. Las mujeres te cuidan hasta asfixiarte y los hombres te sobreprotegen.
Si no somos conscientes de esta situación podemos perder las riendas de nuestra propia vida dejándonos en manos de los demás.
Como hemos dicho al principio de estas líneas todo este proceso duele, pero tras el dolor viene la liberación.
Eres capaz de llevar las cosas de otra manera que hace de ti una mujer fuerte, independiente y valiente.
Por eso, y desde mi propia experiencia, creo que los feminismos son una buena terapia para las mujeres con enfermedad mental al dejar de pedir perdón por ser como somos.
Al final, nuestra lucha es la lucha de todas la mujeres y consiste en la aceptación de nosotras mismas para tener con ello la fuerza de vindicarnos como personas ante el mundo de machos en el que vivimos.
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