8 de marzo: Crónica – disfuncional – resistente
Didi Hock
Hace casi un año, e inspirada por Teoría de la mujer enferma y Esto es por las enfermas mentales, redacté un discurso que el 8 de marzo de 2017 fue leído por una persona desconocida en una manifestación MLTIQ* en Alemania. Me hubiese gustado ir a la mani en persona, pero ese día […]
Didi Hock
Hace casi un año, e inspirada por Teoría de la mujer enferma y Esto es por las enfermas mentales, redacté un discurso que el 8 de marzo de 2017 fue leído por una persona desconocida en una manifestación MLTIQ* en Alemania. Me hubiese gustado ir a la mani en persona, pero ese día (como muchos otros), ni siquiera podía ponerme de pie. Debido a diferentes traumas, condiciones autoinmunes, y dolor crónico, hace un tiempo ya que las limitaciones corporales marcan mi vida cotidiana y mi lucha feminista. Para transgredir esos límites, a menudo, dependo de la conexión con otros cuerpos. En este sentido, el vídeo-mensaje consiguiente es más que la grabación de una acción iniciada desde la cama: es la manifestación de un devenir-con-otra, de la extensión de mi propio cuerpo al cuerpo de una persona desconocida que me prestó su voz. Tal conexión transitoria “me llevó a la manifestación” e hizo posible un discurso público que recordaba que la calle no es el único lugar donde hacemos visibles y sensibles nuestros feminismos.
Considero que hoy, día 8 de marzo de 2018, el mensaje no es menos pertinente que hace un año. Es por eso que he decidido difundirlo a través de Internet en formato de vídeo-mensaje. Por supuesto, el mensaje es para todas vosotras. Pero, sobre todo, está dirigido a todas las otras mujeres que permanecerán invisibles en las manifestaciones de hoy, a todas aquellas mujeres que nunca se manifestarán en las calles, y no obstante, resisten todos los días.