Un instante de la grabación de Dragón Cáncer.

No te esperaba, pero ahora formas parte de mí, de ti y de nosotras. Así es como se titula el primer capítulo de Dragón Cáncer, presentado por Jordina Arnau y Olatz Mercader. Ambas forman parte del grupo motor de la asociación Iñurri y han vivido el cáncer en primera persona. Junto a sus compañeras Miren Cuerdo y Julene Ilarramendi han creado un videopodcast, advierten, con altas dosis de irreverencia y no apto para personas moralistas. “Hacemos el podcast que nos hubiese gustado escuchar a nosotras en su momento, cuando nos diagnosticaron el cáncer”, explica Jordina Arnau. Olatz Mercader, añade: “Y sí, somos más punk que pink porque el cáncer es un buen marrón”.

La vivencia del cáncer es como montarse en una montaña rusa que no deseas, sostienen. “Un tipo de pase VIP que llega sin que te lo esperes”, dice Arnau. Describen que es un proceso con momentos de bajada y giros inesperados pero, insisten, que también hay subidas de alegría, de energía y de buenos momentos. De esta idea compartida nace el título del podcast con el que pretenden normalizar una enfermedad que, denuncian, está demasiado rodeada de tabús y de prejuicios. Al fin y al cabo, dice Mercader, “el cáncer forma parte de la vida misma”; detectan una necesidad social de tratarlo con naturalidad, con sus luces y sus sombras.

Desde Iñurri, al empezar a trabajar en el proyecto de Dragón Cáncer, realizaron una encuesta en que, entre otras cuestiones, preguntaban a su audiencia por el primer concepto que relacionaban con el cáncer. El resultado les sorprendió: más del 90 por ciento de las personas que respondieron lo relacionaron con la muerte. En este sentido, Jordina Arnau explica que con el podcast quieren dejar muy claro que “con el cáncer se vive con todas las letras de la palabra” y reclama el hecho de reivindicarlo. Por otro lado, sostiene Mercader, se relaciona el cáncer con una vida en blanco y negro. “Nada más lejos de la realidad”, asegura. “Nosotras y tantas otras compañeras hemos vivido procesos muy duros que no vamos a romantizar, pero también decimos que en la enfermedad hemos encontrado tiempo para nosotras, para escucharnos, para poder valorar aquello que queremos de verdad”, defiende Arnau.

Otra idea que quieren dejar clara de buenas a primeras es que cada cáncer es una vivencia y un relato único. “No venimos a dar lecciones. Lo que funciona a una persona puede que no le funcione a otra, por su contexto social, familiar, económico, entre otras variables que son generadoras de desigualdades que se reproducen en el cáncer”, afirman. El gran objetivo del podcast, sostienen, es “generar un espacio colectivo desde dónde compartir vivencias, experiencias, consejos y explicaciones de profesionales desmontando tabúes negativas para la vivencia en primera personal del cáncer o en el acompañamiento”, apunta Arnau. “Aisladas, solas, somos más vulnerables. Ante el miedo que produce el cáncer hacen falta referentes. Aquí hacemos un llamamiento a la tribu, a la vida compartida, a los recursos socializados, al codo con codo”, añade.

Dragón Cáncer, que consta de cuatro capítulos, hace un repaso desde el momento en que te diagnostican el cáncer hasta los aprendizajes, palos y lecciones que han extraído del proceso y que quieren socializar con otras personal que lo viven en primera persona y a sus acompañantes. “Nos desnudamos”, resume Mercader.

“Tratamos cuestiones clave cómo las desigualdades de género o económicas que se multiplican al estar enferma o el hecho que la sexualidad de las mujeres, en general, no se tenga en cuenta por parte de los equipos de oncología” explica Arnau.

Insisten en la necesidad de tratar el cáncer con una perspectiva feminista ante la visión patriarcal de la medicina y de la sociedad en general. “Te das cuenta de que el sistema médico procura que puedas ser madre ante todo pero que desatiende por completo tu sexualidad, vulnerando así el derecho fundamental a la salud plena”, denuncia Arnau.

En cada capítulo, explican, intervienen dos mujeres que han vivido o están viviendo el cáncer y una persona experta en el tema que se trata en cuestión. “Se generan diálogos para visibilizar aquello que hemos vivido, que vivimos y que pasa a nuestro alrededor pero que en general se queda entre los muros del hospital o del entorno propio de la persona afectada”, afirma Miren Cuerdo.

La asociación Iñurri, que significa hormiga en euskera, hace tres años que crea caminos para divulgar, formar y acompañar en la vivencia del cáncer con una perspectiva transformadora y feminista. Al margen de talleres, retiros, actos culturales o la campaña de pañuelos solidarios que realizan, hace dos semanas publicaron la versión del podcast en euskera, (Min)bizi Podcasta; a partir de la próxima semana saldrán los capítulos en castellano que se publicarán en Pikara Magazine.

Julene Ilarramendi, fundadora de Iñurri, explica que desde su publicación muchísimas mujeres de todo Euskal Herria se han puesto en contacto con la asociación. “Esto nos reafirma en la necesidad de seguir generando espacios libres desde donde compartir experiencias y vivencias, desde donde reclamar más recursos para el sistema de salud público o en materia de regulación laboral y desde donde decir que vamos a vivir hasta morir”, sostiene.

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