Avance hacia 1939
Saray Borja. Gitana, activista, feminista
Foto de Cantiere Centro Sociale
Trump en EEUU. Bolsonaro en Brasil. Le Pen en Francia. Salvini en Italia. Pero aquí hemos esperado cual inocentes corderitos a que un partido llegara a tener escaňos en una comunidad para darnos cuenta de que el fascismo […]
Saray Borja. Gitana, activista, feminista
Trump en EEUU. Bolsonaro en Brasil. Le Pen en Francia. Salvini en Italia. Pero aquí hemos esperado cual inocentes corderitos a que un partido llegara a tener escaňos en una comunidad para darnos cuenta de que el fascismo avanza.
Supongo que a estas alturas ya no nos queda ninguna duda de que el fascismo está creciendo exponencialmente, que no es un fantasma que resucita; la extrema derecha nunca ha estado muerta y han existido suficientes ejemplos para que nos demos cuenta. Lo de Andalucía ha sido un “lo estamos viendo, pero ahora nos echamos las manos a la cabeza.”
No se trata de que a partir de ahora (independientemente de que haya coalición o no) debamos agruparnos, ser más feministas y ser más antirracistas que antes. Eso hay que llevarlo de serie o no cuenta. Si sólo eres cuando ocurre, también dejarás de serlo cuando se calmen las aguas. No amiguitas mías, o somos o no somos. La lucha popular ha de estar siempre articulada, porque cierto es que no hemos tenido otro Hitler (Aunque Hitler no empezó de la noche a la maňana a matar. Empezó con mítines políticos hablando de la patria, de la superioridad de la raza, del rechazo a minorías y de recuperar la grandeza alemana tras la I Guerra Mundial. Y los alemanes le votaron). Tampoco ha habido otro Auschwitz, ni otro Holocausto de grandes proporciones que nos hagan ser “más humanitarios de repente, porque es una tragedia.”
Pero día sí y día también a las mujeres nos maltratan y nos asesinan, a las negras nos discriminan, a las trabajadoras nos rebajan, a las inmigrantes nos quitan derechos , a las gitanas nos invisibilizan… y un largo etcétera de violaciones sistemáticas a los derechos fundamentales de las personas y al articulo 14 de la señora Consti, esa que dice que todas somos iguales ante la ley.
Es triste que el fascismo avance así, pero lo más triste es que o sabemos articular lo que somos y lo que tenemos o no habrá dique de contención para esta marea de odios.