Lola se presentó al grupo y dijo que era intersexual.

Todas nos sorprendimos porque nadie sabía muy bien

qué significaba ser eso.

Lola empezó a contar su historia; al principio, nerviosa.

Nació con vulva y por eso, en el hospital dijeron que era niña.

Y creció y la educaron como a una niña: ropa, juguetes, etc…

Llegó a la adolescencia pero no le venía la regla,

tampoco tenía mucho pecho, ni pelo en vulva y axilas.

Su madre la llevó a un médico especialista;

Éste dijo que los cromosomas que Lola tenía eran XY,

es decir, los cromosomas que tienen los niños.

Además, descubrieron que Lola no tenía útero ni trompas.

Tenía vagina pero muy corta y unas gónadas,

que no se habían convertido ni en ovarios ni en testículos y era estéril,

no podría tener bebés.

El caso de Lola era raro, un síndrome que tienen pocas personas.

Para poder seguir con su vida de mujer, a sus 14 años,

la solución de los médicos era operarla y quitarle las gónadas,

alargarle la vagina y medicarla con hormonas femeninas.

Así se evitaría posibles tumores y podría tener relaciones sexuales normales.

Vivirlo como un drama y en silencio

Lola y su familia se sentían asustados, perdidos.

No tenían mucha más información,

no conocían a más gente en su situación, ni otras experiencias.

Finalmente, hicieron lo que los médicos les habían dicho.

Y vivieron todo aquello como un drama, con dolor,

en soledad y en silencio. Fue lo más duro.

La sociedad nos enseña que:

• Si naces con pene y testículos, tienes cromosomas XY y eres un hombre.
• Si naces con vulva, útero, ovarios y mamas, tienes cromosomas XX y eres mujer.

No se nos enseña que hay cuerpos diferentes

que no encajan en esa división de masculino y femenino.

Con el paso de los años, Lola fue conociendo

a otras personas intersexuales como ella.

Con experiencias diferentes, buenas y malas,

con operaciones y sin ellas,

con nombres diferentes para llamar a su intersexualidad:

mujeres XY, hermafroditas, no binarias, etc.

Alguna actriz famosa, deportistas, modelos…

han hecho pública su intersexualidad y sus experiencias.

¿Cómo cambiar esa realidad?

• Están trabajando entre todas estas personas para:
• tener más información antes de decidir
• no operar si no es necesario
• conocer diferentes realidades
• conseguir que se respeten sus derechos

Lola es hoy una mujer empoderada que cuenta su historia

con fuerza y tranquilidad.

Tiene una familia que la apoya, una pareja

y relaciones sexuales placenteras.

Sabe que ella no tiene un problema ni una enfermedad.

Sabe que es la sociedad la que tiene el problema:

no quiere ver la diversidad, que hay personas distintas,

que el sistema es patriarcal, binario y conservador.

El género se construye en sociedad, es algo cultural.

Y a la persona que no encaja en ese modelo

se la quiere corregir, expulsar o está marcada.

Eso es injusto y hay que cambiarlo

para que todas las personas puedan disfrutar de sus vidas.